Bottega Veneta da “garantía de por vida” a sus bolsos

La asimilación de una prenda o complemento de moda con la de una auténtica pieza de coleccionista, al mismo nivel que una obra de arte o de una pieza de alta joyería o relojería, es un larga, y discutida, batalla por la que incesantemente se encuentran pugnando las principales casas de moda. Unas firmas que tratan de defender así el alto precio que muestran las etiquetas de los distintos artículos de sus colecciones, enfatizando el que no solamente son prendas y productos que nos permiten “ir a la moda”, sino que su adquisición supone una inversión que hay que mantener con vistas en el largo plazo, en lo que al mismo tiempo nos permite, como consumidores, posicionarnos en favor de esa sostenibilidad y de esa ética que, destacan de manera generalizada, se encuentra arraigada en la naturaleza misma de sus modelos de negocio y métodos artesanales de producción.

Sobre esta suma de valores con los que tratan de distinguir a sus distintos artículos, son especialmente destacados los avances que en esta misma dirección se han dado a lo largo de estos últimos años, a medida que la moda ha logrado ir consolidándose dentro de las salas expositivas de los principales museos del mundo. De la mano de una serie de muestras que han llevado a grandes de la pintura, como Goya, Velázquez o Picasso, a dialogar frente a frente con maestros de la costura de la talla de Balenciaga, Chanel o Fortuny, las principales casas de moda han logrado reforzar en el imaginario colectivo esa idea de paridad entre los genios de la pintura y los de la aguja, elevando con ello la propia consideración de los artículos que diseñan y comercializan. Un hecho que además ha llegado acompañado de esa idea, que ha comenzado ya a calar entre una amplia parte de la sociedad, sobre la defensa ética y sostenible que practican de la industria de la moda, opuesta y antítesis de los excesos que se cometen en el seno de las compañías del “fast fashion”, y todo mientras la renovada cultura de la segunda mano y de la reventa, como herramientas desde las que participar de una manera más sostenible de consumir moda, llegan para subrayar el valor de “inversión” que supone adquirir un determinado diseño de una determinada “casa de lujo”. Artículo que parecen venir a garantizarnos que, una vez usado, podremos fácilmente revender, ya no solamente recuperando parte de la inversión, sino hasta incluso, y según el modelo, llegar a conseguir un buen beneficio.

Frente a este actual panorama, frente al que las firmas de lujo están respondiendo elevando sus precios para responder a un crecimiento de la demanda que no ha cesado de impulsar, de manera prácticamente generalizada, sus cuentas de resultados, nos encontramos con que ahora, y desde este mismo mes de noviembre, la italiana Bottega Veneta comenzará a ofrecer una “garantía de por vida” para sus bolsos. Una decisión con la que buscan remarcar el valor atemporal sobre el que trabajan sus colecciones, y con la que llevarán hasta sus bolsos, la principal categoría de las plataformas de reventa, unos servicios hasta ahora nunca vistos, ni cubiertos, por ninguna firma de moda, y por ninguna casa de alta joyería o relojería.

Servicio ilimitado de renovación y reparación

Para dar cobertura a esta nueva garantía “de por vida”, exclusiva para sus bolsos, a partir de este mes de noviembre de 2022 cada uno de los bolsos de Bottega Veneta llegará acompañado de un “Certificado de Artesanía”. Una tarjeta, física, con un número de serie asociado, que permitirá al propietario del bolso en cuestión acudir a cualquier boutique oficial de Bottega Veneta, desde donde recibirán un servicio exclusivo de renovación y reparación ilimitado del bolso.

Con esta decisión, argumentan desde la casa italiana, propiedad del holding internacional francés Kering, se busca dar buena cuenta y destacar la alta calidad y los máximos estándares que la firma mantiene tanto a la hora de escoger las materias primas de sus productos, como de llevar a cabo sus procesos artesanales de producción. Logrando en consecuencia seguir reforzando su posición dentro del sector del lujo, frente a ojos de unos consumidores que contarán ahora con la certeza de estar adquiriendo, ya no solamente una pieza de un valor atemporal, sino además con la garantía de que siempre y en todo momento se conservará en la mejor de las condiciones, gracias a estos servicios de renovación y reparación que, llegado el punto de que decidieran desprenderse del diseño en cuestión, les permitiría hacerlo en las mejores de las condiciones, y con el potencial de adquirir el mayor de los precios dentro de las plataformas de reventa.

“El Certificado de Artesanía nace del deseo de ofrecer a nuestros clientes un servicio superior de conservación de productos a largo plazo”, entra a explicar Leo Rongone, director ejecutivo de Bottega Veneta, a través de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la misma casa de modas italiana. “Bottega Veneta es artesanía extraordinaria, diseño exquisito y creatividad”, subraya el alto directivo de Veneta, pilares de una compañía que se esfuerza por asentarse en “un crecimiento responsable”. Objetivo para el que trabajan con el compromiso, además de elevar el propio valor de sus diseños, de “mantener el uso de los productos durante más tiempo, reduciendo la necesidad de reemplazarlos” y aumentando con ello el valor, tanto comprometido como sostenible, de la firma de moda italiana y de sus colecciones. “Nuestra visión sigue siendo coherente con la de nuestros fundadores”, apostilla Rongone. “Ellos querían que Bottega Veneta representara la forma más elevada y refinada del lujo”, para lo que “contamos días, no horas, para fabricar nuestros productos”.