Nueva generación: por qué estos jóvenes se hicieron cargo del negocio de moda de sus padres

Las empresas familiares especializadas en moda han estado bajo presión durante años debido a diversos desafíos como la competencia del canal online y el aumento de los costos. En los últimos años, varios empresarios de la moda han tenido que cerrar sus puertas por no contar con un sucesor. FashionUnited conversó con cuatro hijos de empresarios del mundo de la moda de primera generación que decidieron hacerse cargo del negocio de sus padres. ¿Qué los motivó aceptar el desafío en tiempos difíciles y cómo harán que la empresa sea sostenible para el futuro?

Preparados desde jóvenes

Maral y Arden Aykaz cuentan que desde pequeños ya sabían que querían hacerse cargo de la marca de cuero creada por su padre y tíos. “Arma nació en 1985 con el objetivo de convertirse en especialistas en productos de cuero. Para nosotros fue natural hacernos cargo de la empresa. Desde jóvenes ya trabajábamos con esa meta,” comenta Arden.

Maral, por su parte, añade: “Mientras otros estudiantes trabajaban en supermercados, nosotros ya teníamos empleo en la oficina, mientas estudiabamos y nos involucrábamos cada vez más en Arma. Finalmente, asumimos el liderazgo”. Arden estudió negocios, mientras que Maral, quien lidera el equipo de marketing, completó estudios de comunicación. En julio de 2024 asumieron el control de la empresa.

Fabienne Tran, propietaria y CEO de la tienda multimarca Divali Alkmaar, también supo desde joven que quería continuar el negocio de sus padres. “Tenía unos ocho años y me encantaba,” recuerda Tran. Sus padres, quienes huyeron de Vietnam a los Países Bajos, fundaron una empresa de moda en 2004 sin ninguna experiencia previa en el sector. “Desde pequeña acompañaba a mis padres a realizar las compras,” comparte Tran.

Durante sus estudios de Negocios Internacionales, Tran comenzó como Gerente de Redes Sociales en la tienda de moda de sus padres, un puesto que podía compaginar bien con sus estudios. En noviembre de 2020, se convirtió en copropietaria de Divali Alkmaar y en junio de 2024 asumió el control total de la empresa.

Jeroen Bezu, copropietario de Joy House of Brands junto a su hermana Pascal, cuenta que también adaptó su trayectoria educativa para ajustarse a la posibilidad de trabajar en la empresa de sus padres. “Desde muy joven tuve el objetivo de hacerme cargo del negocio de mis padres. Para mi hermana fue diferente; ella no estaba tan segura,” dice él.

Mantener un negocio familiar para el futuro

Para los hijos que heredan el negocio de moda de sus padres es importante preservar el legado del negocio al mismo tiempo que se renueva para asegurar el futuro de la empresa. Bezu explica que sus estudios en TMO le ayudaron a conocer a personas afines en el mundo de la moda, aquellas que, como él, se enfocan en los segmentos más elevados y refinados de la moda. "Quiero seguir desarrollándome y embelleciendo cada vez más la tienda," explica. "No solo la tienda en sí, sino también la experiencia del cliente y los productos que vendemos deben mejorar constantemente."

Y continúa: "Actualmente observamos cambios en el mercado. La competencia es particularmente intensa en los segmentos bajos. La caída en la población de algunas ciudades y la disminución de las pequeñas tiendas independientes contrastan con el crecimiento de las grandes cadenas." En diciembre próximo, la nueva generación abrirá una renovada tienda multimarca en Roden”, dice Bezu y agrega: “La tienda Joy pasará de 2,500 a 3,000 metros cuadrados y será completamente rediseñada."

Por su parte, la nueva generación al mando de Arma cuenta que ha lanzado una nueva marca orientada al mercado comercial: Studio AR. “Al mismo tiempo, estamos enfocando Arma, nuestra marca original, en el segmento premium,” explica Arden. “Estamos en proceso de crecimiento en el canal online y nos centramos principalmente en el mercado B2B. Creemos firmemente en las colaboraciones con nuestros socios minoristas. Por ejemplo, organizamos muchos eventos en la tienda que luego compartimos en nuestras redes sociales. Además, estamos expandiéndonos internacionalmente y pronto ingresaremos al mercado estadounidense”, comenta Maral.

Para Bezu, hacer que el negocio de los padres sea sostenible también implica cultivar una imagen atractiva en la calle. “Como empresario, es importante disfrutar de tu trabajo y reflejarlo,” señala y añade: “Ante la cantidad de tiendas que hay en las ciudades, creemos que es esencial mostrar claramente nuestra propia identidad en nuestros puntos de venta".

Tran, al igual que Bezu, destaca que un buen servicio y trato personal es fundamental para el éxito de un negocio familiar. “Nuestro servicio personalizado es lo que caracteriza a Divali. Cuando vienes a la tienda, me verás allí con frecuencia. Los niños pueden jugar, reciben un caramelo y un pequeño regalo. Tratamos de hacer que todos tengan un día realmente especial".

Nueva generación, nuevas ideas

Una segunda generación al mando del negocio de moda de sus padres no solo hereda la sabiduría de ellos, sino que también aporta sus propias ideas innovadoras a la empresa.

Después de la toma de control de Arma, Arden y Maral contrataron a nuevas personas. “Lo primero que hay que destacar es que ahora tenemos una organización mucho más horizontal. Esto significa que damos a nuestros colegas más libertad y responsabilidad para llevar a cabo sus tareas de una manera flexible”, explica Arden y Maral añade: “Esto difiere de la generación anterior, donde la jerarquía era más importante”.

Por su parte, Bezu y su equipo han tomado una decisión consciente de cambiar el rumbo. "Decidimos enfocarnos en productos más hermosos y de mayor calidad," cuenta. Esto ha llevado a un claro cambio en el concepto de su tienda. "Con esta decisión, como empresa hemos pasado de ser de clase media a un segmento más alto", añade el empresario de moda.

La sabiduría atemporal de la primera generación

Bezu tiene mucho respeto por los valores de sus padres. “Durante el periodo del coronavirus, mis padres tuvieron que endeudarse para conservar a sus empleados,” recuerda. Para Bezu, la manera en que sus padres lideraron la empresa durante la pandemia ha tenido una gran influencia en su propio enfoque como empresario. “Es importante que los empleados sientan que no solo trabajan para la tienda, sino que también es su tienda”.

La segunda generación de Arma aprendió una lección importante de su padre durante la pandemia: “Nuestro padre nos instruyó para contactar a todos los clientes y asegurarles que se podían aplazar los pagos de las facturas. Esto fue enormemente valorado. Muestra que es valioso pensar junto con los clientes, incluso en tiempos difíciles”, comenta Arden.

Los padres de Arden y Maral aún están involucrados en la empresa: su madre trabaja en el departamento financiero y su padre asesora en temas estratégicos. “Nuestro padre nos mantiene atentos preguntándonos las razones detrás de nuestras decisiones”, dice Arden. “Aunque a veces le cuesta soltar, nos da la libertad de cometer errores y aprender de ellos”, sostiene Maral. Para los hijos que quieran hacerse cargo de la tienda de moda de sus padres, Tran aconseja: “Si no hay pasión por el emprendimiento y solo se busca el beneficio económico, esta industria podría no ser la adecuada. Requiere mucho trabajo. A mí me gusta trabajar con mi familia; los veo a diario y, en general, es agradable”.

Bezu disfruta cada día con su hermana y un equipo de empleados comprometidos. “No hay dos días iguales, y eso hace que el trabajo sea divertido. Tenemos empleados de diferentes edades, y todos aprenden unos de otros.” Sus padres siguen involucrados, pero ahora de una manera diferente: “Mis padres cuidan de mis dos hijos, lo cual, para mí, esa es la tarea más importante”.

Este artículo fue publicado originalmente en FashionUnited.NL , y posteriormente traducido al español por Cynthia Ijelman usando una herramienta de inteligencia artificial.

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