Jeremy Scott deja Moschino

Madrid – Después de una década al frente del departamento de diseño de la siempre controvertida e irreverente casa de moda italiana Moschino, el diseñador estadounidense Jeremy Scott deja su cargo como director creativo de la firma, propiedad en su totalidad del grupo italiano Aeffe desde el pasado mes de julio de 2021. Una salida que ha sido anunciada esta misma mañana por parte de la dirección del propio Grupo italiano, sin que por el momento se haya anunciando el nombre del diseñador que pasará a ocupar su lugar al frente del departamento creativo de la firma de moda, fundada allá por el año 1983 por el italiano Franco Moschino.

Según han tratado de salir a poner en valor desde la dirección de Aeffe, grupo constituido a partir de la casa de modas italiana Alberta Ferretti, y matriz a día de hoy de una cartera de marcas integrada tanto por esta como por Moschino, por la casa de moda Philosophy di Lorenzo Serafini y por la firma de calzado y complementos Pollini, Scott ha sabido brillantemente mantenerse al frente de la dirección creativa de la firma, desde su fichaje en octubre de 2013 y hasta llegar al día de hoy. Una década que inauguraba con su colección de debut para la temporada Otoño/Invierno 2014, que se significaba como el pistoletazo de salida a una etapa marcada por la ácida irreverencia que ya entonces, y hasta ahora, ha sabido brillantemente defender el estadounidense desde su posición como director creativo, aunando a un mismo tiempo lo que era su personal visión sobre el sentido de la moda y de su función como herramienta desde la que alimentar toda clase de debates, tanto artísticos como socioculturales, con lo que era el propio legado de Franco Moschino, como fundador de la casa y defensor igualmente de esa misma manera con la que entender y enfrentar el diseño de modas.

“Soy afortunado de haber tenido la oportunidad de trabajar con la fuerza creativa que es Jeremy Scott”, ha salido ha explicar Massimo Ferretti, presidente de Aeffe, a lo largo de unas declaraciones hechas públicas a través de la misma casa italiana, comunicado desde el que solamente se apunta, sin entrar en mayores causas o detalles, a que “Jeremy Scott deja el cargo de director creativo de Moschino”. Un papel por el que, añade Ferretti, “me gustaría darle las gracias por sus diez años de compromiso con el legado de la casa de Fraco Moschino, y por abrir la puerta a una visión distinta y alegre, que siempre será parte de la historia de Moschino”.

“Estos últimos 10 años en Moschino han sido una celebración maravillosa de la creatividad y la imaginación”, destaca por su parte el diseñador estadounidense. “Estoy muy orgulloso del legado que estoy dejando atrás”, y “quiero darle las gracias a Massimo Ferretti por el honor de haber podido liderar esta icónica casa”. Igualmente, apostilla Scott, “también me gustaría darles las gracias a todos mis fans de todo el mundo que me han celebrado, a mi, a mis colecciones, y a mi visión, porque sin vosotros nada de esto sería posible”.

Una reestructuración para “alimentar” la vuelta a la rentabilidad

El anuncio de la salida de Jeremy Scott de la dirección creativa de Moschino, se convierte así en el último de una serie de cambios que han venido sacudiendo la actual escena de la moda, dentro de la categoría del lujo, afectando a casas de la talla de Ferragamo, Bottega Veneta, Burberry o Gucci, produciéndose escasamente unas semanas después de que, el pasado 15 de marzo, la dirección de Aeffe aprobara los resultados de su último ejercicio completo de 2022. Un ejercicio que la multinacional de la moda italiana llegó a completar elevando ligeramente sus cuentas, pero hundiendo sus beneficios hasta el punto de terminar cerrando en números rojos. Una circunstancias que se derivarían del sustancial aumento de los costes operativos a los que ha debido de hacer frente la compañía.

Sin poder profundizar en el papel que ha terminado jugando cada una de las marcas en la evolución de este último ejercicio de Aeffe, desde la dirección del Grupo italiano informaban de un ejercicio de 2022 que la compañía terminaba completando con unas ventas por valor de 363,57 millones de euros, un +9,14 por ciento más que con respecto a los 333,11 millones del ejercicio anterior. Un incremento de los niveles de facturación que no obstante se veía ensombrecido por las pérdidas de -9 millones de euros en las que incurría la multinacional italiana, frente al beneficio neto de 12 millones de euros registrados hace una año. Una situación que desde la dirección de Aeffe esperan que se termine de corregir, a medida que empiecen a dar sus frutos las nuevas estrategias puestas en marcha para revitalizar la posición de cada una de las marcas de su cartera, y en especial las oportunidades que terminen abriéndose para Moschino derivadas de su proceso de reestructuración. Un nuevo capítulo al que, de manera interna, daban paso con su decisión estratégica de reestructura sus operaciones para el mercado chino, y que ahora adquiere una nueva dimensión una vez conocida esta salida de Jeremy Scott de su posición al frente de una dirección creativa que, todo hace indicar, desde Aeffe también guardan como propósito revitalizar tras una década manteniéndose bajo la dirección del diseñador estadounidense.

“Evaluamos positivamente los resultados de 2022, y estamos particularmente satisfechos con las inversiones implementadas, incluidas las practicadas para finalizar el proyecto de distribución directa de Moschino en China”, en lo que “confiamos en que las elecciones llevadas a cabo se reflejen en una progresión tanto de los ingresos como de la rentabilidad a medio plazo”, destacaba a este respecto el mismo Massimo Ferretti, presidente ejecutivo de Aeffe. “Teniendo en cuenta la evolución de los mercados y sus contingencias, el Grupo sigue apostando por reforzar los planes de desarrollo de sus marcas propias, tanto a nivel comercial como en términos de optimización de sus estructuras corporativas y organizativas”, apostillaba por entonces Ferretti, en lo que resultaban ser las primeras indicaciones de una reestructuración que, para lo que respectaba a Moschino, a terminado por afectar igualmente a la dirección que venía siguiendo la firma italiana bajo la batuta de Scott.