Fernández Vara zanja la polémica por el “asunto del reloj”

Basta con recorrer la historia para cerciorarse de que los asuntos aparentemente más nimios e insignificantes, esconden en su interior el potencial de terminar por desencadenar una serie de circunstancias de una magnitud insospechada, y más aún cuando los ánimos sociales se mantienen encendidos por una o diversas razones. Y sino, nada como retrotraernos hasta aquel “asunto del collar” que aconteció en la Francia de 1785, y que terminaría contribuyendo de manera decisiva a la caída en desgracia de la reina María Antonieta, situándose y entendiéndose como el primer capítulo que terminaría dando origen a la Revolución Francesa.

Partiendo de esta clase de antecedentes, es fácil comprender que el actual presidente de la Junta de Extremadura, el socialista Guillermo Fernández Vara, haya decidido prontamente salir al paso de la polémica que se venía generando desde el pasado lunes por la noche en la popular red social Twitter, después de que el usuario y experto en relojería Santiago Tejedor, responsable de la página especializada “Horas y Minutos”, identificase sobre la muñeca del presidente de la Junta extremeña un reloj modelo Aquanaut Travel Time de la prestigiosísima, y exclusivísima, firma de relojería suiza Patek Philippe.

Se trata este de un modelo que, tal y como explicábamos desde FashionUnited a raíz del comienzo de la polémica, cuenta con un precio de venta de salida de 54.950 euros, llegando a superar los más de 160 mil euros en plataformas de compraventa. Siendo una pieza de la que Fernández Vara, según se desprendía de distinta documentación gráfica, habría llegado a hacer uso este pasado lunes 18 de julio de 2022 durante, primero, su visita junto al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, a las zonas afectadas por los incendios en Extremadura; y horas más tarde durante el polémico viaje inaugural de la primera fase de la Plataforma de Alta Velocidad Plasencia-Badajoz, entre las estaciones de Cáceres y Badajoz, que tenía lugar bajo la presidencia de Su Majestad el rey Felipe VI.

Una pieza de 50 euros comprada en Islantilla

De este modo, y apenas unas horas después de que desde FashionUnited recogiéramos y diéramos voz a la polémica que venía generando la cuestión en el ámbito de lo digital, era el propio Fernández Vara quien, a través de su cuenta oficial en la misma red social de Twitter, entraba a responder directamente a Santiago Tejedor, y por extensión al resto de la población que había empezado a censurar tanto que mantuviera en su poder una pieza de relojería de ese valor, como el que hiciera uso de ella, primero para visitar las zonas arrasadas por el fuego en la región, y posteriormente para el viaje inaugural de una nueva línea de tren cuyas prestaciones han sido abierta y públicamente muy criticadas. Polémicas de las que Fernández Vara se ha decidido a eliminar la de este “asunto del reloj”, afirmando a través de una publicación que ni mucho menos se trata de una pieza original de Patek Philippe, sino de un reloj económico de un valor de apenas 50 euros.

“Hola Santiago. Debo confesarte que ni me gustan ni entiendo de relojes. Lo compré hace años en el Paseo Marítimo de Islantilla por algo más de 50 euros. Lo uso en verano porque tiene la correa de goma. Eres un gran observador y experto. Gracias por la información”, escribía Fernández Vara en respuesta a la polémica suscitada. Una contestación que el mismo experto en relojería recogía para subrayar el que Fernández Vara, “todo un presidente de Comunidad Autónoma, lleva un reloj falso. Qué decepcionante”. Apreciación que volvía a ser contestada por el presidente extremeño, con un “Te aseguro que es un reloj verdadero. Funciona”, dejando así, al menos por ahora y en lo que respecta a Fernández Vara, zanjada la cuestión del polémico asunto de un reloj, del que no podemos no obstante desde aquí asegurar si de hecho se trata o no de un modelo original de Patek Philippe, pero que igualmente permite mantener abierto el debate y reflexionar sobre la cuestión de la apreciación lícita o ilícita que se les da a los artículos de lujo adquiridos por aquellos que ostentan un cargo público.