Vuelven los desfiles de Victoria’s Secret
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Entre las destacadas noticias económicas que han terminado viendo la luz a lo largo de estas últimas jornadas, la multinacional estadounidense Victoria’s Secret, compañía líder a escala global dentro de la categoría de la moda íntima, presentaba este 2 de marzo las cuentas concernientes a su último ejercicio fiscal completo de 2022. Periodo anual finalizado el pasado 28 de enero de 2023, que la compañía llegó a cerrar experimentando una ligera bajada de sus niveles de facturación, y considerable pérdida de beneficios, en un anuncio que desde la dirección de la multinacional se terminó haciendo coincidir con la confirmación del regreso de sus otrora esperadísimos desfiles de lencería, cancelados de manera oficial a finales de noviembre de 2019.
Entrando primeramente a desgranar la situación en la que han terminado quedando las cuentas de la compañía, al cierre del que por sí mismo ya se destaca como el primer ejercicio completado por la multinacional desde su entrada a cotizar como compañía independiente, el pasado 2 de agosto de 2021, tras su escisión de la ya extinta L Brands, hoy Bath&Body Works, desde Victoria’s Secret informan de un ejercicio que la compañía ha cerrado levantando ventas por valor de 6.344,29 millones de dólares. Una cantidad que representa una bajada de un -6,49 por ciento de con respecto a los 6.784,63 millones de dólares que la compañía llegó a facturar a lo largo de su anterior ejercicio de 2021.
Mientras tanto, y en términos de rentabilidad, para el mismo periodo la multinacional de la moda íntima ha informado de un beneficio neto atribuido de 348,1 millones de dólares. Una cifra que por su parte supone un hundimiento del -46,15 por ciento de sus beneficios, de con respecto a los 646,38 millones de dólares de beneficio neto atribuido con el que la compañía alcanzaba a cerrar su anterior ejercicio anual de 2021.
“A medida que analizamos 2022, nuestro primer año completo como una compañía cotizada independiente, me gustaría expresar mi más profundo agradecimiento por el arduo trabajo y la dedicación que han demostrado nuestro equipo de trabajadores y nuestros socios de alrededor del mundo”, entraba a destacar Martin Waters, director ejecutivo de Victoria’s Secret, a lo largo de unas declaraciones difundidas por la dirección de la misma multinacional de la moda íntima. “Durante el trimestre de las fiestas de Navidad, nuestros equipos controlaron aquello que podían controlar, a pesar de encontrarnos en un entorno económico especialmente desafiante para nuestros clientes”, consiguiendo “entrar unos ingresos operativos ajustados y unos beneficios por acción diluida que lograron mantenerse por encima de nuestras últimas previsiones trimestrales”. Unos resultados que terminaron llevando a la compañía a lograr cerrar el año “con unos niveles de inventario en Victoria’s Secret y Pink a un doble dígito por debajo” de los registrados al cierre de su ejercicio anterior, y de sete podo “prudentemente posicionada para arrancar 2023”.
El regreso de los desfiles de moda de Victoria’s Secret
De cara ya precisamente a este nuevo ejercicio de 2023 en el que se encuentra ya inmersa la multinacional de la moda íntima, era el mismo Waters quien se encargaba de salir públicamente a, tanto adelantar las principales directrices de la nueva estrategia diseñada por la dirección para este nuevo ejercicio, como defender el proceso de reposicionamiento frente al mercado y los consumidores, especialmente consumidoras en este caso, que está logrando sacar adelante la compañía estadounidense. Dos factores que se espera que terminen de cristalizar a una sola voz, y a un mismo tiempo, en el marco del próximo desfiles de moda íntima que, según se encargaba de adelantar Timothy Johnson, director financiero de Victoria’s Secret, durante la conferencia telefónica realizada con motivo de la publicación de estos resultados del ejercicio de 2022, terminará teniendo lugar a finales de este mismo año de 2023.
Sin mucha información por el momento confirmada sobre la naturaleza y el carácter con el que gozará el próximo desfile, lo que sí sabemos seguro es que se tratará de un espectáculo que vendrá de este modo a tomar el testigo de los multitudinarios desfiles que de manera anual venía celebrando la firma de moda íntima, hasta el año 2019. Momento en el que eran bruscamente fulminados tras la pérdida de relevancia adquirida, por un millonario y costosísimo espectáculo que ya se mostraba incapaz de alimentar unos volúmenes de venta en caída libre, mientras que a su vez no hacía más que incendiar los ánimos de un público femenino —al que se dirige precisamente la oferta de la compañía—, cansado de ver la instrumentalización del cuerpo de la mujer en la que parecía recrearse todo lo relacionado con el icónico espectáculo. Una suma de sombras a las que terminaban de poner la puntilla una serie de desafortunadas declaraciones vertidas por Ed Razek, por entonces director de marketing de L Brands —la matriz de Victoria’s Secret—, desde las que defendía la exclusión del desfile de modelos transgénero y de tallas grandes; así como los vínculos que llegaron a mantener Les Wexner, fundador y director ejecutivo de L Brands, y el fallecido multimillonario Jeffrey Epstein, quien habría incluso llegado a presentarse —sin autorización— como “reclutador de modelos” de Victoria’s Secret.
De este modo, y tras este “parón” de 4 años, “vamos a seguir apoyándonos en el gasto en marketing para invertir en nuestro modelo de negocio, tanto en la parte superior del embudo de las ventas, como también para apoyar la nueva versión de nuestros desfiles de moda, que arrancarán a finales de este año”, se encargaba de apuntar Timothy Johnson, director financiero de Victoria’s Secret, durante una conferencia a la que terminaban teniendo acceso una amplia selección de medios estadounidenses como The Hollywood Reporter. Portal de noticias al que terminaban por ponerse en contacto desde Victoria’s Secret para puntualizar el que la compañía “siempre está innovando e ideando sobre todas las esferas de su modelo de negocio para continuar poniendo a nuestros clientes en el centro de todo lo que hacemos”, en vistas a de este modo “reforzar nuestro compromiso por defender las voces de las mujeres y sus perspectivas únicas”. “Como previamente hemos compartido”, continuaban las declaraciones ofrecidas por un portavoz de la multinacional estadounidense, “nuestra nueva proyección y misión como marca seguirán guiando nuestra dirección”, en lo que “nos llevará a nuevos espacios”, como el de “recuperar una de nuestras mejores propiedades intelectuales y entretenimiento hasta la fecha”. Un desfile al que pasarán no obstante a “darle la vuelta para reflejar quiénes somos a día de hoy”, apostillan desde la dirección de esta nueva, y abiertamente más inclusiva, Victoria’s Secret, en relación a un nuevo formato de desfiles sobre los que “estaremos emocionados de compartir más” información “a lo largo de este año”.
Ofensiva para volver a liderar la industria de la moda íntima
Dejando ya a un lado la recuperación de esta estratégica herramienta de marketing de la que, todo hace indicar, que desde Victoria’s Secret tienen intención de servirse para presentar su renovada imagen y valores frente a su público, contribuyendo así a potenciar y a volver a afianzarse como referente dentro de un sector de la moda íntima en el que han explotado nuevas —y pujantes— casas de moda como la Skims de Kim Kardashian o la Savage X Fenty de Rihanna, desde la dirección de la multinacional han querido igualmente ofrecer su perspectiva, económica, para este 2023. Un ejercicio que esperan que llegue igualmente marcado por la incertidumbre y la volatilidad, y para el que prevén elevar sus ventas netas en el rango de un solo dígito de valor medio. Eso, para un ejercicio anual que arrancará con un primer trimestre para el que estiman una bajada de un dígito de rango medio de las ventas, así como un beneficio operativo ajustado de entre 55 a 85 millones de dólares. Resultados a los que contribuirán los ingresos generados por una Adore Me que pasará ya a integrarse dentro de las cuentas de Victoria’s Secret, después de haber logrado completar su adquisición a comienzos del pasado mes de enero de 2023.
“A medida que enfocamos al nuevo ejercicio, reconocemos que el entorno probablemente seguirá siendo desafiante en el futuro”, entraba a analizar Martin Waters, el director ejecutivo de Victoria’s Secret. “Sin embargo, creemos firmemente que nuestros esfuerzos de reposicionamiento de la marca están generando un seguimiento adecuado, y que nuestros planes de crecimiento adelantados en nuestro Día del Inversor de octubre nos mantienen por el camino correcto”. A este respecto, añadía, “nuestro plan estratégico de crecimiento y nuestro enfoque dirigido a fortalecer el corazón de nuestro modelo de negocio, alimentando su crecimiento y transformando sus fundamentos, está comenzando a cobrar vida”, contemplándose ya para ello “ejemplos emocionantes de esta estrategia planeados para 2023”. Una hoja de ruta para la que se incluye el “continuar construyendo sobre nuestros valores principales como compañía líder del sector de la moda íntima, a través de una serie de lanzamientos de nuevos sujetadores, de nuestro recientemente puesto en marcha nuevo programa de fidelización para clientes de Victoria’s Secret y Pink, de la presentación de Adore Me como parte de la familia de VS&Co, del sacar provecho de la tecnología de clientes de Adore Me y el implementarla sobre el conjunto de nuestras otras marcas líderes y consolidadas en el mercado, y el expandir nuestra huella internacional, tanto en número de tiendas como de países”. Apuestas con las que “seguimos comprometidos con hacer evolucionar e innovar nuestro modelo de negocio, así como en alcanzar nuestros objetivos financieros a largo plazo y devolver valor a nuestros accionistas”.