VF (The North Face): el CEO abandona la empresa mientras la compañía actualiza previsiones (a la baja)
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Desde la multinacional estadounidense de la moda VF Corp., compañía que se destaca dentro del sector desde su papel como empresa matriz de firmas tan populares y conocidas como Vans, The North Face, Timberland, Eastpak o Supreme, acaban de confirmar la salida, con efecto inmediato, de su hasta ahora presidente y director ejecutivo Steve Rendle. Una decisión que pone punto y final a los cerca de 25 años que Rendle ha permanecido vinculado a la compañía, seis de ellos en la posición de director ejecutivo.
Acompañando al anuncio de la salida de Rendle, que desde VF Corp. justifican en la decisión del alto ejecutivo de retirarse de sus cargos y de cesar de sus responsabilidades al frente de la multinacional, desde la compañía han confirmado el nombramiento, con efecto inmediato, de Benno Dorer, director independiente de la junta directiva de VF, como nuevo presidente y director ejecutivo interino de la empresa. Una posición desde la que se encargará de liderar su desempeño, bajo la supervisión de Richard Carucci, miembro de la junta directiva desde 2009, y quien por su parte se desempeñará a partir de ahora como presidente interino de la junta directiva de VF Corp. Cargos que en ambos casos ejercerán de manera se espera que temporal, mientras el órgano de dirección da inicio a un proceso de búsqueda para la elección de un nuevo director ejecutivo permanente.
“La junta le da las gracias a Steve por sus muchas contribuciones y por su liderazgo durante los casi de seis años que ha permanecido como CEO y por sus cerca de 25 años en VF”, indicaba Benno Dorer, nuevo director ejecutivo interino de VF, a través de unas declaraciones difundidas por la propia multinacional estadounidense. “El compromiso de Steve con la empresa, su pasión por construir marcas sólidas y su enfoque en la cultura, han ayudado a hacer evolucionar el portafolio de sólidas marcas para un estilo de vida activo que tenemos en VF y a establecer a VF como una compañía con propósito”, por lo que “le deseamos a Steve lo mejor en sus futuros proyectos”. A partir de aquí, “VF cuenta con unas marcas icónicas en una serie de atractivas categorías en crecimiento, con unas relaciones profundas con consumidores y clientes, y con unas series de ventajas competitivas significativas como una compañía con un portafolio” sólido de marca, añade Dorer. Por lo que “espero trabajar en estrecha colaboración con la junta y con el equipo ejecutivo de VF para impulsar la rentabilidad a lo largo de todo nuestro portafolio, y mientras la Junta trata de encontrar al líder adecuado para el próximo capítulo de la empresa”.
“Somos afortunados de contar con Benno al frente de VF mientras la junta sale en busca de un CEO permanente”, añadía por su parte Carucci, nuevo presidente interino de la junta directiva de la multinacional. Benno “conoce muy bien a VF y cuenta con un excelente historial ofreciendo fuertes resultados comerciales en un amplio portafolio empresarial de empresas globales de consumo”, destacándose a este respecto los diferentes cargos de responsabilidad que a lo largo de su extensa carrera profesional ha venido ocupando al frente de compañías como The Procter & Gamble, The Clorox Company y Origin Materials.
“Ha sido un honor liderar VF como CEO durante los últimos cinco años”, ha apuntado por su parte Rendle. “Me marcho con la más profunda gratitud hacia el extremadamente talentosos y dedicado equipo global de VF”, mientras “sigo tan confiado como siempre en el tremendo potencial de VF, y a la espera de ver el éxito continuo” al que se abre la compañía.
Un ejercicio en negativo
A pesar de haberse anunciado por parte de VF como una consecuencia fruto de la decisión de Steve Rendle de retirarse de sus cargos de director, presidente y director ejecutivo de la multinacional, y de cesar de todas sus responsabilidades al frente de la compañía, en este último movimiento en la ejecutiva de la multinacional se entiende que habrían pesado de manera prominente los malos resultados que viene experimentado la compañía a lo largo de todos este último ejercicio de 2022.
A este respecto, después de haber logrado firmar en 2021 uno de los mejores ejercicios de su historia, las dificultades que han empezado a aflorar a lo largo de estos últimos meses no han cesado de golpear muy duramente a la hoja de resultados, y a la directiva, de una compañía que parecía verse incapaz de dar una justa respuesta a las turbulencias y a las incertidumbres que empezaban a afectar a su modelo de negocio. Aspectos que terminaban aflorando en un primer trimestre de ejercicio en el que la compañía entraba en números rojos sumando unas pérdidas netas de -55,96 millones de dólares. Un cambio de tendencia que se buscaba corregir con la presentación y puesta en marcha, a finales del mes de septiembre, de un nuevo plan estratégico, que venía ya acompañado de una revisión, a la baja, de sus previsiones para el cierre de ejercicio. Una medida, y un ajuste, que no impedían el que la compañía volvieses a cerrar su segundo trimestre del año en negativo y generando unas pérdidas netas adicionales por valor de -118,43 millones de dólares. Un nuevo golpe a sus cuentas que lejos de corregirse habría seguido experimentándose desde entonces y a lo largo de los últimos meses, hasta el punto de llevar a la compañía a presentar, coincidiendo con el anuncio de la salida de Rendle, un nuevo “profit warning” sobre sus cuentas.
Nuevo profit warning
Así pues, y siguiendo con lo detallado ahora por la dirección de VF, la compañía ha decidido revisar a la baja sus perspectivas para este ejercicio fiscal de 2022/2023, como respuesta a una demanda mucho más débil de lo esperado en todas las categorías, principalmente en América del Norte, el principal mercado de la multinacional. Un enfriamiento que irremediablemente está dando como resultado un entorno promocional más elevado del esperado, así como la cancelación de pedidos en el canal mayorista. Aspectos a los que además se han sumado, pero en menor medida afirman desde VF, el impacto más elevado del esperado de la inflación sobre el gasto discrecional entre los consumidores europeos, así como los continuos bloqueos relacionados con el Covid-19 en China.
En respuesta a todo ello, desde la dirección de VF esperan que los ingresos durante la segunda mitad del ejercicio sean ligeramente inferiores a los esperados hasta ahora, en lo que en consecuencia deberá situar sus niveles de facturación en un crecimiento de entre un +3 a un +4 por ciento para el cierre de ejercicio, a tipo de cambio constante, con respecto a hace un año. Crecimiento que difiere del entre hasta un +5 y un +6 por ciento que la compañía esperaba llegar a recoger hasta ahora, y en lo que faltará por ver en que medida termina trasladándose a su partida de beneficios. Adelantado a este respecto como única referencia un EPS diluido que estiman que llegue a situar en los 2 a 2,20 dólares, en comparación con el entre los 2,40 a los 2,50 dólares que manejaban hasta la fecha, y frente a los 3,18 dólares en lo que llegó a situarse el indicador al cierre del pasado ejercicio.