The Estée Lauder entra en pérdidas por -286 millones de dólares

Madrid – Desde The Estée Lauder Companies han terminado por registrar unas pérdidas netas de -286 millones de dólares durante el último trimestre de su último año fiscal de 2023/2024. Ejercicio completado a fecha del pasado 30 de junio, que la compañía no obstante ha logrado salvar manteniéndose en terreno positivo, aunque registrando sendas caídas tanto de ventas como de beneficios, dibujando así un panorama ciertamente desafiante para el próximo CEO de la empresa, después de que su actual director ejecutivo, Fabrizio Freda, haya anunciado sus intenciones de jubilarse antes de finales de año.

Si el sector de la belleza venía sirviendo de muestra desde la que medir el ánimo y la confianza de los consumidores durante periodos altamente dinámicos y complejos, como el actual, difícil predecir el momento en el que nos encontramos, después de que desde el gigante estadounidense hayan informado de un último cuatro trimestre de ejercicio, durante el que las ventas lograron repuntar ligeramente, hasta los 3 871 millones de dólares (+7 por ciento respecto al año anterior). Una tibia mejora puesta en relación con las facturación registrada durante los tres trimestres previos, que deja a la compañía reduciendo su facturación, en términos anuales, hasta los 15 608 millones de dólares. Un -1,89 por ciento menos que con respecto a los 15 910 millones de dólares facturados durante su anterior año fiscal, en un desempeño que termina dejando a la multinacional aún así creciendo un +5 por ciento sobre los 14 863 millones de dólares que alcanzó a facturar durante su ejercicio de 2018/2019; el último en su caso en completarse al margen de los efectos de la pandemia por coronavirus.

Mientras tanto, y en términos de rentabilidad, Estée Lauder Companies ha cerrado ejercicio de la mano de un último trimestre en el que ha terminado por entrar en pérdidas, por -286 millones de dólares. Una cantidad mucho más elevada que con respecto a las pérdidas por -32 millones de dólares en las que llegó a incurrir durante el mismo periodo de hace un año, y con las que entra a compensar, a la baja, todo el beneficio que venía recogiendo a lo largo de todo el año, ejercicio que termina cerrando con un beneficio neto, en positivo, de 409 millones de dólares. Una cifra que supone una caída de un -59 por ciento sobre los 1 010 millones de dólares de beneficio recogido al cierre de su anterior año fiscal, así como de un -77,2 por ciento frente al beneficio neto por 1 794 millones de dólares que generaba durante su ejercicio de 2018/2019.

“Durante el cuarto trimestre del año fiscal 2024 alcanzamos nuestras previsiones de ventas orgánicas y superamos las expectativas de rentabilidad, cerrando un año difícil”, justificaba Fabrizio Freda, actual presidente y director ejecutivo de The Estée Lauder Companies, a lo largo de unas declaraciones difundidas desde su misma dirección. Declaraciones desde las que no termina de mostrarse especialmente confiado en el próximo desempeño del conjunto de la industria de la belleza, apuntando a un nuevo ejercicio de 2024/2025 para el que “prevemos que seguirán cayendo los segmentos de belleza de lujo en China, principalmente debido a la persistente caída de la confianza de los consumidores chinos”.

Con América y Asia a la baja

Analizando, muy brevemente, cómo ha sido el desempeño de la multinacional estadounidense de la belleza a lo largo de este último año fiscal, por líneas de negocio, las ventas de cuidado facial han caído hasta los 7 908 millones de dólares (-4 por ciento). Una bajada que igualmente se ha dado de la facturación de sus productos de maquillaje, hasta los 4 470 millones (-1 por ciento), y en cuidado capilar, hasta los 629 millones de dólares (-4 por ciento); caídas todas ellas ligeramente compensadas, aunque no lo suficiente, con los aumentos de los ingresos procedentes de sus líneas de perfumería, hasta los 2 487 millones de dólares (+1 por ciento), y de “otras líneas de negocio” de la compañía. Capítulo en el que se enmarcan, entre otros, los ingresos procedentes del acuerdo de cesión de licencia, a favor del grupo Ermenegildo Zegna, para la explotación del negocio de moda de Tom Ford, y desde el que se terminó por apuntar una facturación por 115 millones de dólares (+116 por ciento).

En cuanto a su rendimiento, por mercados, la región de Emeia se confirma como la principal fuente de ingresos de la compañía, tras disparar su facturación un +32 por ciento durante el cuarto trimestre, para terminar el año con unas ventas anuales de 6 140 millones de dólares (-1 por ciento). Mientras que en la región de las Américas las ventas experimentaron una caída de un -5 por ciento en el cuarto trimestre, para terminar totalizando en los 4 581 millones de dólares (+1,39 por ciento); y en Asia-Pacífico, origen de las principales dificultades por las que actualmente atraviesa la compañía, las ventas en el cuarto trimestre cayeron un -7 por ciento, cerrando el año con ingresos por 4 888 millones de dólares (-6 por ciento).

Perspectivas para 2024

De cara a este nuevo año fiscal, desde la actual dirección de The Estée Lauder Companies, y a la espera de la llegada de un nuevo CEO, se enfocarán en la implementación de su plan estratégico de crecimiento y rentabilidad. Una hoja de ruta, con ajustes, con la que desde la compañía confían en seguir mejorando sus operativas y reducir sus costes, generando un ahorro de entre 1 100 a 1 400 millones de dólares. Una reducción de gastos operativos cuyos efectos no obstante ya prevén que termine por diluirse debido a la contracción, más fuerte de lo esperado, de sus operaciones en China, y al enfriamiento de las ventas en el canal “travel retail” en toda Asia. Incidencias que guardan por intención compensar con toda clase de distintas iniciativas dirigidas a incentivar la demanda, principalmente de sus líneas de cuidado facial y perfumería, y que esperan que terminen por repercutir de manera positiva en su crecimiento en otros mercados y regiones clave.

Como resultados, para el conjunto de todo el ejercicio, desde The Estée Lauder Companies prevén que la compañía termine por registrar un desempeño inferior al del conjunto de toda la industria de la belleza, para terminar por experimentar desde una caída de un -1 a una subida del +2 por ciento de su facturación anual, con respecto a este último año fiscal de 2023/2024. Todo ello para el caso en el que la compañía logre ir mejorando su rendimiento, tras un primer trimestre que esperan llegar a cerrar con una caída de las ventas de entre un -5 a un -3 por ciento, con respecto al año anterior.