Puma cierra ejercicio hundiendo beneficios, y apunta a un inicio de 2024 con caída del consumo
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Madrid – Desde la multinacional deportiva alemana Puma han presentado los estados financieros concernientes a su último ejercicio completo de 2023. Año fiscal finalizado a fecha del pasado 31 de diciembre, que la compañía alcanzó a completar hundiendo beneficios un -13,74 por ciento, dando desde ahí ya paso a un nuevo ejercicio de 2024 que, advierten, llegará de la mano de —al menos— una primera mitad marcada por el debilitamiento de la demanda por parte de los consumidores.
En base de este modo a los balances hechos públicos por parte de la dirección de la multinacional deportiva, Puma cerró su último ejercicio fiscal de 2023 registrando ventas por valor de 8 601,7 millones de euros. Cantidad que supone un ligero aumento de un +1,61 por ciento frente a los 8 465,1 millones de euros facturados durante el pasado ejercicio de 2022, y que deja a la compañía creciendo un +56,33 por ciento sobre los 5 502,2 millones de euros con los que llegaba a cerrar su ejercicio de 2019; el último que como ya sabemos llegó a completarse al margen de los efectos de la pandemia por coronavirus.
Mientras tanto, y en términos de rentabilidad, y encontrándose especialmente afectada por la devaluación del -54 por ciento del peso argentino de diciembre de 2023, que ha afectado tanto a sus últimos registros de ventas como de beneficios, desde Puma informan de un ejercicio de 2023 que la compañía ha completado levantando un beneficio neto por valor de 304,9 millones de euros. Cifra que por su parte supone una caída de un -13,74 por ciento frente a los 353,5 millones de euros de beneficio neto cosechado durante el pasado año; pero aún así un +16,19 por ciento más que con respecto al beneficio neto por 262,4 millones de euros que la compañía recogía al cierre de su ejercicio de 2019.
“En mitad de un entorno altamente volátil que ha afectado a toda la industria, Puma generó un fuerte crecimiento y una rentabilidad totalmente en línea con las perspectivas” para el ejercicio, defiende Arne Freundt, director ejecutivo de Puma, a lo largo de unas declaraciones hechas públicas por parte de la dirección de la misma multinacional deportiva. “Sin la extraordinaria devaluación del peso argentino, que tuvo un importante impacto contable puntual, nuestros resultados habrían sido aún más sólidos”, apunta; siendo no obstante estos resultados unos resultados que, señala, reflejan “el sólido desempeño subyacente de Puma”, que “solo pudimos lograr gracias a nuestra increíble familia Puma y todos sus fantásticos socios”.
Crecimiento en Europa y caída de las ventas en América
Poniendo en un mejor contexto la evolución seguida por la multinacional de la moda deportiva a lo largo de todo el ejercicio, Puma abría este ejercicio fiscal de 2023 con un primer trimestre en el que, con respecto al ejercicio anterior, las ventas se dispararon hasta los 2 187,7 millones de euros (+14,4 por ciento); seguido de un segundo trimestre en el que las vetas continuaron manteniéndose al alza, alcanzando los 2 120,7 millones de euros (+5,9 por ciento); y de un tercer trimestre en el que ya entraron en terreno negativo, cayendo hasta los 2 311,1 millones de euros (-1,8 por ciento); para terminar ya en un último cuarto trimestre de ejercicio en el que han seguido en terreno negativo, cayendo hasta los 1 982,2 millones de euros (-9,8 por ciento). Una marcada tendencia a la baja, alimentada, defienden desde su dirección, que por esa devaluación del peso argentino durante el último cuarto trimestre del año, y que pone en evidencia las crecientes incertidumbres que han venido dominado en el mercado a medida que avanzaba el año.
De manera algo ya más detallada, y para lo que respecta al conjunto de todo el año, por líneas de producto, la línea de calzado deportivo ha seguido liderando las ventas de artículos de Puma en 2023, con ventas que se han mantenido al alza marcando los 4 583,4 millones de euros (+6,14 por ciento). Seguidas en esta relación por las ventas de moda, que han caído hasta los 2 763 millones de euros (-4,6 por ciento); y de las de accesorios, que se han mantenido planas en unos 1 255,3 millones de euros (+0,3 por ciento).
En cuanto a su evolución anual, por canales de distribución, el mayorista continuó dominando las cuentas de la compañías, con unas ventas que no obstante cayeron hasta los 6 468,7 millones de euros (-0,69 por ciento). Caída que, como dato positivo, llegó acompañada de un aumento de las ventas desde los canales de venta directa al consumidor (DTC) de Puma, que compensaron parte de esa caída, con ingresos por valor de 2 133 millones de euros (+9,3 por ciento).
Mientras tanto, y por mercados, en una relación prácticamente pareja, la región de Emea vuelve a imponerse y toma el relevo de las Américas, con respecto a hace un año, como la principal fuente de ingresos de Puma, con ventas por valor de 3 418,4 millones de euros (+9,8 por ciento). Mientras que la región de las Américas, afectada en buena parte por esa devaluación del peso argentino, cierra el año facturando 3 389,9 millones de euros (-8 por ciento); cerrando ya con una región de Asia-Pacífico en la que Puma llegó a facturar este ejercicio ventas por 1 793,4 millones de euros (+7,7 por ciento).
Hacia un 2024 marcado nuevamente por la incertidumbre
Mirando ya de cara a este nuevo ejercicio de 2024 en el que se encuentra ya embarcada la multinacional deportiva, desde su dirección advierten de un nuevo año que llegará marcado por las incertidumbres y por el debilitamiento de la demanda, al menos durante el primer semestre del año, para a partir de ahí ir evolucionando hacia una tendencia más positiva. Circunstancias que trabajarán por compensar desde una hoja de ruta estratégica dirigida a elevar el valor de la marca, la calidad de los productos y a mejorar sus canales de distribución, con el foco especialmente puesto en los mercados clave de Estados Unidos y China. Acciones que llegarán acompañadas con la primera campaña de marca global de Puma en una década, y en lo que confían que terminará dando paso a un ejercicio de 2024 que estiman llegar a completar con un aumento de las ventas de un solo dígito de rango medio, y con un beneficio antes de intereses e impuestos (Ebit) de entre 620 a 700 millones de euros, frente a los 621,6 millones en los que ha cerrado 2023. Estimaciones que parten de la base de que futuras devaluaciones del peso argentino serán compensadas por los correspondientes aumentos de los precios de venta de los artículos de Puma en Argentina.
“Esperamos que los obstáculos geopolíticos y macroeconómicos, así como la volatilidad monetaria, persistan en 2024”, analizan desde Puma. “Estas condiciones ya provocaron un debilitamiento de la confianza del consumidor y una demanda volátil en 2023, y esperamos que estos efectos continúen en 2024, particularmente en la primera mitad del año”. “En este entorno continuamente desafiante, estamos completamente enfocados en ejecutar nuestras prioridades estratégicas: elevar la marca, aumentar la excelencia del producto y mejorar nuestra calidad en la distribución, especialmente en los mercados clave de EE.UU. y China”. “Para nosotros, 2024 no es solo el año del deporte”, puesto que llegará marcado por “eventos importantes como los Juegos Olímpicos, la UEFA Euro 2024 y la Copa América”, sino que “también es el año en el que Puma invertirá en su primera campaña de marca global en 10 años, para mejorar su posicionamiento como la marca deportiva más rápida del mundo”.
En esa apuesta, “y a pesar de los continuos desafíos geopolíticos y macroeconómicos globales, Puma espera lograr un crecimiento de las ventas de un dígito medio”. Cuestión para la cual, advierten ya de antemano, “como en años anteriores, Puma seguirá enfocándose en gestionar los desafíos a corto plazo sin comprometer el impulso de la marca a medio y largo plazo”; y es que “nuestro crecimiento de ventas y de cuota de mercado tendrán prioridad sobre la rentabilidad a corto plazo”.