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Patagonia, en entredicho: “es una empresa como Primark”

Por Jaime Martinez

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Credits: Photo Credits: Imagen de una camiseta con el logotipo de Patagonia. Patagonia, página oficial.

Madrid – El cuidado valor de la marca Patagonia, cuya historia, y excepcionales estrategias de marketing, habían logrado venir preservándola como un sinónimo y un fiel espejo en el que aspiraban a mirarse todas aquellas firmas de moda que guardaban la pretensión de convertirse en un ejemplo de marca de moda abiertamente sostenible y comprometida con el entorno, ha pasado a ponerse en entredicho a la luz de la investigación llevada a cabo por Follow The Money (FTM). Medio de investigación independiente desde el que acaban de publicar un minucioso reportaje, desde el que se señala a la compañía estadounidense fundada por Yvon Chouinard como un ejemplo canónico más del modelo de “fast fashion” sobre el que se encuentran asentados los modelos de negocio de marcas como Nike, Zara o Primark. Firmas con las que Patagonia compartiría centros de producción y mismos proveedores como parte de su cadena de valor.

Elevándose de este modo sobre los distintos compromisos que en materia de sostenibilidad y de protección hacia los trabajadores la compañía defiende desde sus distintos códigos de buenas prácticas, desde el mencionado informe el medio de investigación arranca señalando el que tanto Patagonia como Primark, a la que sitúan como una muestra bien reconocible por parte de los consumidores de compañía ligada a un modelo de “fast fashion”, no serían sino más que dos caras de una misma moneda. Una moneda que, defienden desde FTM con su afirmación de que “Patagonia es una empresa como Primark”, es la que estaría alimentando la precariedad laboral y las condiciones abusivas que se estarían viviendo en las fábricas desde las que se encargan de confeccionar las prendas de una y otra firma de moda.

Unos supuestos que desde Patagonia argumentan el encontrarse combatiendo, mano a mano, junto a sus proveedores, guardando como principal compromiso el de garantizar el que, para 2025, todos los trabajadores de las fábricas vinculadas a la cadena de proveedores de la marca se encuentren recibiendo un “salario digno” por su trabajo. Un punto para el que en 2020 la marca reconocía que únicamente se había logrado garantizar hasta en el 39 por ciento de las fábricas desde las que se confeccionan sus prendas, sin entrar a detallar en qué puntos se encontraban las fábricas que sí estaban respondiendo a ese compromiso, y las que todavía no lo hacían.

“Patagonia y Primark parecen dos extremos” opuestos, con una situada “en el espectro de la moda lenta”, frente a una otra ubicada en el de “la moda rápida”, tratan de concretar desde FTM. “Sin embargo”, censuran, ambas “marcas tienen algo en común”, y es que “algunas de sus prendas se fabrican exactamente en las mismas fábricas”.

Mismos proveedores que Decathlon o Primark

A pesar así pues de lo defendido por la firma de moda, desde la que nos invitan directamente a preguntar a nuestras marcas favoritas qué es lo que están haciendo para lograr un salario digno para los trabajadores de la industria, así como a exigir “mejores prácticas” en el sector, puesto que, y citamos, “lo que compras es en lo que se convertirá la industria”, la realidad es que la firma estaría recurriendo a producir sus prendas “sostenibles” y “comprometidas”, en las mismas fábricas en lo que lo hacen las grandes cadenas del “fast fashion”. En fábricas como la de Regal Image de Sri Lanka, desde la que directamente no encuentran ni llevan a cabo ninguna diferencia en el método de producción, se encuentren sus trabajadores realizando prendas para Patagonia o para cualquier otra firma de moda o compañía minorista del sector.

“Hasta ahora, realmente no notamos ninguna diferencia entre trabajar con Patagonia o trabajar para Primark o Decathlon”, apunta Kevin Fernando, encargado de la fábrica, en declaraciones concedidas a FTM. Declaraciones que vinieron acompañadas de una visita a la fábrica por parte del equipo de investigación de FTM, durante el que el director del centro pasó a asegurarles que los trabajadores de la fábrica trabajan un máximo de 5 días a la semana, y de 10 horas diarias. Cifras que entraron rápidamente en contradicción con las ofrecidas por uno de los directores de una de las líneas de producción, y quien apuntaba a turnos de casi de 14 horas.

Un sistema viciado y discriminatorio de salarios bajos y bonificaciones por rendimiento

Además de las sombras de las operaciones llevadas a cabo por Regal Image, según las cifras ofrecidas por el citado medio, Patagonia contaría con una red de hasta 14 fábricas proveedoras en Sri Laka, todas ellas vinculadas a únicamente dos socios proveedores: Mas Holdings e Hirdaramani Group. Compañías ambas que formarían parte de la cadena de valor de Patagonia por sus demostradas calificaciones como fabricantes sostenibles, en lo que no obstante, sostienen desde FTM, no iría acompañado del mismo compromiso que ambos grupos industriales dicen sostener hacia sus trabajadores.

A este respecto, en lo que atañe a Mas Holdings, desde FTM denuncian cómo desde la empresa se estaría discriminando a las personas transgénero en los procesos de contratación, a los precarios salarios que estarían abonando a sus empleados a cambio de su trabajo, o a los abusos a los que estos deben de hacer frente por parte de los directores y supervisores de las fábricas, en su hostigamiento por tratar de elevar los niveles de producción y cumplir con los plazos de entrega de marcas como Patagonia, Lululemon o Lacoste. “Nos hablan como si fuéramos animales”, denuncia una de las trabajadoras de una de las fábricas de Mas Holdings a FTM, al tiempo que censura como se les presiona para cumplir los plazos de entrega de unos pedidos, para los que se elevan de manera indiscriminada el volumen de pieza por hora, hasta incluso llegar a los 100 artículos en una hora como en el último pedido recibido por Lululemon, siempre bajo la amenaza de no poder aspirar a una bonificación con la que poder completar un salario base que, en su caso, se sitúa en el rango de los 97 euros al mes.

Sospechas de mano de obra infantil y jornadas de trabajo de hasta 17 horas al día

Al margen de estos centros de Mas Holding, desde FTM también se señala a las auditorías llevadas a cabo por la Fair Labor Association (FLA) desde 2016 en siete fábricas vinculadas a la cadena de valor de Patagonia, 3 de Vietnam, 3 en Sri Lanka y 1 en China. Unas inspecciones durante las que, citan, la organización llegó a registrar docenas de violaciones de los códigos de buenas prácticas que dice defender Patagonia para con dentro de su red de proveedores.

Sobre estas, se citan de manera expresa a los cerca de 2.000 empleados de una fábrica de Vietnam a los que se les pagó menos de lo que les correspondía por el trabajo de sus horas extra, para unos trabajadores para los que tampoco se registró la edad de los empleados, sin poder así pues con ello descartar el uso de mano de obra infantil. Todo mientras al tiempo otra investigación desvelaba que los solicitantes de empleo, en este caso mujeres, tenían que facilitar la fecha de su menstruación, en un apunte que las mismas trabajadoras de una de las fábricas se encargaron de completar, señalando a que no se les permitía quedarse embarazadas durante los primeros seis meses de trabajo. Contemplando a partir de aquí las investigaciones una suma de “infracciones menores”, como las de trabajar sin el equipo de protección adecuado, el encontrar fábricas con salidas de emergencia bloqueadas o la falta de políticas sobre acoso y discriminación. Eso sin olvidar unas jornadas de trabajo que, al contrario de lo que queda estipulado en el código de buenas prácticas de los proveedores de Patagonia, se situaban en máximos de hasta 17 horas al día y en más de 80 horas a la semana.

Unos abusos de las condiciones laborales de los trabajadores vinculados a la red de proveedores de Patagonia, que, por extensión, está generando un nuevo e igualmente grave problema, que es el cada vez más alarmante abuso de drogas por parte de los trabajadores. Un consumo que estarían practicando, apuntan desde FTM, en un intento por mantenerse estimulados y a pleno rendimiento para poder responder a las exigencias de los pedidos y no perder sus “vitales” complementos salariales.

Las respuestas de Patagonia

En respuesta a cada una de las principales causas por las que desde FTM se acusa a Patagonia de no estar respondiendo correctamente a su imagen de compañía, ya no solamente comprometida con el entorno, sino también con las personas, desde la dirección de la misma firma de moda estadounidense han querido responder, al tiempo que dejar claro el que Patagonia, al igual que el resto de grandes multinacionales del sector, no dispone de fábricas propias, sino que opera a través de fábricas operadas por terceros. Un aspecto que muchos consumidores a bien podrían haber interpretado como el que la compañía recurría a fábricas en proximidad o con unas muy sólidas garantías sobre las condiciones de trabajo de sus trabajadores, en una suma de aspectos que son precisamente sobre los que han tratado de echar luz desde FTM con su publicación.

Así pues, en lo que respecta a esa base salarial, y a la pregunta de por qué Patagonia no paga más a sus proveedores, desde la firma apunta a que “confiar en una marca para simplemente cubrir la brecha salarial de los trabajadores de una empresa, es una solución paliativa que no sirve a la fábrica a largo plazo”, puesto que “si la única marca que cubre esa brecha dejase la fábrica, entonces los salarios de los trabajadores desaparecerían, dejando a la fábrica con una carencia de fondo que no podrían cubrir”. Mientras que “además, si la marca simplemente da un cheque a la fábrica, tampoco hay garantías de que el dinero se vaya a destinar a los salarios de los trabajadores”. Terminando ya por recordar el que “la marca no tiene ninguna autoridad sobre cuánto se les paga a los trabajadores, puesto que de ninguna de las maneras son los empleadores de estos trabajadores”.

De otro lado, y en lo que se apunta a esas indefendibles jornadas de trabajo, “las horas extraordinarias excesivas son algo generalizado en todo el mundo, razón por la que se auditan con regularidad”, apuntan desde Patagonia. Así pues, “si encontramos un problema que se pueda resolver, trabajamos con nuestros fabricantes para implementar soluciones sostenibles”. “Esto puede llevar muchos años”, argumentan, “peor creemos que es la mejor solución para trabajadores y para la fábrica”.

Ya por último, y sobre el asunto de esa proliferación del consumo de drogas en las fábricas que este nocivo modelo productivo estaría alimentando, “son denuncias graves y nuevas” para la compañía, pero de las que “sin embargo, sin pruebas, no podemos ofrecer comentarios”. Aún así, “continuamos llevando a cabo nuestro programa de control continuo y seguimos comprometidos a abordar los problemas sistémicos” que puedan seguir apareciendo, defienden, con el objetivo de “garantizar el bienestar de los trabajadores en toda nuestra cadena de suministros.

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