La transformación de Natura también llega a sus oficinas: descubre su nuevo espacio

Luz natural, materiales sostenibles y espacios abiertos que invitan a la creatividad. Así es la nueva sede de Natura en Barcelona, un reflejo físico de la transformación que la compañía está llevando a cabo en su estrategia global. Mientras refuerza su presencia internacional y apuesta por el travel retail, la marca española de moda y complementos sigue evolucionando también desde dentro, con oficinas diseñadas para fomentar la innovación y el bienestar de su equipo.

Este 2025, Natura se ha marcado un objetivo ambicioso: alcanzar los 160 millones de euros en facturación impulsando su crecimiento en mercados clave como Italia y optimizando su red de tiendas. Su nuevo espacio de trabajo es una extensión natural de esta evolución, diseñado para inspirar, conectar y potenciar el talento de su equipo.

“Queríamos un espacio que no solo fuera moderno y funcional, sino que también reflejara quiénes somos como marca. Estas oficinas simbolizan nuestra evolución, pero sin perder aquello que nos define: nuestra cercanía, nuestro cuidado por las personas y nuestro espíritu innovador”, explican desde la compañía.

Para materializar esta visión, el estudio de arquitectura RRIO ha diseñado un entorno diáfano donde la luz y la fluidez espacial son protagonistas. Amplias zonas comunes y salas de reuniones favorecen la comunicación y la creatividad, mientras que una cuidada selección de materiales aporta calidez y equilibrio al conjunto.

La madera, la piedra y los tejidos naturales conviven en un espacio donde la funcionalidad y el diseño van de la mano. La iluminación ha sido trabajada al detalle para crear ambientes acogedores, combinando luz natural con soluciones estratégicas que potencian la amplitud y el confort visual.

La reforma también ha sido una oportunidad para integrar elementos artesanales con un fuerte vínculo local. En colaboración con el colectivo de arte textil Tornen les Esquelles, Natura ha incorporado estructuras de fieltro elaboradas con lana recuperada de Collserola. Estas piezas, que decoran los capiteles del edificio, no solo suman un toque artesanal al espacio, sino que también mejoran la acústica de las oficinas.