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Kering hunde sus cuentas un -13 por ciento

Por Jaime Martinez

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Oficinas centrales de Kering en Milán, Italia. Créditos: Kering.

Madrid – En un momento en el que los resultados económicos de las principales compañías de la industria del lujo parecen estar viniendo a constatar el “enfriamiento” al que parece estar dirigiéndose el sector, al menos sí el sector del lujo francés, y no tanto así el del italiano —por el momento—, el grupo multinacional francés Kering ha terminado por presentar los estados financieros de la compañía relativos al tercer trimestre de su actual ejercicio fiscal de 2023. Periodo de tres meses finalizado a fecha del pasado 30 de septiembre, que la compañía alcanzó a completar registrando una caída generalizada de las ventas de sus principales marcas y firmas de moda. Un a todas luces mal desempeño, que desde su dirección justifican como el resultado, no tanto así de la caída en la demanda de artículos de lujo, sino del impacto que están provocando las medidas estratégicas adoptadas con el objetivo de conseguir destapar todo el potencial que atesoran las distintas marcas en cartera del grupo.

Pasando a poner en negro sobre blanco los balances de la multinacional del lujo francesa, Kering completó el tercer trimestre del año recogiendo ventas por valor de 4 464 millones de euros. Una cantidad que supone una bajada de un -13 por ciento frente a los 5 137 millones facturados durante el mismo tercer trimestre de hace un año; pero manteniéndose aún así como un +14,9 por ciento más que con respecto a los 3 885 millones de euros ingresados por la multinacional francesa durante el tercer trimestre de 2019, último ejercicio que como ya conocemos, y gustamos de señalar, llegó a completarse al margen de los efectos de la pandemia por coronavirus.

“Más allá de las desafiantes condiciones macroeconómicas y de la disminución de la demanda en la industria del lujo, el cambio en el desempeño de nuestra partida de ingresos durante el tercer trimestre es reflejo del impacto de nuestras decisiones por elevar aún más nuestras marcas y su distribución”, no ha dudado a la hora de salir a valorar François-Henri Pinault, presidente y director ejecutivo de Kering, a lo largo de unas declaraciones hechas públicas desde la dirección de la misma multinacional francesa del lujo. “La reorganización que implementamos en julio, nos permitirá fortalecer la dirección de nuestras casas en el entorno actual del mercado, y recuperar nuestra posición e influencia”, defiende Pinault. Mientras que “con la adquisición de Creed completada la semana pasada, una de las casas de fragancias más distinguidas del mundo ha pasado a unirse a nuestra familia, impulsando nuestras ambiciones en el ámbito de la belleza y llevándolas hacia el siguiente nivel”.

Caída generalizada de las ventas en sus principales casas de moda

Profundizando en el desempeño protagonizado por el grupo francés a lo largo de este último tercer trimestre de 2023, por canales de distribución, las ventas generadas en el canal minorista manejado de manera directa por la compañía, registraron una caída del -6 por ciento, en términos comparables. Mientras que en el canal mayorista, y sobre la misma base, las ventas alcanzaron a registrar una caída del -20 por ciento en términos comparables, alimentada como resultado, justifican desde Kering, de las estrategias puestas en marcha por la dirección para reforzar el control sobre la distribución de los artículos de sus distintas marcas, reduciendo en consecuencia su exposición dentro del canal mayorista y multimarca.

Mientras tanto, y para el caso de las principales marcas en cartera del grupo Kering, las ventas de Gucci han caído hasta los 2 217 millones de euros (-14 por ciento). Una bajada que se ha visto reflejada en una contracción de las ventas del -7 por ciento en el canal minorista y del -17 por ciento en el canal mayorista, y que se confía en que termine por ir corrigiéndose a medida que vaya ejecutándose la nueva estrategia de la firma, y vayan empezando a ponerse a la venta los primeros artículos diseñados bajo la dirección creativa de Sabato De Sarno. Quien, no exento de polémicas relacionadas sobre el atractivo y el valor de sus piezas, terminaba por presentar su primera colección de debut como director creativo de Gucci hace escasamente unas semanas, en el marco de esta pasada edición de septiembre de la Semana de la Moda de Milán.

Igualmente a la baja se ha mantenido Yves Saint Laurent, con unas ventas que se han contraído hasta los 768 millones de euros (-16 por ciento). Bajada en su caso protagonizada por una caída del -4 por ciento de las ventas, en términos comparables, en el canal minorista, y del -38 por ciento en el canal mayorista. Caídas que justifican desde Kering, además de con esa estrategia de contención en el canal multimarca, en la alta base comparable con la que viene contando la firma, especialmente destacada frente a los resultados del tercer trimestre de hace un año.

En una tasa de contracción algo menor, se ha mantenido la tercera mayor firma de moda de Kering, una Bottega Veneta que ha completado el trimestre registrando ventas por valor de 381 millones de euros (-13 por ciento). Una caída propiciada por la bajada del -2 por ciento registrada en la red comercial propia de la firma, y por la del -30 por ciento experimentada en el canal mayorista.

Con la división de “eyewear” como única en crecimiento positivo

Terminando de completar sus balances, el resto de las firmas en cartera del grupo Kering, un apéndice en sus cuentas en el que se incluyen desde a Balenciaga, Brioni y Alexander McQueen, a sus casas de joyería Boucheron, Pomellato, DoDo y Queelin, han aportado a las cuentas de la compañía un total de 805 millones de euros (-19 por ciento). Una caída en este caso que llegó como resultado del comportamiento dispar y renqueante de Balenciaga y por la desaceleración en las ventas de McQueen, desempeños que se vieron compensados por el aumento de las ventas de Brioni, así como de Boucheron, Pomellato y Qeelin desde dentro de la división de Alta Joyería del grupo multinacional francés.

Para finalizar, y como dato singularmente positivo, la división de óptica y de moda “eyewear” del grupo, constituida en el año 2014, junto a otras áreas corporativas, ha aportado un total de 333 millones de euros adicionales a las cuentas de Kering, siendo la única que consigue crecer y mantenerse en positivo frente a los resultados del pasado año (+31 por ciento). Un crecimiento que se vio favorecido especialmente gracias al aumento de las ventas de monturas ópticas, que ha terminado por tomar el testigo del igualmente considerable aumento de las gafas de sol registrado durante el primer semestre del año.

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