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Felipe VI: “Hoy innovar ya no es una opción; innovar es una obligación”

Por Jaime Martinez

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Empresas |EN PROFUNDIDAD

Madrid – España tiene sobradas carencias en relación a sus inversiones, tanto públicas como privadas, destinadas a investigación y desarrollo. Unos fondos dirigidos a desarrollar toda una serie de avances en I+D que se muestran, en circunstancias de emergencia como las actuales, más fundamentales que nunca, y que en último término contribuyen de manera más que notoria a consolidar el desarrollo económico del país, y el bienestar de nosotros sus ciudadanos. Así al menos se desprende del último informe publicado por la Fundación Cotec para la innovación. Organización privada sin ánimo de lucro dirigida a promover la innovación como motor de desarrollo económico y social, y encargada de recopilar toda una serie de datos, análisis y propuestas relacionadas con el desarrollo y la inversión en I+D en nuestro país.

Al acto de presentación del informe, realizado en el día de ayer sin público presencial, asistieron la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Contando asimismo con las intervenciones de José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica; de Jordi Gual, presidente de CaixaBank; Cristina Garmendia, presidenta desde 2015 de Cotec y exministra de Ciencia e Innovación del Gobierno de España presidido por José Luis Rodríguez Zapatero; Eva Serna, vicerrectora de Economía, Emprendimiento y Empleabilidad de la Universidad de Alcalá; y con las de Doña Letizia y SM el Rey Felipe VI. Quien en su papel de Presidente de Honor de la Fundación se encargó de presidir y cerrar el acto de presentación.

Durante su intervención, tras recordar a las víctimas del Covid-19 y lanzar un llamamiento a todos los ciudadanos para contribuir a la reconstrucción del país, Felipe VI incidió en el hecho de que una situación como la actual no hace sino evidenciar “que la ciencia y la innovación son fundamentales para enfrentarse a las crisis globales y a los grandes retos sociales”. “Hemos perdido muchas personas”, añadía con pesadumbre el jefe del Estado, “y hemos perdido también mucho de lo logrado en años”. “Pero el futuro tendremos que seguir construyéndolo y habremos de hacerlo con inteligencia, con generosidad, y nuevamente con esfuerzo y sacrificio; pensando en las generaciones que nos sucedan: por nuestro país y su porvenir”. “Cambio, conocimiento y valor son los tres elementos esenciales, según se ha señalado desde esta fundación, para poder hablar de un fenómeno innovador. Y durante muchos años sus estudios e iniciativas tenían presente el cambio tecnológico, el conocimiento científico y el valor económico. Era necesario, era prioritario, pero en 2015 descubrimos que no era suficiente. Y ahora, en estos tiempos convulsos”, añadía el monarca, “volvemos a constatar el acierto de COTEC al extender la mirada a otros cambios, otros conocimientos y otros valores. Hoy innovar ya no es una opción; innovar es una obligación”.

Los cambios ante la nueva era postcoronavirus

A lo largo de su intervención en la presentación del informe, el presidente de Telefónica y vicepresidente de Cotec, José María Álvarez-Pallete, aseguró que como consecuencia del brote de coronavirus “el mundo ya ha cambiado y no volverá a ser como antes”. “No es sólo el teletrabajo”, apuntaba, “es la forma de entretenernos, de comprar, de aprender, incluso de llevar una empresa o un país”. “Todo esto ha llegado ya para quedarse”, señalaba Álvarez-Pallete; quien igualmente adelantaba en los profundos cambios que esta pandemia podría terminar reflejando en los modelos educativos, y en consecuencia en la mano de obra productiva del país. “Si antes la digitalización del sistema educativo era crítica, ahora se ha incrementado exponencialmente”, destacando que “hay un espacio enorme para la FP”, al tiempo que defendía la necesidad de establecer un nuevo contrato social, “para forjar un nuevo mundo más solidario, humilde y unido”. “Las sociedades grandes, y la nuestra lo es, siempre recomienzan. Vamos a salir adelante. Y lo vamos a hacer más unidos y conectados. Soy muy fan de España”.

Por su parte Jordi Gual, presidente de CaixaBank e igualmente vicepresidente de Cotec, se encargó de advertir de que “si por razones de salud la actividad económica tarda más tiempo en volver a la normalidad, habrá que valorar medidas adicionales que faciliten la solvencia de las empresas en los sectores más afectados”. “Una vez superada la fase más crítica de la crisis de la Covid-19, debemos aprovechar para implantar políticas económicas y regulatorias que favorezcan patrones de consumo y producción más robustos y sostenibles”. Abogando igualmente en que algo ha puesto de manifiesto esta crisis, son “las ventajas de la digitalización en el seno de las organizaciones” y el hecho de “que es clave disponer de una buena gestión de la información y los datos”.

En relación ya los aspectos concretos que se encarga de recoger el informe, la presidenta de Cotec, Cristina Garmendia, incidía en el hecho de que nuestro país “todavía no ha recuperado los niveles de esfuerzo en I+D sobre PIB que alcanzó en la primera década del siglo”, lo que ha llevado “a una situación límite a nuestras universidades y organismos de investigación”. Pese a lo cual, frente a una nueva crisis que “no sólo afectará a nuestras capacidades, sino también a nuestras prioridades”, Garmendia confía en que “no se ensañe nuevamente con la educación, la ciencia y la innovación”. Sino que por el contrario, de esta situación de emergencia, en la que ha quedado de manifiesto “el papel central que han tenido la ciencia y la innovación en la primera línea de defensa contra el virus”, España pueda, “esta vez sí”, salir “de la crisis apostando por el conocimiento”.

Exiguo crecimiento de las inversiones en I+D hasta el 1,24 por ciento del PIB

Entre los aspectos más destacados que recoge el informe de 2020, Cotec sitúa la evolución en I+D en España de estos últimos años en tendencia positiva y con un mayor peso dentro de la estructura productiva del país. Algo que sin embargo no ha impedido que en ración al PIB las inversiones continúen por debajo de valores de años anteriores, al tiempo que no hace sino aumentarse la distancia respecto a la media en inversiones en I+D de los demás países europeos.

“Lamentablemente, los datos disponibles ponen de manifiesto que España tiene importancias carencias”, señalan desde Cotec. “En el año 2018, la inversión en I+D aumentó por cuarto año consecutivo, incrementando también su peso en la estructura productiva hasta el 1,24 por ciento del PIB”. “Sin embargo”, añade en su informe la Fundación, “esta cifra es muy inferior a la del 1,40 por ciento que se alcanzó en 2010 y que es el valor máximo logrado en lo que va de siglo”. Así por tanto, “aunque la tendencia es positiva, los niveles de inversión en I+D están muy alejados de lo que nos correspondería por nuestro potencial económico y que nos sitúan lejos de la media europea”; e igualmente del “objetivo del 2 por ciento que el Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación mantiene para 2020, y que ya no es posible cumplir”.

España pierde peso en innovación en Europa, y Europa frente a China

En relación precisamente con Europa, cuya media de inversión en I+D se sitúa en el 2,11 por ciento del PIB, contrasta la situación renquean de una España que únicamente destina, entre inversión pública y privada, ese 1,24 por ciento del PIB. Y todo ello mientras Europa en 2018 ya invertía un 27 por ciento más que antes de la crisis anterior.

“El esfuerzo de España en I+D no solo está lejos del promedio comunitario”, destacan desde Cotec, “sino que la brecha aumenta cada año”. “El proceso de convergencia que tuvo lugar hasta 2008, cuando se redujo la distancia a medio punto porcentual, se ha convertido en una clara divergencia, de modo que en 2018 la distancia es ya casi de nueve décimas, aproximadamente la misma que en 2000 (0,88)”. “La explicación de esta distancia entre España y la media de la UE en términos de I+D no hay que buscarla en el potencial económico. Si tomamos los valores medios de la UE-28 como un índice 100, la renta per cápita española alcanzaría los 91 puntos, mientras que la inversión en I+D por habitante se quedaría en 49. En 2018 había 5 países en Europa con menor renta por habitante que España, pero con una mayor apuesta por la I+D (Eslovenia, Estonia, Hungría, Portugal y República Checa)”.

La preocupante situación del país en relación con Europa, se acrecentó todavía más en comparación con China, “que en este periodo ha más que duplicado sus niveles de inversión en I+D, y desde 2015 invierte ya al mismo nivel que la Unión Europea (ambas economías invierten un 2,1% de su PIB)”. Mientras que haciendo un análisis en términos de la última década, de 2009 a 2018 España ha logrado acumular un aumento del 2,5 por ciento. Cifra “claramente inferior” al crecimiento recogido en las otras cuatro grandes economías europeas: Alemania (38 por ciento), Reino Unido (21 por ciento), Italia (17 por ciento) y Francia (12 por ciento). Y en términos globales, frente a unos Estados Unidos cuyo desarrollo se colocaba en el 15 por ciento, una Union Europea de los 28 con una media acumulada del 27 por ciento, y de una China al 120 por ciento como principal inversora en el desarrollo de I+D.

España, por debajo de la media de la UE y a la cola en inversión pública y privada

Atendiendo a los valores invertidos en I+D por parte de capital público y empresas privadas, de 2009 a 2018 la inversión pública en España acumulaba una bajada del -9,8 por ciento, mientras que la inversión privada aumentaba un ligero +1,9 por ciento. Dos valores que destacan frente a la media de la Unión Europea, con un 10,5 por ciento de inversión pública y un 37,8 por ciento de inversión privada en I+D. Y todavía más con respecto a otras economías, como la Alemana, con un aumento del 31,9 por ciento y de un 40,2 por ciento en inversión publica y privada respectivamente en I+D. O frente a Francia, que compensaba la bajada del -0,29 por ciento en inversión pública, con un aumento del 19,6 por ciento en inversión privada.

“En la comparativa entre España y Europa llama la atención el comportamiento de la inversión pública. El crecimiento acumulado en la inversión pública en España entre 2010 y 2018 es del -9,8 por ciento, inferior al dinamismo observado en Europa”.

Crece la inversión de las empresas en I+D

En relación a las inversiones realizada por parte de las empresas, el informe da como resultado que cada vez es mayor las cantidades que las compañías privadas destinan a sus inversiones en I+D. Un crecimiento que se produce por cuarto año consecutivo, logrando alcanzar por su parte el máximo histórico, y que se hace especialmente en base a los recursos internos de las propias empresas.

“En 2018 crece por cuarto año consecutivo la inversión en I+D de las empresas, hasta los 8.445 millones de euros, y además lo hace con mayor intensidad, un 9,3 por ciento”. “Las empresas españolas, que redujeron su gasto en I+D interna entre 2008 y 2014, ya ejecutan en 2018 un 5 por ciento más que en 2008, año en la que alcanzaron su [anterior] máximo histórico de inversión en I+D”. Mientras que “los datos obtenidos de la ‘Encuesta sobre actividades de I+D’ del INE, correspondientes al año 2018, vuelven a confirmar que las empresas españolas financian con recursos propios la mayor parte de su inversión en I+D”.

Sin embargo, a lo largo de ese mismo 2018, en el que “crece por primera vez con fuerza el número de empresas con I+D interna, que ya son 10.843 (664 más que el año anterior)”, el número de compañías representa “poco más del 70 por ciento de las de 2008”. “Esta reducción afecta sobre todo a las empresas pequeñas, ya que las grandes son solo un 8 por ciento menos que ese año”, reflejándose en una contribución a la inversión que baja del 54 por ciento de 2008, al 47 por ciento de 2018. Aún así, el peso con el que cuentan las Pymes en relación a las inversiones realizadas por parte de las grandes empresas en nuestro país, “no es la pauta habitual en la UE”. Donde “según datos de Eurostat, en 2017, en España, la inversión era casi del 46 por ciento realizada por las pymes y 54 por ciento por las grandes”, mientras que en países como “Alemania las empresas grandes realizaron el 92 por ciento del esfuerzo; en el Reino Unido (2016) el 79 por ciento; en Francia el 73 por ciento y en Italia el 63 por ciento”.

Esto sitúa la inversión en I+D de las pymes españolas en 2017 en un 0,30 por ciento de nuestro PIB, “muy por encima del 0,18 por ciento de las pymes alemanas o el 0,23 por ciento de las británicas, pero ya por debajo de las italianas (0,31 por ciento), francesas (0,39 por ciento) o de las nórdicas, que se sitúan en torno al 60 por ciento”, en un ranking que llega liderado por Islandia, con unas Pymes que alcanzan a invertir hasta un 1,11 por ciento del PIB del país.

Inversión en I+D por comunidades autónomas

Prestando atención a las inversiones en I+D respecto al PIB de las distintas comunidades autónomas, únicamente 5 logran situarse por encima de la media del 1,24 por ciento recogida por España: País Vasco (1,96 por ciento), Comunidad de Madrid (1,71 por ciento), Comunidad Foral de Navarra (1,68 por ciento), Cataluña (1,52 por ciento) y Castilla y León (1,30 por ciento). Mientras que por detrás de la media nacional lo hacen, por este orden, la Comunidad Valenciana (1,05 por ciento), Región de Murcia (0,97 por ciento), Galicia (0,94 por ciento), Andalucía (0,92 por ciento), Aragón (0,90 por ciento), Cantabria (0,85 por ciento), la Rioja (0,83 por ciento), Asturias (0,80 por ciento), Extremadura (0,63 por ciento), Castilla-La Mancha (0,52 por ciento), Canarias (0,47 por ciento) y las Islas Baleares (0,41 por ciento).

Photo Credits: Cortesía de Casa de S.M. el Rey.

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