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España, potencia mundial en moda nupcial: radiografía de un sector que conquista el exterior y se adapta a los nuevos tiempos

Por Alicia Reyes Sarmiento

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Rivini By Rita Vinieris Spring Summer 2026, Bridal Credits: ©Launchmetrics/spotlight.

Barcelona Bridal Fashion Week (BBFW) calienta motores y, una vez más, se prepara para convertirse en el epicentro de la moda nupcial. A las puertas de una nueva edición, el evento reafirma su papel como el gran escaparate nacional de un sector que no solo sigue diciendo “sí quiero”, sino que además refleja una industria potente, internacionalizada y en plena transformación.

Los estudios recientes coinciden en que, tras el parón provocado por la pandemia, el mercado nupcial español ha vivido una fuerte reactivación: aumentan los enlaces, se incrementa el gasto por celebración y las generaciones más jóvenes introducen nuevas prioridades y valores, situando al sector ante un punto de inflexión clave.

Desde FashionUnited hemos podido constatar esta evolución en eventos que ya se han celebrado como European Bridal Week en Alemania —donde los grupos españoles Pronovias o Rosa Clará son ya presencia habitual—, confirmando que el sector encara 2024 con un optimismo prudente, respaldado por la recuperación, e incluso en algunos casos la superación, de los indicadores prepandemia.

En plena temporada alta, analizamos el peso económico de la industria nupcial, sus principales actores, su vocación exportadora y las claves que marcarán la moda nupcial de cara a 2025.

Un sector especializado con fuerte peso económico

Pese a su carácter especializado, la moda nupcial desempeña un papel clave dentro del entramado textil español. En 2022, este segmento —que abarca desde vestidos de novia y trajes de ceremonia hasta complementos— generó una facturación de 1.350 millones de euros, equivalente al 0,1 por ciento del PIB nacional.

Lejos de ser una cifra menor, revela la solidez de un sector altamente especializado en el que los vestidos de novia representan por sí solos cerca del 13 por ciento del producto interior bruto total del textil y la confección en España.

Desde la BBFW estimaban hace un par de años que en España operan alrededor de 730 empresas del sector nupcial, que dan empleo directo a más de 13.400 personas. Cataluña lidera la actividad, concentrando el 41 por ciento de la facturación nacional, con epicentros como Barcelona —hogar de Pronovias, Rosa Clará o Jesús Peiró—. Le siguen Madrid, con cerca del 25 por ciento del total nacional, y otras regiones como Galicia, Andalucía y la Comunidad Valenciana, destacadas por su enfoque artesanal.

Atelier Eme Spring Summer 2018, Bridal. Credits: ©Launchmetrics/spotlight.

A estos empleos directos se suman miles de puestos de trabajo indirectos: proveedores de tejidos, encajeros, talleres externos de bordado, distribuidores, personal autónomo de costura a medida, comerciales internacionales, etc. Además, si ampliamos el foco al conjunto del negocio nupcial, el impacto total en el empleo y la economía nacional supera los 4.000 millones de euros anuales.

El 80 por ciento de los vestidos de novia se exportan

Pero España no solo viste a sus novias, exporta la moda nupcial y la posiciona como producto premium en los mercados internacionales. En 2022 se produjeron en nuestro país cerca de 920.000 vestidos de novia, y de ellos aproximadamente un 80 por ciento se destinó a la exportación, generando unos ingresos de 670 millones de euros.

Esta cifra coloca a España como el segundo mayor exportador de vestidos de novia a nivel mundial, por detrás únicamente de China en volumen, pero líder indiscutible en el segmento de alta gama, donde el diseño, la artesanía y la calidad textil marcan la diferencia competitiva.

Aproximadamente el 77 por ciento de los productos nupciales españoles tienen como destino países europeos, destacando Italia, Francia, Alemania, Reino Unido y Portugal. Fuera del continente, mercados como Estados Unidos y México representan una importante cuota en términos de volumen y visibilidad, especialmente en el segmento de lujo accesible.

Pronovias x Ashley Graham en EE.UU. Credits: Pronovias.

A su vez, Asia-Pacífico emerge como una de las regiones con mayor potencial de crecimiento: Japón, Corea del Sur y los países del Sudeste Asiático muestran una demanda creciente de propuestas nupciales sofisticadas, exclusivas y de alto valor añadido, áreas donde la oferta española se sitúa en clara ventaja competitiva. Según datos de BBFW 2024, también se observa un creciente interés desde Europa del Este y Latinoamérica.

¿Qué se cuece en la moda nupcial 2025?

Desde 2022, el número de bodas en España ha aumentado, alcanzando su nivel más alto desde 2010. También creció el presupuesto medio destinado a estos eventos, con un mayor coste promedio en 2024. Tras el impacto de la pandemia, la industria nupcial ha mostrado una fuerte recuperación, impulsada por la demanda acumulada y el renovado interés en celebrar.

Con la llegada de nuevas generaciones al altar, donde conceptos como endless weddings, pet sitters o content creators cobran protagonismo, el look nupcial y la inversión en este también evoluciona.

De acuerdo con el Libro Imprescindible de las Bodas —publicado por Bodas.net en colaboración con el profesor de Esade Carles Torrecilla y Google—, el 71 por ciento de las novias sigue optando por el blanco para su gran día, aunque el marfil (21 por ciento) gana adeptas cada año.

Anne Barge Spring Summer 2026, Bridal. Credits: ©Launchmetrics/spotlight.

El escote en V (53 por ciento), el escote barco (16 por ciento) y el escote corazón (8 por ciento) lideran las preferencias, mientras que los cortes en A (27 por ciento) y princesa (26 por ciento) son los más elegidos en cuanto a silueta.

La coherencia con el estilo habitual se consolida como una de las principales prioridades a la hora de elegir el look nupcial. Siete de cada diez novias aseguran que buscan un conjunto que refleje su identidad estética cotidiana, dejando atrás las expectativas más tradicionales.

Ines Di Santo Fall Winter 2025, Bridal. Credits: ©Launchmetrics/spotlight.

Este cambio de paradigma también se refleja en la elección del proveedor: el 92 por ciento opta por acudir a tiendas especializadas, ateliers o diseñadores con los que se sienten identificadas, en busca de propuestas personalizadas que respeten su visión.

En términos económicos, el presupuesto medio destinado al vestido y los accesorios asciende a 2.320 euros, una cifra que supera los 2.150 euros registrados en 2022.

Además, crece la tendencia de lucir varios estilismos en una misma jornada. Según el informe, el 26 por ciento de las futuras esposas tiene previsto cambiar de vestido durante la celebración o transformar su diseño principal para adaptarlo a los distintos momentos del día.

Francesca Miranda Spring Summer 2026, Bridal. Credits: ©Launchmetrics/spotlight.

Esta inclinación hacia la versatilidad conecta con otra corriente al alza: la reutilización del vestido de novia. El 29 por ciento de las encuestadas estaría dispuesta a adaptarlo para una nueva ocasión, aunque la mayoría (71 por ciento) prefiere conservarlo como recuerdo o considera que su rediseño sería complicado.

Viktor&Rolf Spring Summer 2026, Bridal. Credits: ©Launchmetrics/spotlight.

Ellos también lo tienen claro. El presupuesto medio para el traje se mantiene estable en 1.020 euros y, al igual que las novias, prefieren acudir a profesionales: el 74 por ciento opta por sastres, diseñadores o tiendas especializadas. En cuanto al estilo, el traje clásico con corbata o pajarita sigue reinando como la elección favorita.

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