Dolores Promesas se declara en quiebra a la espera de un nuevo socio inversor

Madrid – La popular firma española Dolores Promesas se ha declarado en quiebra y entra en concurso de acreedores. Proceso que ya se encontraría tramitando el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Madrid, y al que la conocida compañía se habría acogido con el fin de renegociar su deuda con sus acreedores, con el fin de evitar su liquidación. Preceptos que son los que permiten esta herramienta de la ley concursal española, similar al conocido como “Capítulo 11” de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos, y que se estaría tramitando mientras que de manera paralela la actual dirección de la firma avanzaría en las negociaciones que mantiene para la entrada en el accionariado de un nuevo socio inversor, cuya entrada debiera de garantizar la aportación de los recursos necesarios para asegurar la viabilidad de la empresa.

Según las informaciones que salían a la luz a comienzos de esta misma semana, adelantadas por el medio Vozpópuli, estaría previsto que el auto que apruebe la entrada de la compañía en concurso de acreedores vea la luz a lo largo de los próximos días. Estando en las intenciones de la compañía el, una vez sea dictado, poder acordar rápidamente la venta de parte de la firma al nuevo accionista. Cuya entrada hará variar irremediablemente el actual reparto de representaciones de la compañía, fundada en el año 2005 por la diseñadora Alicia Hernández junto a Javier Lapeña y Miryam Pintado. Un triunvirato que había permanecido unido hasta la salida de Hernández, que ejercía las labores de directora creativa de la firma, el pasado verano; dejando a Lapeña, con un 27 por ciento de la empresa, y a Pintado, que maneja el control de un 54 por ciento a través de la agencia de comunicación Gallery Room, al frente de su dirección.

Un año de dificultades tras la solicitud del preconcurso de acreedores

A la espera de conocer de qué manera terminará concluyendo esta declaración concursal, esta llega como consecuencia de los duros estragos que la pandemia ha terminado generando en las cuentas y a la actividad de Dolores Promesas. Firma que no atravesaba por un buen momento antes de la irrupción del coronavirus, significándose esta solicitud como la continuación directa al preconcurso de acreedores al que se acogía la firma a comienzos del pasado mes de febrero de 2020.

Ya por aquel entonces, cuando el coronavirus todavía nos era en sus principales efectos ajeno, y tal como adelantábamos desde FashionUnited, desde la firma se acogían a esta figura del preconcruso de acreedores con el fin de llevar a cabo una “reestructuración” de su red comercial y de su plantilla, iniciando en consecuencia una serie de cierres y de despidos, entendidos por su dirección como la única salida viable frente a “la caída de las ventas y las dificultades financieras ante la situación del sector”. Una difícil situación que solamente se veía agravada unas semanas más tarde, tras la irrupción de la pandemia, y que ya por entonces la compañía adelantaba sus intenciones de intentar superar con la entrada de algún nuevo socio inversor. Para lo cual, añadían entonces, contaba ya con un “avanzado proceso de negociación con varios posibles socios inversores”.

Unas negociaciones que, a la vista de los hechos, parece que finalmente no llegaron a buen término en aquel momento, pero que sí podrían fructificar a lo largo de este nuevo plazo que se abre de la mano de esta declaración concursal. De no ser así, y de que la compañía no lograse cerrar un acuerdo de su deuda con sus acreedores, el siguiente paso sería la entrada en liquidación de Dolores Promesas. Un extremo al que en el pasado ya llegaron otras compañías similares como la firma de moda Hoss Intropia, que finalmente era adquirida, como marca comercial y dentro ya de su periodo de liquidación, por el grupo español Tendam.

Photo Credits: Dolores Promesas, página oficial.