Boohoo cierra en pérdidas y arranca plan para optimizar costes y mitigar la inflación
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El grupo multinacional británico Boohoo, compañía especializada en el ámbito de las compras online y propietaria de un extenso portafolio de marcas comerciales entre las que se incluyen desde las firmas Dorothy Perkins, Wallis y Burton, propiedad de Arcadia hasta su liquidación en febrero de 2021, hasta la histórica Debenhams, ha hecho públicos esta misma mañana sus resultados financieros relativos a su último ejercicio completo de 2021. Periodo anual que completaba el pasado 28 de febrero de 2022, durante el que la compañía, a pesar de haber logrado aumentar su volumen de ingresos, se ha terminado viendo lastrada por el peso de unas inversiones que ha seguido valorando como estratégicas, en lo que la ha terminado llevando a cerrar en pérdidas netas. Un nada buen dato que desde la dirección defienden que se ha visto provocado a cuenta de la pandemia, la misma que no obstante la ha permitido consolidar su modelo de negocio a lo largo de estos dos últimos años.
Entrando a desgranar las cifras ofrecidas por la multinacional del e-commerce británica, Boohoo Group cerraba su ejercicio de 2021 con unos ingresos totales por valor de 1.982,8 millones de libras, unos 2.358 millones de euros al cambio actual. Una cifra que refleja un incremento de su facturación de un +13,61 por ciento frente a los 1.745,3 millones de libras de su anterior ejercicio de 2020; así como un incremento del +60,56 por ciento con respecto a los 1.234,9 millones que la compañía llegaba a generar durante su anterior ejercicio de 2019, el último que llegó a completar el Grupo antes de la irrupción de la pandemia por coronavirus, con fecha del 29 de febrero de 2020.
A pesar de este aumento de la facturación, y en lo que bien adelante ya la decisión tomada por la dirección de la multinacional de poner en marcha un plan estratégico dirigido a aumentar la optimización de sus operaciones y a mitigar la inflación y el aumento de sus costes operativos, Boohoo Group no conseguía cerrar en positivo un ejercicio de 2021 que ha terminado completado con unas pérdidas netas por valor de -4 millones de libras. Cifra muy alejada del beneficio neto de 93,4 millones de libras que la compañía reunía al cierre de su anterior ejercicio de 2020, así como de los 72,9 millones de libras de beneficio que recogía al cierre del ejercicio de 2019.
“Durante los últimos dos años, hemos estado aumentado significativamente nuestra participación en el mercado, principalmente en nuestros principales mercados estratégicos del Reino Unido y los Estados Unidos, y hemos aumentado el número de clientes activos en un +43 por ciento en todo el Grupo hasta los 20 millones”, trataba de justificar John Lyttle, director ejecutivo de la compañía británica, a lo largo de unas declaraciones difundidas desde la propia empresa.
“Nuestro enfoque para estos dos últimos años”, continuaba explicando Lyttle, “ha ido dirigido a realizar inversiones con las que construir una plataforma sólida, dotada de una infraestructura adecuada, respaldada por una mayor capacidad para servir mejor a nuestros clientes”. Una etapa de consolidación, a base también de adquisiciones de marcas bien reconocidas entre su público objetivo, que el propio Lyttle se ha encargado de anunciar que entra ahora en un nuevo ciclo, mediante la puesta en marcha de una serie de medidas desde las que la dirección tratará de devolver a la compañía al terreno de la rentabilidad.
Objetivo: optimizar operaciones e inversiones y reducir costes operativos
De cara así pues a este nuevo ejercicio fiscal en el que se encuentra ya inmersa la multinacional británica, desde Boohoo anuncian que sus prioridades pasan ahora a centrarse en la implementación de una serie de medidas con las que tratarán de optimizar sus operaciones. Todo en el marco de un entorno altamente desafiante, para el que prevén que los mismos factores externos relacionados con la pandemia que afectaron a la compañía en 2021, véanse las interrupciones en las cadenas de valor, en el tránsito de mercancías o el alza de los precios, se seguirán reproduciendo a lo largo de este nuevo ejercicio.
Para compensar esta serie de dificultades, la compañía dirigirá sus esfuerzos a potenciar la producción en proximidad, con el objetivo de reducir así los plazos de entrega, su exposición a un posible aumento de los costes ya elevados de distribución y flete de mercancías y a una posible interrupción dentro de su cadena de valor. También a reducir sus niveles de inventario mediante la producción de colecciones más limitadas; a revisar y poner en práctica un programa de eficiencia de sus costes operativos; y a realizar únicamente inversiones de capital en aquellas iniciativas que se consideren como claves y con el potencial de lograr respaldar el crecimiento estratégico del grupo. Incluyéndose ya dentro de este último apartado acciones como la de sumar nuevos acuerdos dentro del canal mayorista; llevar a cabo una actualización de la plataforma online de Debenhams; poner en marcha la automatización de su centro de distribución de Sheffield; y acelerar las inversiones del nuevo centro de distribución en Estados Unidos, para su puesta en marcha en 2023. Un conjunto en suma de medidas, con las que la multinacional tratará igualmente de mitigar las tensiones inflacionistas que amagan ya con provocar una profunda contracción del gasto entre los consumidores.
“Con la actual inflación y el aumento de los costes a corto plazo que afecta a los consumidores, el Grupo tiene la intención de maximizar la eficiencia en su modelo operativo y mitigar” esos sobrecostes siempre que “sea posible, antes de recurrir a trasladarlos a los precios y a los consumidores”, explican de manera resumida desde Boohoo. Compañía que, en términos económicos, anticipan un aumento de su facturación en el rango de un solo dígito bajo para este año, así como un Ebitda ajustado de entre el 4 y el 7 por ciento, “ya que el Grupo espera seguir viéndose afectado por factores relacionados con la pandemia que impacta negativamente en los costes dentro de su cadena de suministros y en su oferta competitiva internacional”.
“Durante el próximo año, nos enfocaremos en optimizar nuestras operaciones aumentado la flexibilidad dentro de nuestra cadena de suministros, impulsando proyectos clave de alta rentabilidad y avanzando en iniciativas estratégicas como la venta al por mayor y en nuestro centro de distribución en Estados Unidos”, sintetiza John Lyttle. “Esto”, apostilla el principal ejecutivo de la multinacional británica, “asegurará que el grupo esté bien posicionado para recuperarse con fuerza, a medida que se disipan los vientos en contra relacionados con la pandemia”.
Hundimiento de las acciones
Una vez hechos públicos los resultados de Boohoo concernientes a su último ejercicio fiscal, la respuesta de los mercados no se ha hecho esperar, en lo que ha terminado hundiendo la cotización de las acciones de la compañía en la Bolsa de Valores de Londres. Mercado bursátil del que Boohoo participa desde marzo del año 2014 bajo el ticker “BOO”.
A este respecto, tras cerrar la sesión de ayer martes a 80,22 peniques por acción, los títulos de Boohoo han experimentado una caída del -14,49 por ciento, tras pasar a los 68,60 peniques por título a los que sus acciones se cotizan en estos momentos. Cifra esta igualmente en un -42 por ciento por debajo de los 118,35 peniques por título a los que las acciones de Boohoo cotizaban hace hoy justamente un año.