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Amer Sports (Salomon y Wilson) registra ante la SEC su solicitud para cotizar en la Bolsa de Nueva York

Por Jaime Martinez

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Tienda de la marca Salomon en Barcelona (España). Créditos: Amer Sports.

Madrid – La empresa multinacional finlandesa Amer Sports, propietaria de un tan amplio como diversificado portafolio de marcas de moda propias especializadas en los sectores de la moda deportiva y para actividades “outdoor”, acaba de solicitar formalmente ante la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), su salida a cotizar en la Bolsa de Nueva York. Una propuesta de solicitud que ahora será objeto de revisión por parte de la SEC, y para la que la compañía finlandesa está recurriendo a los servicios de entidades financieras como Goldman Sachs, Bank of America, JP Morgan y Morgan Stanley, en vistas a la culminación de un proceso que confían en completar con éxito, y con su entrada a cotizar en el NYSE bajo el ticker formado por las siglas “AS”.

Desde el prospecto preliminar presentando ante la SEC por la dirección de Amer Sports, desde la compañía finlandesa han entrado a dibujar un pormenorizado y detallado perfil de las principales características, del valor, del potencial y de la situación actual en la que se encuentra la multinacional, pero sin ofrecer, todavía, los detalles pormenorizados por la que se regiría esta potencial salida a bolsa, y relacionados tanto en lo concerniente al número de emisión de las acciones, como al rango de precio por acción desde el que confían poder empezar a comercializar sus títulos en la Bolsa de Nueva York. Puntos estos que es de esperar que desde Amers Sports terminen de adelantar, una vez que ya se logre recibir el visto bueno por parte de la SEC, a la OPI (oferta pública inicial) que han solicitado con la presentación de este prospecto preliminar, a fecha de este jueves cuatro de enero de 2024.

Pelotas de tenis de Wilson, una de las marcas propias en cartera de Amer Sports. Créditos: Amer Sports.

Como principales activos, y atractivos, de la empresa para los potenciales futuros inversores de la multinacional finlandesa, desde su dirección no dudan a la hora de directamente señalar a su cartera de marcas propias. Un portafolio que se encuentra estructurado en torno a un total de tres líneas de negocio, ropa técnica; prendas y equipamiento para actividades de alto rendimiento al aire libre; y pelotas y raquetas deportivas. Tres áreas de negocio que se encuentran lideradas, respectivamente, por las icónicas y bien reconocidas marcas Arc’teryx, marca de ropa técnica y de equipamiento especializado en escalada y deportes de montaña; Salomon, firma de calzado, moda y equipamiento para deportes de invierno fundada en los Alpes franceses en torno al año 1947; y por Wilson, firmada fundada en 1914 en Chicago y especializada en prendas, accesorios y productos deportivos para la práctica del tenis, el béisbol o el fútbol americano. Tres icónicas y bien reconocidas marcas, como puntales de esas tres áreas de negocio, y como principales representantes de una cartera que se termina de completar con las igualmente bien valoradas Peak Performance, Atomic, Armada, Enve, Louisville Slugger, DeMarini, EvoShield o por Atec, proveedora oficial de los equipos de entrenamiento de la organización de las Grandes Ligas de Béisbol, una de las ligas deportivas profesionales más importantes de Estados Unidos y Canadá.

“Nuestras marcas son nuestras estrellas, elevan constantemente la experiencia del consumidor y crean comunidades prósperas”, ponen en valor desde Amer Sports desde el prospecto preliminar para su OPI presentado ante la SEC, y al que hemos tenido acceso desde FashionUnited. En respuesta a ese papel, añaden, “capacitamos a nuestras marcas para que busquen un liderazgo que dé forma al mercado”, y desde el que “establezcamos el estándar de calidad, rendimiento y experiencia de la marca”, y de todo el sector, “a nivel mundial”. “Si bien nuestras marcas cuentan con una herencia bien establecida y ejerce un papel de liderazgo en el mercado actual”, añaden, “aún queda mucho camino por recorrer”. Mirando hacia ese nuevo horizonte, “estamos entusiasmados con nuestro futuro y con la oportunidad de impulsar el crecimiento en cada uno de nuestros tres segmentos: indumentaria técnica, rendimiento al aire libre y deportes de pelota y raqueta”. Tres áreas en torno a las que se reúnen “nuestro ‘clúster de marcas’”, que “reflejan tanto cómo nuestros consumidores interactúan con nuestros productos, como cómo gestionamos nuestro negocio”, sobre el que confían a salir a escalar y a continuar ganando mayor cuota de mercado, niveles de facturación y presencia global, de la mano de todo el potencial que estiman que terminará nutriéndoles, tanto a la compañía como grupo como a cada una de sus marcas en cartera, esta futura, y por ahora todavía únicamente potencial, salida a cotizar en la Bolsa de Nueva York.

En propiedad de las chinas Anta Sports y Tencent desde 2019

Fundada en torno al año 1950 en Finlandia como Amer-Tupakka, la compañía empezó su andadura como una empresa especializada en la fabricación y distribución de tabaco de estilo americano, adquirió el derecho de producir y vender cigarrillos Philip Morris en Finlandia en 1961. Un peculiar origen desde el que la compañía terminó por diversificar hacia su constitución como conglomerado industrial con la constitución de su propia naviera. Unas empresas desde las que finalmente empezaría a desinvertir, entrando hacia la década de los años 70 en el sector papelero y editorial —del que finalmente saldría hacia finales de los años 90— y en el del equipamiento deportivo. Un ámbito este sobre el que comenzó a especializarse con la adquisición del fabricante finlandés de equipos de hockey Koho-Tuote Oy en 1974, para desde ahí continuar con la compra del distribuidor estadounidense de la marca Koho en 1978, o hasta con la compra, en 1985, de la firma de moda finlandesa Marimekko, vendida en 1991 a la emprendedora Kirsti Paakkanen, responsable de liderar la revitalización de la icónica casa de modas y textiles fundada en 1985 por Armi Ratia.

Justamente sucediendo a la adquisición de Marimekko, se terminaron de hacer evidentes los nuevos objetivos que para entonces había pasado a situar Amer Sports como base de su nuevo plan estratégico, y que se resume en sus esfuerzos llevados a cabo por desligarse finalmente de todo el negocio de tabaco que había servido de origen a la compañía y de terminar de especializarse en el sector de la moda y del equipamiento deportivo, después de que no cesaran de sucederse las acusaciones en su contra desde las que se apuntaba a la compañía como principal responsable de fomentar el cáncer en Finlandia. Un cambio completo de registro, para el que la multinacional finlandesa terminó dando un certero golpe de efecto con la adquisición en 1989 de Wilson, por entonces el mayor fabricante de productos deportivos de los Estados Unidos, pero asumido en una extrema debilidad financiera.

Tienda de Peak Performance en Pekín (China). Créditos: Amer Sports.

Consolidada ya como líder de referencia del sector de la moda y del equipamiento deportivo, a escala global, en 2019 la compañía, cuyos títulos por entonces cotizaban en la Bolsa de Helsinki alcanzando una capitalización bursátil de cerca de unos 4 000 millones de euros, fue adquirida por un consorcio de inversores internacional liderado por la china Anta Sports, e integrado por Fountain Vest, Anamered Investments —el brazo inversor de Chip Wilson, fundador de Lululemon Athletica— y por Tencent. Una adquisición que, defienden hoy desde la dirección de Amer Sports, se llevó a cabo con el objetivo de “desbloquear el sustancial potencial de crecimiento subyacente de la marca, mediante la transformación de su modelo de negocio, la inversión en las marcas, la expansión geográfica y el desarrollo de una estrategia multicanal”, y para la que se garantizaba la independencia de Amer Sports como una compañía separada de Anta Sports, pero con esta proporcionando los recursos necesarios para su expansión en el mercado chino.

Como resultado de la adquisición, y del proceso de reestructuración que el nuevo consorcio propietario de la multinacional ha llevado a cabo a lo largo de estos últimos años, desde su dirección señalan a que la tasa de crecimiento anual compuesta de la compañía se ha incrementado en el rango de un +20,4 por ciento, de 2020 a 2022, mientras que los márgenes brutos han aumentado, durante el mismo periodo, del 47 al 49,7 por ciento. Una evolución que llevó a la compañía, a día de hoy con oficinas corporativas en Helsinki, Munich, Cracovia y Shanghái, activa en 41 países y con presencia en más de 100 mercados, y con una fuerza laboral integrada por más de 10 800 trabajadores, ha cerrar su último ejercicio de 2022 registrando unos ingresos totales por valor de 3 500 millones de dólares. Una cantidad que habría terminado por situarse en los 3 053 millones durante los nueve primeros meses de su último ejercicio de 2023, periodo finalizado el pasado 30 de septiembre, y para el que estiman un aumento de los ingresos de un +29,9 por ciento, que no obstante ha llegado acompañado de un igualmente crecimiento de sus pérdidas netas, desde los 104,4 a los 113,9 millones de dólares. Una aparente falta de rentabilidad que se termina de corregir con un Ebitda ajustado que en 2022 se situó en los 453 millones de dólares, alcanzando en los nueve primeros meses de 2023 los 422 millones de dólares, un +61,3 por ciento más que con respecto a los 261,8millones registrados durante el mismo periodo del año anterior.

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