Marcas argentinas dejan afuera a más del 60 por ciento de los consumidores por falta de talles
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Buenos Aires - Desde hace años la polémica por los talles de la ropa es tema de discusión en Argentina. La falta de talles en el país está directamente relacionado a una cuestión cultural, a una cuestión de imagen. Muchas marcas y tiendas han declarado que trabajan para una mujer ideal y que tienen el derecho de hacerlo. Por lo que esto realmente limita la posibilidad de comprar prendas de una gran cantidad de firmas locales. A pesar de no contar con una ley a nivel nacional, existen reglamentaciones en algunas provincias y en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, en la mayoría de los casos no se cumplen y entre un 60 y un 70 por ciento de potenciales compradores se quedan sin la posibilidad de acceder a gran parte de las marcas de indumentaria local.
La fundación “Mujeres en Igualdad” viene trabajando en este tema desde hace tiempo. Ha participado asesorando la en la redacción de varias leyes y todavía hoy continúa luchando por la sanción de una ley nacional.
Monique Altschul, Directora Ejecutiva de la fundación explicó que las mayores dificultades para generar las leyes que regulen los talles y hacerlas cumplir están en los fabricantes, comerciantes e importadores de indumentaria. “Las excusas de la no aplicación es que resulta poco económico ampliar la cantidad de talles porque son unos centímetros más de tela, pero eso no es verdad, esa no es la verdadera razón. Cuando les decimos que no puede ser que les resulte tan costoso producir para casi el 70 por ciento de la población, nos dicen que al fin y al cabo las marcas y diseñadores tienen derecho de producir y diseñar para la mujer ideal. Esto nos lo han repetido muchísimas veces. Es decir que el tema central tiene que ver con la imagen”.
Trabajando por la ley
Según lo establecido en cada provincia, donde el tema de las medidas en la indumentaria está reglamentada, debería haber un rango de entre 8 y 10 talles, desde el 38 hasta el 52 aproximadamente.
Muchas marcas dicen cumplir con esto pero sin respetar las verdaderas medidas que deberían tener las prendas según su tamaño. “Uno de los requisitos de casi todas las leyes es que las prendas estén acompañadas por una etiqueta en donde haya un pictograma con el cuerpo de la mujer y las medidas de busto, cintura y cadera. Eso permite que haya una unificación de los talles según IRAM que es el instituto que designa cómo deben ser”, explicó Altschul. Aunque algunas empresas ya han comenzado a poner las etiquetas, no son la mayoría. Además, agregó que para evitar engaños deberían desaparecer los formatos small, medium, large y los talles únicos que son difíciles de medir y pueden variar según la marca.
Como ejemplo de incumplimiento de la ley, Altschul recordó una de las campañas que hicieron desde la fundación hace unos años tras haberse implementado la ley de talles en el Provincia de Buenos Aires. “Fuimos a un importante centro comercial junto a medios de prensa. Visitamos tienda por tienda con una ficha preguntando qué talles tenían. Allí nos encontramos que no tenían talles más allá del 42 o 44 aunque sabían que existía la ley. A pesar de ser uno de los primeros lugares en contar con una legislación, nunca se cumplió completamente”.
El caso Zara
La cadena de origen español, tiene presencia en las principales ciudades del mundo. En Argentina es una de las pocas empresas de indumentaria de origen extranjero con más de un punto de venta en el país. Para Altschul esta marca, aunque es del exterior, también incumple las normas. “Cada vez que viajo hago un recorrido por las tiendas, sobre todo por las paradigmáticas como Zara que está en muchísimos países y vemos que sólo en Argentina incumple con el tema de los talles. Fuera del país cuentan con medidas más grandes que acá. Creo que esta marca, en especial en Argentina, tiene una imagen muy distinta a la que tiene en otros países. Acá son prendas que se consideran refinadas para cierta mujer que no quiere que se vea como una imagen popular, mientras que en otros países son mucho más democráticos”, dijo.
Lo que vendrá
Se está trabajando desde hace tiempo con diputadas de varios partidos políticos para encontrar una solución a la polémica de los talles. Según comentó Altschul será difícil que todas las marcas tengan todos los modelos disponibles en todas las medidas. Sin embargo habrá que pensar junto a los representantes de la industria de qué manera adaptar ciertos modelos para que mayor cantidad de consumidores tenga acceso a las marcas. Ese será un desafío que ya se han planteado para el 2016.