Un sastre de Glasgow monta una fábrica de uniformes para los sanitarios
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Por el momento solo es un rollo de tela, pero bajo los dedos de Thomas Rae, sastre de Glasgow, pronto será un uniforme para los sanitarios británicos, en primera línea de la batalla contra el coronavirus.
Hace algunas semanas, este hombre de 56 años, al frente de una cadena de sastres en la capital industrial de Escocia, retocaba pantalones, chaquetas y vestidos. Hoy, con un ejército de voluntarios, fabrica blusas y pantalones.
Cuando se decretó el confinamiento a finales de marzo, "me pregunté qué podía hacer para ayudar a enfermeras o al NHS (Servicio Nacional de Salud), los que están en primera línea", explica.
"Empecé a fabricar mascarillas y empecé a recibir correos y mensajes de enfermeras que pedían si podría hacerles blusas".
Thomas Rae hizo un llamado en las redes sociales para poner en marcha una "pequeña fábrica" de ropa que respondiera a los estándares del NHS.
Su llamamiento suscitó un entusiasmo nunca visto.
La ciudad fue la primera en responder y puso a su disposición una tienda vacía en un centro comercial de la periferia de Glasgow, frente a su tienda de arreglos y de limpieza en seco.
Una vez instalado el lugar de trabajo, los voluntarios llegaron. Enfermeras y sastres jubilados propusieron sus servicios.
Entre los primeros, Tony McGlynn, un modisto de 62 años retirado, que respondió a la llamada ya que tenía "máquinas y tela que no servían".
Las donaciones, ya sea de tela de algodón o alimentos para los voluntarios, empezaron a llegar de todas partes.
La moda movilizada
Con su iniciativa, el sastre de Glasgow se suma a grandes nombres de la moda en la movilización contra el coronavirus para aliviar la falta de ropa protectora entre el personal sanitario.
Al final de marzo, la marca Burberry, célebre por sus gabardinas, empezó a fabricar en sus talleres de Yorkshire batas de hospital y mascarillas para los pacientes. Otros como Barbour se sumaron al esfuerzo nacional.
El viernes, la BBC informó que había recibido una llamada de un responsable de un hospital para pedirle el número de teléfono de Burberry, explicando que solo disponía de batas para 24 horas.
En el diario The Guardian, representantes del sector textil reprocharon al gobierno por concentrar excesivamente sus esfuerzos en los nombres prestigiosos en lugar de movilizar a toda la industria, dispuesta a participar en la lucha contra la covid-19 que ha causado más de 14.500 muertos en Reino Unido.
Para Thomas Rae, la generosidad de la población viene a paliar de alguna forma el destrozo de la pandemia.
"Es muy impresionante", dice, "los voluntarios que se han sumado y los otros responsables de tiendas aquí". "Vigilan que tengamos qué comer a lo largo del día. Somos como una familia", dice.(AFP)