Ropa infantil sin género: cómo la tendencia se está convirtiendo en una declaración social
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Rompiendo con todos los estereotipos, la moda de género neutro se abre paso en la ropa infantil, y ha llegado para quedarse. Desde FashionUnited desciframos un cambio social impulsado por los millennials.
Lo que empezó como una tendencia en las pasarelas de colecciones para mujeres y hombres, ya ha dejado de ser solamente una declaración de nicho. La moda infantil está abandonando su anticuado cliché del rosa y el azul, y está abriendo las puertas a prendas unisex que permiten la autoexpresión y un concepto neutro de las identidades de género.
Si bien John Lewis aceleró el pulso en 2017 al eliminar las etiquetas para niños y niñas de sus prendas, desde entonces otros jugadores de la industria han introducido una gran variedad de iniciativas similares. Old Navy, Carter y Target están entre los precursores, pero muchas marcas nuevas han despegado al demostrar que la ropa para niños puede tener estilo sin estar diseñada con un niño o una niña en mente.
Los colores unisex como gris, beige, negro, blanco o durazno se imponen para romper con los parámetros basados en tonos. Los niños pueden usar lo que prefieran gracias a prendas minimalistas y sin estampados que los liberan de las expectativas sociales basadas en su género.
La ropa infantil sin género se centra en el aspecto funcional de la moda más que en el decorativo, lo que le permite a los niños jugar libremente con prendas que no restringen los movimientos.
En la última década se han relajado las normas sobre cómo vestirse como individuo y, por lo tanto, como niño. Gracias al movimiento genderfluid (género fluido), principalmente, las tiendas ya no tienen que decir a los clientes qué es para niños o para niñas.
Este cambio social conlleva muchas ventajas para los pequeños: más autonomía, mayor autoexpresión y una mente más abierta, así como menos estereotipos impuestos que puedan afectar a su desarrollo. En cambio, resalta valores más importantes, entre los que destacan la creatividad y la individualidad.
Prendas funcionales en Monty & Co.
Estas mismas nociones se reflejan en las colecciones de Leigh Montague para la marca de ropa infantil unisex, Monty & Co. La diseñadora británica crea prendas funcionales — las cuales son hechas a mano en el Reino Unido — que están inspiradas en ropa de trabajo y que representan un sentido de propósito.
Desde overoles y pantalones de mezclilla con peto, hasta chaquetas utilitarias, las colecciones están fabricadas con fibras naturales resistentes que permiten prolongar el desgaste a lo largo de los años. Estas piezas están diseñadas pensando en la practicidad y la versatilidad, dos pilares fundamentales de la ropa infantil unisex.
La ropa minimalista sin género está diseñada con menos patrones y estampados, así como con colores menos llamativos, con lo que se añade una sensación de tranquilidad y sencillez para los niños que favorece sus sentidos. El aspecto económico es otra ventaja, ya que permite a los padres pasar la ropa de generación en generación, independientemente del sexo de sus hijos.
Con el comercio minorista a la vanguardia de los cambios culturales, no sólo se ha hecho necesario apoyar las tendencias, sino reflejar los movimientos sociales que rompen los estereotipos y crean conciencia en torno a la ropa sin género.
El aumento de padres millennials — y su frustración — contribuye en gran medida al auge de la ropa infantil sin género. Ésta se ha convertido en algo especialmente atractivo para ellos, ya que los padres están dando prioridad a gastar su dinero en marcas que se alinean con sus valores. Conforme se convierten en padres, los consumidores de esta generación son más propensos a comprar con marcas que se centran en la inclusividad y fomentan el cambio.
El hecho de que los minoristas tomen acción ante esta creciente demanda significa un mensaje positivo para una generación que tiende a buscar marcas que compartan sus creencias. El grupo detrás de la campaña Let Clothes Be Clothes (deja que la ropa sea ropa) pide a los minoristas del Reino Unido que pongan fin al uso de estereotipos de género en el diseño y la mercadotecnia de la ropa infantil. Muchas marcas unisex, como Tootsa, JJ Jiraffe, Shapes of Things y Fred and Noah, están comprometidas con un cambio positivo para los niños y están impulsando al sector hacia este camino.
No hay que olvidar el impacto económico de la ropa infantil sin género. Este sector aporta novedad sin comprometer el planeta, hay menos ropa que se tira a la basura y termina en los vertederos, y se reduce la huella de carbono ocasionada por la fabricación. Además, se convierte en un camino para que las marcas y los minoristas atraigan a más consumidores y aumenten sus ganancias.
La ropa infantil sin género no tiene por qué sustituir la totalidad de la oferta de moda para niños, sino que representa un cambio social con un impacto positivo global. Por supuesto, la ropa de género neutro puede ser una oferta igual a las piezas de género. El objetivo final es la autoexpresión, y ambas propuestas deben mezclarse para permitir a los consumidores abrazar su verdadera individualidad, independientemente de su grupo de edad.
Este artículo ha sido previamente publicado en FashionUnited.UK, traducido y editado al español por Christin Parcerisa.