Richard Haines, la moda dibujada
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A los cinco años ya prefería dibujar vestidos en vez de aviones. Tres décadas después, el norteamericano Richard Haines regresó a la ilustración de moda, una actividad que conoce un nuevo auge en plena época de la fotografía digital.
Coincidiendo con la Semana de la Moda de París, la galería Huberty & Breyne de la capital expone unos cuarenta dibujos de este neoyorquino. Con su trazo rápido y vibrante, captura en carbón o acrílico a una Coco Chanel recostada con los ojos cerrados, y con lápiz a jóvenes hipsters y artistas de su barrio de Brooklyn, o una joven drag queen rubia con el maquillaje corrido. "Cuando llegué a Nueva York en los años 1970, la ilustración de moda estaba declinando. Las publicidades ilustradas de la prensa cedió el lugar a las fotografías", cuenta a la AFP el artista de 64 años. Comienza entonces a trabajar como estilista para las marcas Calvin Klein, Perry Ellis, Bill Blass. En 2008, con la crisis escasea el trabajo, y como tiene poco dinero se instala en el apartamento que le presta un amigo en Bushwick.
En ese rincón de Brooklyn en pleno proceso de aburguesamiento, queda fascinado por el "teatro" callejero y la creatividad de los estilos que observa. Inicia un blog "What I Saw today", que causa rápidamente furor. "No bien comencé me di cuenta que era lo que más me gustaba, aquello para lo cual estaba hecho, tras un desvío de 30 años." Este habitué de las "Fashion Weeks" trabajó para las revistas GQ, Paper, para el New York Times, y para casas de moda como Prada y Dries Van Noten. Como él emergieron una serie de blogueros y dibujantes de moda que se expresan en Instagram, la prensa especializada o que seducen a los estilistas: la californiana Carly Kuhn, alias @thecartorialist, la neoyorquina Kelly Beeman o la británica Sean Ryan y sus modelos con rostros extraños. Richard Haines admira especialmente el trabajo del francés Jean-Philippe Delhomme y el del británico David Downton, consagrados hace tiempo.
El lado humano del dibujo
Este regreso de la ilustración se explica, según él, por la multiplicación de nuevos medios y redes sociales como Instagram, Facebook, YouTube, Vimeo... "La gente aprecia el lado humano del dibujo, es como una especie de alivio ante tantas imágenes fotografiadas", comenta con un gorro en la cabeza y gruesos anteojos.
"Hay errores en el dibujo, no es algo perfecto. Todo el resto está tan 'fotoshopeado', que a la gente le gusta algo que sea resultado de la mano del hombre", prosigue Richard Haines, que cita a Toulouse-Lautrec como uno de sus artistas de referencia.
También es un fanático de Christian Bérard, ilustrador de moda francés de los años 1930. "La última vez, fui al cementerio del Père Lachaise, donde está enterrado, y me emocionó tanto que le dejé un mensaje", comenta con una sonrisa. "¡Mientras, el resto de la gente se precipita para ver la tumba de Oscar Wilde o de Jim Morrisson!" Para este hijo de un militar nacido en Panamá y criado en Virgina, el dibujo de moda fue una vocación precoz. "Mi padre me decía: 'dibuja cowboys o aviones', le molestaba un poco, porque yo sólo quería dibujar modelos de moda".
Richard Haines, colaboró entre otros con Dries Van Noten para su colección verano 2015 dibujando estampados y con Prada para una serie de retratos. Considera que su experiencia de estilista le ayuda en su relación de trabajo con los creadores.
La moda actual no le parece menos entusiasmante que la de antes. "Mucha gente dice que ya no es igual, que es todo aburrido. ¡Pero siguen pasando cosas! Hay que saber buscar. Yo sigo hallando cosas verdaderamente excitantes, es lo que me hace seguir". (AFP)