Poiret regresa a la pasarela, Balenciaga en clave solidaria
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Noventa años después de su cierre, la legendaria firma Poiret regresó este domingo a las pasarelas en París, en una jornada de desfiles tambiín marcada por el compromiso de Balenciaga contra el hambre en el mundo.
La expectativa en la capital francesa, que celebra la Semana de la Moda hasta el próximo martes, era máxima cuando las modelos empezaron a desfilar en el elegante Museo de Artes Decorativas, sellando el resurgimiento de la marca fundada por Paul Poiret (1879-1944) y adquirida en 2015 por el gigante surcoreano de la distribución Shinsegae.
"Había que rehacerlo todo, los equipos... ¡todo estaba vacío hace tan solo un año!", dijo a la AFP la francesa de origen chino Yiqing Yin, directora artística de la marca. Poiret, dirigida por la empresaria belga Anne Chapelle, que posee marcas como Ann Demeulemeester y Haider Ackermann, se suma así a la lista de antiguas firmas relanzadas en estos últimos años, como Balenciaga, Carven, Schiaparelli y Vionnet.
Modisto francés de la época Art Déco, Poiret adelgazó y aligeró la silueta femenina, construyendo un estilo de fuertes influencias orientales y colores vivos. Para el siglo XXI, Yiqing, de 32 años, reinvindica un estilo de "sensualidad sutil", con prendas sobredimensionadas de corte depurado y con "una gran riqueza de estampados, innovaciones y experimentos con los tejidos y texturas".
Los abrigos que presentó la marca para el próximo otoño-invierno se inscriben en esa línea: anchos, acolchados y de colores vivos y brillantes. Otros, sedosos, evocan al kimono japonés y se anudan a la cintura con elegantes lazos. Camisas y polos se alargan y ensanchan como una prenda del vestuario masculino tomada prestada por una mujer, mientras las sedosas faldas de pliegues y los vestidos asimétricos constituyen la apuesta más sexi. Pero seguramente lo que más llamó la atención del desfile de Poiret -que no prevé abrir ninguna tienda hasta 2019 o 2020- fueron los zapatos con un tacón metálico en forma de "u", oblicuo.
Balenciaga, contra el hambre
Después de que Lacoste anunciara el miércoles una edición solidaria de sus clásicos polos en los que el célebre cocodrilo cede su lugar a varias especies en extinción, Balenciaga presentó este domingo una asociación con el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
El logotipo de este organismo onusiano que lucha contra el hambre en el mundo aparece estampado en suéteres deportivos, cortavientos, gorras y riñoneras, así como su eslogan "Saving lives, changing lives". El 10 por ciento del monto recaudado será destinado al PMA y así, por cada gorra adquirida, el Programa podrá suministrar 200 paquetes de galletas energéticas. Por un cortavientos, se alimentará a un centenar de familias, según un comunicado.
Balenciaga anunció además haber donado 250.000 dólares al PMA, subrayando que el hambre en el mundo se incrementó de 777 millones de personas afectadas en 2015 a 815 millones en 2016. Para el director artístico de la firma, el iconoclasta Demna Gvasalia, esta asociación es "un paso importante para que la moda sea útil de otra manera". En la colección de Balenciaga destacaron los abrigos y chaquetas de cuadros unisex, redondeados a la altura de las caderas gracias a una tecnología puntera que permite digitalizar en 3D el cuerpo, así como las faldas plisadas de colores alegres.
Otra piel es posible, según Givenchy
La diseñadora británica Clare Waight Keller, a la cabeza de la dirección artística de Givenchy, suscitó la sorpresa al presentar abrigos de piel artificial.
"Quería suscitar esta pregunta: '¿es verdadera o no?' El mensaje es demostrar que es posible lograr un buen resultado" sin recurrir a los animales, dijo la modista, al término de un desfile ambientado en el Berlín Oeste de los años 1980 y en el que se dio amplia cabida al cuero y los flecos. Waight Keller no precisó si con este gesto la marca pretendía seguir los pasos de firmas como Gucci y Armani, que se comprometieron a dejar de utilizar piel de animales, marca de la casa de la británica Stella McCartney, que tampoco utiliza el cuero. (AFP)
Photos: Catwalkpictures