Piernas al descubierto, nuevos talentos y lujo vintage sobre la pasarela de Milán

Por primera vez desde marzo del año pasado, se presentó en Milán la semana de la moda. Del 21 al 27 de septiembre se realizaron 43 desfiles físicos, además de 41 eventos y 98 presentaciones, la mayoría para el público. Las medidas de seguridad en ocasiones fueron estrictas, con un número muy reducido de personas en cada evento. Para algunas marcas esto significó prohibirle la entrada a periodistas del Benelux de manera conjunta, entre ellas, Versace, Etro, Ferragamo, Marni, Cavalli y Fendi.

Hubo muy pocos espectadores asiáticos, pero los invitados estadounidenses recibieron atenciones adicionales. En Dolce & Gabbana, por ejemplo, Anna Wintour y Edward Enninful, quienes lideran Vogue, tuvieron el doble de espacio en la primera fila que los demás invitados. El trono, la corona y el cetro en estas atenciones estaban en la mente de todos. Sin embargo, debido al menor número de espectadores, la semana de la moda adoleció a veces de una falta de ambiente.

El Teatro Armani, donde el diseñador celebró el cuadragésimo aniversario de su marca Emporio Armani, suele ser bastante frío en circunstancias normales, y en esta ocasión se incrementó, con las gradas medio llenas eliminando el ambiente festivo en el lugar. Como siempre, Armani utilizó a su propio personal para aplaudir con fuerza en los momentos clave. Eso no ha cambiado en absoluto.

Boss apostó por una ofensiva encantadora

En Boss, el ambiente no fue un problema. Para la presentación de su segunda colaboración con Russell Athletic, la marca alemana alquiló el centro deportivo Kennedy a las afueras de la ciudad y montó un partido de béisbol tradicional, incluyendo la fanfarria, porristas, palomitas, hot dogs, un conductor entusiasta y mascotas. Las modelos lucieron la ropa deportiva, sencilla y americana de Boss y Russell, con la top model Gigi Hadid como protagonista. El lanzamiento de la colección “see now buy now” (mira ahora, compra ahora) recordó fuertemente los recientes desfiles de Tommy Hilfiger. Esto no es una sorpresa, ya que el ex CEO de Tommy Hilfiger Worldwide y PVH Europa, Daniel Grieder, dirige Hugo Boss desde junio. La historia de la alta moda nunca se ha hecho en un campo de béisbol, y eso no es lo que se pretendía, pero el evento de Boss fue el momento más extravagante de la semana.

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Prada fue por lo corto y lo sexy...

Prada optó por un desfile innecesariamente complicado. O mejor dicho, dos shows, uno en la Fondazione Prada de Milán y otro en Shanghái, simultáneamente. En Milán, las imágenes en directo de Shanghái se proyectaron en pantallas, y viceversa. Las modelos lucieron trajes idénticos al mismo tiempo (se habían realizado dos colecciones, una gran inversión) y el desfile lo cerraron hermanas gemelas, en distintos continentes y zonas horarias, de nuevo luciendo los mismos atuendos.

La colección era notablemente sexy para los estándares de Prada, o quizás más seductora. Faldas muy cortas, a menudo llevadas sobre shorts aún más cortos, corsets y varillas fueron parte de la selección, así como chaquetas de cuero, de estilo grunge, sin nada debajo. También hubieron referencias a la alta costura, con elegantes vestidos de satín de doble cara, siempre acompañados de un bolso rojo carmín de los años noventa.

... así como muchas otras marcas

Versace trajo a Dua Lipa, Naomi Campbell y un grupo de modelos masculinos semidesnudos, mientras el tema "Physical" de Lipa sonaba por los altavoces. Dolce & Gabbana esparció brillantina sobre piezas de mezclilla de gran tamaño y, de nuevo, microfaldas. Por otro lado, Missoni, donde Angela Missoni cedió la antorcha a su antiguo cabeza de estudio Alberto Caliri, parecía haber perdido la cabeza. Las chicas eran demasiado jóvenes, demasiado delgadas y a menudo demasiado escasamente vestidas.

Aunque cada vez se puede observar una mayor diversidad entre las modelos de pasarela — las marcas de moda han aprendido esa lección — se echó en falta una mayor presencia de modelos de talla grande. La moda italiana mantuvo su preferencia por chicas muy jóvenes. Mientras que en la Semana de la Moda de Nueva York se avanzó en materia de inclusión, en Milán hay quien aún no ha comenzado el siglo XXI.

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Quira fue el debut de la semana

"Llevo mucho tiempo en el negocio, siempre he trabajado para otros directores artísticos, y ahora sentí que finalmente era el momento de expresar mi propia visión", dijo Veronica Leoni a FashionUnited durante el lanzamiento de su marca Quira, que lleva el nombre de su abuela. Leoni tiene un historial impresionante. Fue responsable de las prendas de punto en Jil Sander durante la última etapa de Sander en la marca. Luego pasó cuatro años diseñando las pre-colecciones de Céline, bajo el reinado de Phoebe Philo.

Desde hace algunas temporadas, ella ha estado diseñando la línea 2 Moncler 1952, que forma parte del proyecto Moncler Genius. Al respecto, continúa: "Lo que hago para Moncler es completamente diferente. Ahí trabajo por encargo y eso es muy agradable. Pero Quira es sólo mía". La colección, presentada con una exposición de fotografías de la fotógrafa francesa Camille Vivier, fue especialmente fuerte y perfectamente adecuada para los fans de Philo, Sander o incluso del parisino Lemaire.

Moncler y Gucci se vuelven vintage

Moncler se fue en línea para la nueva tanda de Moncler Genius, la colección de once minicolecciones de la marca, con activaciones en once ciudades. En Milán, se organizó un evento independiente para su colaboración con la marca de ropa urbana de lujo Palm Angels. Una boutique vintage, The Dunes, se instaló bajo una enorme montaña de arena roja en los pasillos del Spazio Maiocchi. Se puso a la venta una selección de ropa vintage americana, y entre ella colgaban artículos de Palm Angels (que no estaban a la venta).

Gucci lanzó ese mismo día una nueva tienda online, Gucci Vault, en donde se ofrecen productos Gucci vintage, además de colecciones de pequeñas marcas independientes. En otras palabras, las marcas de lujo están buscando soluciones para tener un papel en el sector de la segunda mano, que no solo crece rápidamente, sino que también es popular, sobre todo entre la Generación Z.

Cormio trajo un trozo de Amberes a Milán

La diseñadora Jezabelle Cormio creció en Roma, estudió en la Academia de Amberes y, desde hace unas temporadas, tiene su propia marca de punto sostenible en Milán. La presentación con la que debutó, en una antigua tienda de tejidos, tuvo un aire clandestino que se esperaría más de la Semana de la Moda de París. Los espectadores podían entrar en la tienda en grupos de cinco, donde tres modelos y tres artesanas mayores tejían detrás del mostrador, con luces de discoteca y música techno a todo volumen.

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Y luego hubo un papel de invitado especial para Gabrielle Karefa Johnson

Gabrielle Karefa Johnson fue la primera estilista negra que realizó una sesión de fotos para la portada de American Vogue. A lo que le siguieron nada menos que cinco portadas seguidas, todo el mundo estaba contento. Algunas de ellas incluso pueden calificarse como históricas, como el retrato de la vicepresidenta Kamala Harris, realizado en circunstancias difíciles, o el de la poeta Amanda Gorman.

Max Mara Weekend pidió a Karefa Johnson que diseñara una colección cápsula, en la que la estilista se inspiró en las fotos de los años setenta de su madre y sus tías. Como punto principal, los conjuntos, con collages de estampados y referencias al op art de Bridget Riley, entre otros, se adaptan a todo tipo de mujeres, incluso a quienes, como la propia Karefa Johnson, tienen un poco más de curvas.

Este artículo fue publicado originalmente en FashionUnited.BE, y después traducido y editado del inglés al español por Christin Parcerisa.