Los extravagantes zapatos de un diseñador israelí seducen a las estrellas
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El diseñador israelí Kobi Levi transforma los zapatos en creaciones psicodélicas y cargadas de humor con forma de animales, frutas u objetos cotidianos, que causan furor entre las famosas.
"Mi universo es el de un glamur cotidiano, ese glamur que pasa desapercibido y que yo muestro de una manera extravagante y divertida", confiesa a la AFP este creador de 41 años. Vestido con camiseta y jean negro, combinados con unas zapatillas deportivas, Levi trabaja en un taller instalado en su modesto apartamento de Tel Aviv, equipado con una vieja prensa de cuero y una máquina de coser antigua.
"Veo a alguien (...) pisar un chicle y enfadarse. Inmortalizo esa situación: hago zapatillas con un tacón alto en forma de chicle pegado", explica a la AFP mostrando el resultado: un modelo urbano perfilado con un tacón rosa de 11 centímentros que sale de la suela, tan realista que uno casi se confundiría.
Este zapato fue elegido para aparecer en el último videoclip de la cantante estadounidense Fergie, "M.I.L.F.$". A sus clientas más famosas Levi no las ha visto más que por televisión. La mayoría de sus pedidos pasan por su página web, como el que en 2011 cambió el curso de su carrera.
Lady Gaga
Un día "recibo un mail del estudio de estilismo que se ocupa de Lady Gaga: querían un par de zapatos para un videoclip (...) Estaba supersorprendido porque por aquel entonces yo no tenía estudio, nada. Sólo tenía un pequeño blog con fotos. Hacía zapatos de mi talla porque nadie los llevaba, se los enseñaba a los amigos y los guardaba en la caja".
La cantante Lady Gaga, que encarna sin complejos la relación entre el ser humano y el objeto presente en todas las creaciones de Kobi Levi, llevó en su videoclip culto "Born This Way" unas botas de ante de color beige con efecto "pie siamés". Desde entonces, a la actriz Whoopi Goldberg le encantan los zapatos de Levi, y la estelar estilista y diseñadora de vestuario Bea Akerlund (Beyoncé, Kim Kardashian), instaló 13 modelos del creador israelí en su espacio de exposición.
Las "criaturas" de Kobi Levi, hechas a medida y en edición muy limitada -unas 20 por modelo- están, según él, entre "el diseño, el arte y la moda". Sus zapatos, menos incómodos de lo que parecen y que dice haber concebido para ser "llevados", cuestan entre 800 y 3.000 dólares (700 y 2.700 euros). El diseñador tarda varios meses en crear un nuevo modelo y varias semanas en reproducirlo. En cuanto tiene una veintena de pedidos prefiere pasar a otra cosa.
Entre sus obras destacan "Banana", que da la impresión de haber metido el pie en una piel de plátano, o "Miao", que viste el pie de un cuerpo de gato que se estira perezosamente. "Harp" es un zapato cuyo tacón compensado es un instrumento musical en miniatura.
Fantasma
"Todo comenzó con una fantasía. Luego se transformó en desafío, hay que encontrar soluciones técnicas. Paso por fases en las que me digo que estoy completamente loco, que es imposible, luego tengo miedo de que en un segundo todo se rasgue o se rompa... Y de golpe empieza a parecerse al boceto inicial y aparece ese sentimiento embriagador de haber hecho realidad una fantasía", explica.
Nada puede detener la extravagancia de este creador que a primera vista, sin embargo, parece tímido. Levi juega con los códigos de la mujer sexy con tacones, lo que explica que le ha valido una avalancha de e-mails de militantes feministas. "He elegido dos temas de la industria del sexo: "Blow", un zapato de color carne que representa una muñeca inflable y cuya punta tiene forma de boca roja, y "Pump", un primer plano de una escena pornográfica donde todo ocurre en la parte trasera... del zapato", explica.
Pero niega cualquier machismo, asegurando que adula a la mujer y que hay que reírse de todo. Su sueño ahora sería que otra embajadora del glamur y la provocación sucumbiera a su locura. Creó un modelo "Madonna": un par de 'stilettos' dorados con una tira en forma de micrófono inalámbrico, adornados en la parte trasera con una peluca de cabellos rubio platino recogido en una coleta que se mueve con cada paso. "Sería fantástico que Madonna se llevara a ella misma", dijo Kobi Levi. (AFP)
Photos: Kobi Levi website and Facebook