Los colores en la moda desatan la revolución en la izquierda italiana

Roma - La recién elegida líder de la izquierda italiana, Elly Schlein, una ecologista comprometida, defensora de los derechos civiles, lesbiana declarada y apasionada de videojuegos, suscita todo tipo de comentarios en Italia por haber contratado a una experta en moda y colores para sus trajes.

Conocida por vestir de forma simple, con chaquetones verdes, el cabello despeinado y nada de maquillaje, Schlein, de 37 años, decidió contar con una experta en moda que le ayude a armonizar los colores de sus prendas de cara a su nuevo desafío.

De este modo, la líder izquierdista rompió un tabú, el de una izquierda pura y auténtica que no se deja seducir por el buen vestir y las apariencias.

Y, al mismo tiempo, dio de qué hablar a parlamentarios, políticos, feministas y artistas, alentando el debate sobre la labor del "armocromista", un nuevo oficio -desconocido para algunos- que viene del acrónimo de "armonía" y de la palabra griega "cromia" que significa "color".

Se trata de una persona experta en la técnica que ayuda a identificar los colores que le quedan mejor a cada persona y, así, aprovechar al máximo el fondo de armario, para que sea más sostenible y la compra de ropa nueva sea más consciente.

El debate se desató después de que Schlein recibiera un aluvión de críticas tras haber declarado, durante una entrevista a la revista Vogue Italia, que le paga entre 140 y 300 euros a una "personal shopper" para que le ayude a comprar la ropa para sus múltiples compromisos.

"En ocasiones me visto anticonvencional, en otras más formal. En general acepto los consejos de una armocromista", afirmó la diputada, que se convirtió a finales de febrero en la primera mujer en liderar el Partido Democrático, heredero de la otrora mayor formación comunista de Occidente.

Meloni Vs Schlein

La nueva enemiga de la primera ministra Giorgia Meloni (ultraderecha) se enfrenta a una rival que también suele escoger con esmero su vestuario, que no teme confesar que desde que asumió el poder, hace seis meses, ha engordado; y que tampoco se priva de viajar con su hija de siete años a cumbres internacionales.

Algunos medios se han divertido al comparar no sólo los trajes, sino también los orígenes, las ideas y hasta los orígenes sociales de ambas políticas.

Meloni es una romana de pura cepa, crecida en un popular barrio de clase media, mientras que Schlein nació en una familia pudiente en Suiza, de madre italiana y padre estadounidense, y estudió en la universidad más antigua del país, en Bolonia.

"¡Adiós pobreza!","el color nos libera", "rojo, el color del futuro", ironizaban en internet.

"Qué error, ¿cómo puede ahora hablar a las familias con dificultades y a los desempleados?", lamentó un portavoz de la Asociación Cristiana de Trabajadores.

"No ha sido un desliz. Es el fruto de una estrategia de comunicación", explicó por su lado en el diario La Repubblica el experto en sondeos Antonio Noto.

Entre tolerante y resignado se declaraba el anciano y excomunista presidente de la región Campania, Vincenzo De Luca.

"Aprendí mucho de colores cuando estaba en la alcaldía de Salerno para restaurar las fachadas históricas (...) Ahora, pues, toca adaptarnos a ser modernos...", comentó, con tono sarcástico.(AFP)