La firma española Oteyza o el fin del feísmo
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Que la ropa callejera vive sus últimas horas no solo lo vaticina el 'gurú' Virgil Abloh. Oteyza, la firma española que debuta este miércoles en la Semana de la Moda de París, reivindica una nueva elegancia masculina rematada con estilosas capas y sombreros.
Sus creadores, la pareja madrileña Caterina Pañeda y Paul García de Oteyza, son a su vez la tarjeta de presentación de la firma. Se desmarcan del 'look' característico de los diseñadores --pantalones desgastados, zapatillas deportivas-- para vestir impecables con las prendas almidonadas de su firma.
Galardonada en los Premios de la Industria de la Moda de España en 2018, Oteyza despunta por un ADN inconfundible. Desde su creación en 2011, la marca rescata los patrones históricos de la sastrería española --capas, paños, sombreros...-- para adaptarlos al siglo XXI.
Su labor es ahora reconocida por la Federación de la Alta Costura y de la Moda de Francia, que la seleccionó para presentar su nueva colección en la Semana de la Moda masculina.
Solo otras dos marcas españolas, Palomo Spain y Loewe --propiedad del gigante del lujo francés LVMH--, desfilan actualmente en la pasarela más prestigiosa del mundo.
"Como ir a San Pedro"
La pareja de diseñadores presentó en septiembre su propuesta ante la Federación. "Fue como ir a San Pedro", recuerda Paul García en una entrevista previa al desfile. Pero el 'sí' no lo obtuvieron hasta diciembre, el "tiempo justo" para organizar el pase.
Hasta ahora, Oteyza se había exhibido en la prestigiosa feria Pitti Uomo de Florencia y en la Semana de la Moda de Madrid, asegurándose cada vez un fuerte impacto mediático, al poner a bailar por ejemplo al Ballet Nacional español en trajes de tres piezas, o bien cortando una capa de seis metros en plena pasarela, con verdaderas ovejas merinas en primera fila, cuya lana es una constante en sus colecciones.
"Una noche de vino"
El dúo no había planeado seguir estos derroteros. Él economista y ella traductora, decidieron dar un vuelco a sus vidas "durante una noche de vino", recuerda entre risas Pañeda.
Su abuelo había sido sastre en Madrid: tenía un "taller con 10 habitaciones, una de ellas solo para botones". Ellos, en cambio, compraron una diminuta tienda en la capital española, sin haber estudiado previamente diseño, pero con "una sensibilidad y educación" sobre la moda de las que hasta entonces no habían sido "conscientes".
"No dijimos a nadie que habíamos abierto, ni siquiera a la familia. Teníamos mucho miedo" de fracasar, afirma la pareja, padres de tres hijos.
"Retazos" de España
Su línea se inspiró rápidamente en piezas icónicas españolas. "Buscábamos mostrar retazos de España, sin caer en el folclore", afirman, recordando que el primer reto fue contratar a los mejores sastres, un oficio en "vías de desaparición".
"Aparecimos con el sombrero cordobés. Y nuestros primeros detractores fueron los mismos andaluces", admite Pañeda, recordando las protestas de quienes veían cómo Oteyza proponía este complemento al margen de su uso tradicional, esto es, sobre un caballo en las ferias.
Pero poco a poco la resistencia dio paso a la aceptación y Oteyza reivindica ahora una clientela de casi todas las edades, que se abre camino en España y en países como Rusia, Estados Unidos y Ucrania.
Para la pareja, la clave está en haber hallado el punto intermedio entre una moda masculina uniforme y "aburrida" y la "exaltación" que preconizan algunos diseñadores emblemáticos como Dries Van Noten.
La "muerte" del chándal
Y están convencidos de que su línea clásica, que también se ponen las mujeres como la propia Pañeda, "se inscribirá en un nuevo ciclo en la moda que ensalzará la belleza".
"El feísmo va a morir para que aparezca un nuevo 'bellismo'. Al final, el 'streetwear' está muriendo en el chándal y la zapatilla", según la diseñadora. Unas declaraciones que encuentran eco en el nuevo vaticinio del rey de los milenials, Virgil Abloh, para quien "la ropa callejera morirá" este año, en provecho del vintage y del rescate de los archivos, según dijo a la revista "Dazed" el diseñador de Off-White y de Louis Vuitton hombre.(AFP)
Foto: Anne-Christine Poujoulat / AFP