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Impresión 3D: la nueva alternativa de la industria de la moda

Por Alicia Carrasco Rozas

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Moda

Las impresoras 3D han revolucionado todas las industrias. Han desarrollado una nueva forma de fabricar las cosas que usamos día a día como un simple juguete, partes de autos, casas, bicicletas, accesorios, instrumentos e incluso prótesis de cualquier tipo para el ser humano. La industria de la moda no es la excepción. En los últimos años la moda se ha adaptado poco a poco a esta nueva tecnología en la forma de crear prendas, zapatos, accesorios y joyería con diseños prácticos e innovadores que antes solo podían imaginarse.

2013 fue el año donde esta tecnología impactó más fuerte en la indumentaria. Iris Van Herpen en París Fashion Week presentó la colección Magnetic Motion, elaborada completamente en 3D e imanes. Lindsay Ellingson desfiló en el Victoria’s Secret Fashion Show con un traje hecho a la medida en 3D, cubierto de cristales Swarovski. Dita von Teese lució un diseño en 3D creado por el diseñador Michael Schmidt y el arquitecto Francis Bitonti. Estas y otras innovaciones abrieron una nueva era para la moda donde la tecnología se une a la perfección con la artesanía del trabajo manual, mayor sostenibilidad y un nuevo concepto de industrialización.

La tecnología 3D

La impresión 3D fue creada en un principio para realizar prototipos de distintas clases y usos, especial para las personas que trabajan con arquitectura, diseño, artes plásticas y más. Sin embargo, muchos diseñadores de moda como Danit Peleg se interesaron por esta nueva tecnología y la adaptaron para crear un textil que pudiera tener más textura y volumen, creando formas interesantes y creativas. La diseñadora primero buscó un material flexible pero fuerte, propiedades que encontró en un material español llamado FilaFlex con el que creó el patrón para fabricar la primera chaqueta de su colección. Después de un primer intento exitoso decidió crear toda una colección que se imprimió en un aproximado de 2,000 horas donde luego cada parte fue conformando, como un rompecabezas, prenda por prenda.

No obstante, el textil impreso aún es rígido e incómodo debido a los materiales que se usan para realizarlos. En un impresor 3D se construyen objetos colocando capa sobre capa de plástico fundido, que se fusiona de una forma muy diferente a las telas. Es por ello que por mucho tiempo esta novedosa tecnología ha sido utilizada principalmente para piezas más artísticas (Haute Couture) que para uso diario. Para trabajar en este problema, la Universidad de Loughborough situada en el Reino Unido se unió al fabricante textil de Yeh Group en el proyecto 3D Fashion, a cargo del Dr. Guy Bingham. Su objetivo principal es crear un material más maleable y cómodo que sea la materia prima para producir ropa Prêt-à-porter, todo ello a base de polímeros. "(La impresión 3D) permite a los diseñadores innovar más rápido y crear moda personalizada y lista para usar en un mundo digital sin restricciones geométricas y con casi cero material de desecho” declaró Bingham a 3D Print.

Si esta tecnología llega a evolucionar al grado de convertirse en un textil viable no solo abrirá un nuevo panorama de la moda donde las prendas se imprimirían desde casa en menos de 24 horas. También ayudaría al medio ambiente y a reducir el fast fashion que hasta el momento es el principal causante de esta contaminación de indumentaria desechada.

El impacto del 3D en la moda

Por el momento, el mayor productor de textiles en el mundo es China, según 3D Print.com. Procesa unas 41 millones de toneladas de tela y producen contaminación atmosférica (CO2) y residuos de tela, usan millones de toneladas de agua y producen aguas residuales gracias al teñido. Todo esto para cumplir la gran demanda de prendas que se crean temporada tras temporada y que por supuesto provoca que las personas desechen ropa con la vida útil casi intacta. Pero estos últimos años, con la tecnología 3D creciendo en el panorama mundial de la moda esta situación puede mejorar y hacer cambiar por completo la industria. ¿Pero cómo?

Según un artículo de Fashion United UK, desde el momento que estas impresoras comenzaron a comercializarse para uso doméstico, la industria recibió nuevas alternativas de personalización de prendas, calzado y accesorios como el caso de Gensole que es una plataforma donde el usuario puede diseñar plantillas personalizadas para los zapatos. Lo único que se necesitan son las medidas de la persona o un escaneo 3D del pie, garantizando el tallado correcto. La impresión 3D ahora abre un espacio a empresas minoristas así como la exploración de nuevos y novedosos materiales como bioplásticos que incluso pueden ser creados por el mismo usuario. Un ejemplo es Shapeways que desde un blog da las instrucciones para hacer un bioplástico a base de almidón, glicerina, vinagre y agua.

Crear desde casa sus propios productos tiene beneficios amplios. Ahora también las personas podrán hacer un tacón nuevo para reemplazar uno dañado, agregando adornos a las prendas que ya se tengan, imprimiendo incluso los botones de una camisa. El 3D aumentará la vida de los productos, evitando así el desperdicio de prendas.

La personalización de la ropa será clave. En una entrevista realizada por la Universidad Pratt a Ryosuke Nakayama, gerente de marketing de Mimaki’s y David Lopez, especialista en textiles, resaltaron la importancia de la personalización, no solo para los consumidores sino también para los diseñadores. “La impresión digital ha abierto nuevas avenidas de estilos artísticos al tener la flexibilidad de personalizar telas con opciones ilimitadas de diseños y colores (...) ofrece a los diseñadores la posibilidad de hacer cosas extremadamente creativas” señalaron. Trabajar de esta manera permite al diseñador hacer prueba y error de la prenda desde la computadora eliminando el desperdicio del exceso de producción y por supuesto creando producción local, sin subcontrataciones.

En cuanto al medio ambiente, la tecnología 3D reduce los costes de mano de obra y las emisiones de CO2 usando materiales como filamentos de nailon, plástico, metal, seda y botellas de leche recicladas. Otras innovaciones también se hacen camino en esta nueva era. Según Bkacelerator existe una empresa llamada EKOCYCLE fundada por Will I.Am y Coco-Cola que comercializa una impresora 3D que usa botellas de Coca-Cola recicladas. El mercado 3D se encuentra en un momento increíble de expansión, solo en China se espera que el crecimiento anual supere en 2020 los 20.000 millones de yuanes (3.000 millones de dólares).

Muchos beneficios, sin duda, se desprenden de esta nueva forma de hacer ropa. La industria de la moda y la tecnología siempre han estado de la mano, en una relación estrecha y firme; la historia lo dice. Pasamos del algodón, la seda y el rayón, al látex y después a los tejidos orgánicos y sostenibles. Pero, quizás esta es la era del tejido 3D y sin duda está viniendo con más fuerza que nunca.

Fotos: Danit Peleg webpage y Michael Schmidt Studio webpage.

Danit Peleg
Impresión 3D
Iris van Herpen
Michael Schmidt Studio
Tejido 3D