El verano rejuvenece la Semana de la Moda de Milán
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El verano rejuveneció este sábado a los creadores de la Semana de la Moda de Milán, que presentaron vestidos más cómodos, frescos y divertidos para la próxima canícula, ya sea Roberto Cavalli, con un estilo informal, Bottega Veneta, deportivo, o los deshabillés chic de Jil Sander y Ermanno Scervino.
Todas las miradas estaban centradas en el esperado desfile de Roberto Cavalli, fundador y epónimo de la firma, quien por primera vez estuvo ausente en la pasarela. El diseñador toscano, en efecto, cedió su Casa de alta costura al fondo de inversiones italiano Clessidra.
Lo sucede al frente de la misma Peter Dundas, quien ha tenido la responsabilidad de retomar la antorcha de la marca renovándola por completo. Nomás llegar, el estilista noruego realizó una ruptura total con el tradicional estilo glamoroso y extravagante de Cavalli. El carácter sensual y algo 'rock' de la marca está aún presente, pero en una versión completamente rejuvenecida, que hace pensar más bien en Just Cavalli, Nº 2 de la firma. Los típicos estampados con animales de Roberto (cebras, leopardos, leones y otros) se mantienen, pero en un estilo "digital", casi abstracto, con colores veraniegos. El habitual trabajo artesanal está apenas esbozado.
El guardarropas, sobre todo, se ha visto revolucionado de arriba a abajo. ¡Fuera los trajes de sirena y los vestidos de noche! Bienvenidas una serie de vestimentas "básicas", fáciles de lucir en lo cotidiano: pequeñas chaquetas y vestidos en denim de colores deslavados tie and dye (rosa, glicina, celeste), leggings y vestidos hiperceñidos, shorts, parkas en nylon ultralivianos sin dobladillos, T-shirts en ante caladas. Para la noche, propone vestidos supercortos con largas y livianas colas.
La vela inspira
Informalidad y confort caracterizan también a la colección muy deportiva de Bottega Veneta, con ropa pensada para la vida al aire libre. El pantalón de 'jogging' en tejido de técnica aterciopelada que combina con sweat-shirt y un chaleco con cierre relámpago, también aterciopelados, estampados con un "camuflaje" ligeramente militar.
Jungla y sabana no están tan lejos, con chaquetas y faldas estampadas estilo leopardo con insertos de cuero negro, o trajes en gabardina, y cardigáns en cachemire estampados con un mismo motivo de follaje. Los tejidos están realizados en croché y decorados con anillos metálicos con reminiscencias de los aparejos de los veleros. Este deporte náutico inspiró particularmente al director creativo Tomas Maier, quien confeccionó largos vestidos en técnica nylon, estilo tela de paracaídas, escotados en los hombros y anudados al cuello y espalda mediante nudos maestros. Estas cuerdas, típicas de los veleros, son también utilizadas para decorar y brindar relieve a vestidos confeccionados en patchworks de materiales rústicos.
Para Jil Sander, Rodolfo Paglialunga también juega con lazos, que se entrecruzan en la espalda para sostener vestidos de fluido satin, o con cintas con broches metálicos. Inclusive, hasta llega a proponer una manga de caucho, anudada en la cintura, en tanto cinturón.
Vestidos y faldas rectos se ciñen sensualmente a lo largo del cuerpo, así como los tapados largos. A veces, un hombro, el vientre o la espalda desnudos revelan el cuerpo a través de un sutil juego de muescas y aberturas, en tanto la mirada de las modelos queda escondida por un sombrero de paja. Este mismo espíritu lánguido se encuentra en la colección de Ermanno Scervino, en la que el acento está puesto en la lencería, de encaje y prendas transparentes por un lado, y sobre un vestuario mucho más de diario, inclusive deportivo, por otro, con overoles y conjuntos de aviador cómodos y sin remilgos.
Un leve aire de Oriente flota en los diseños de Antonio Marras, quien nos embarca en un viaje entre Armenia e Irán. Dominada por las tintas cobrizas, toda la colección se apoya sobre un equilibrio entre formas relativamente simples y y materiales preciosos, entre los cuales destaca el oro.
El domingo será el turno en particular de Marni, Dolce & Gabbana, Salvatore Ferragamo y Trussardi. (AFP)