El retorno de Courrèges trajo un viento de frescura a las pasarelas de París
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Minifaldas, mucho blanco y vinilo: el universo de Courrèges volvió a irrumpir este miércoles en las pasarelas de París en el esperado retorno de la icónica marca de los rebeldes años 1960, reinterpretada por dos creadores franceses veinteañeros.
Trece años después del último desfile Courrèges, los nuevos directores artísticos Sébastien Meyer y Arnaud Vaillant presentaron una colección estival declinada en quince prendas -saco, minifalda, pantalones, etc- disponibles en quince materias -vinilo, cuero, gamuza, etc- y distintos colores. Reinó por supuesto el blanco, el color favorito de la marca fundada en 1961 por André Courrèges, que hoy tiene 92 años.
Plateado espacial, amarillo, rojo y azul completan la paleta de un guardarropa lleno de juventud y optimismo que visiblemente sedujo al público invitado al desfile realizado en la Ópera Bastille obra del arquitecto uruguayo Carlos Ott. Mientras las modelos deambulaban por la pasarela, imágenes proyectadas sobre una enorme pantalla mostraban otras variantes posibles. "Cada modelo está disponible en cada materia y color, lo cual da 225 posibilidades", explicó a la AFP Sébastien Meyer. "André Courrèges forma parte de los inventores del prêt-à-porter. Por esa razón teníamos que hacer algo fuera de lo común e intentamos proponer un nuevo esquema", dijo el creador de 26 años.
Respetar el código genético
La posibilidades responden a las necesidades y deseos de las clientas, asegura Arnaud Vaillant, de apenas 25 años. "Si les gusta el saco, les encantará tenerlo de mezclilla para el día y en cuero para la noche, o en malla para el fin de semana. Es posible proyectarse en diferentes momentos". El último desfile de la marca remontaba a julio de 2002. A partir de 2011, año en que André y su esposa Coqueline Courrèges cedieron las riendas de la casa al duo de publicistas Jacques Bungert y Frédéric Torloting, las colecciones se promocionaban en presentaciones privadas.
El nombramiento en mayo pasado del dúo Meyer-Vaillant, conocido a través de su marca Coperni, colocó a Courrèges en una nueva etapa de desarrollo. "El estilo, la marca Courrèges eran tan fuertes que dedicamos cierto tiempo a reconstruir una base sobre la cual encarar el segundo ciclo, creativo, en el que acabamos de entrar", explicó Jacques Bungert, presidente de Courrèges. "Sébastien y Arnaud, en unos pocos meses, asumieron el desafío de lanzar una primera propuesta muy audaz, muy centrada en el producto, siempre respetando el famoso código genético de la marca", agregó el dirigente, cuya meta es "hacer brillar a Courrèges en el mundo entero".
Los modelos se fabrican en parte en Pau (sur de Francia) en los talleres históricos de la marca, y el resto con subcontratistas en Francia y otros países como Italia y Portugal. "Cuando alguien aspira a la modernidad piensa en Courrèges", dice Bungert. "Y los años 1960 hoy lucen particularmente optimistas", concluye.
Guy Laroche, los 60s con un toque oscuro
La inspiración de los años sesenta también fue el punto de partida del diseñador norteamericano radicado en Londres Adam Andrasick, a la hora de armar su colección para Guy Laroche, la segunda desde su llegada en enero a la marca fundada en 1957 con la idea de liberar el cuerpo femenino.
Los conjuntos en tonos blanco, negro, verde oliva y algún toque de azul y amarillo juxtaponen guiños a la época de los Beach Boys pero también elementos de rigor casi militar, más cercanos a los años 2000 "Guy Laroche era muy conocido por colores y estampados muy llamativos", dijo a la AFP el diseñador treintañero. "Tengo tendencia a hacer cosos más oscuras, lo cual representó un desafío".
"Tomé elementos muy conocidos de la primavera-verano, como estampados playeros o de palmeras, y los subvertí para hacer cosas más interesantes", explicó Adam Andrasick. De cara a la temporada estival, agrega, "la gente siempre recurre a las transparencias. Yo quise salir de ello y traer nuevas propuestas". (AFP)