El futuro de la moda: Cómo la moda digital se ha convertido en una tendencia clave
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El "metaverso online" está llegando y si vamos a pasar más tiempo en mundos virtuales, hay una pregunta crucial: ¿Qué vas a llevar?
"Cuando empecé a hablar de esto, mis amigos me decían: '¿De qué estás hablando?'", cuenta Daniella Loftus, de 27 años.
"Pero mis primos de 14 años lo entendieron enseguida".
Para muchos, la idea de comprar ropa que no existe es un salto conceptual demasiado grande.
Pero las tiendas de moda digital emergentes están aprovechando un mercado en expansión: no se trata de ropa real, sino de conjuntos generados digitalmente que las tiendas simplemente añaden a las fotos o vídeos de los clientes para que los publiquen en Instagram y demás.
Es probable que pronto se convierta en una forma de vestir a tu avatar para interactuar en juegos en línea y lugares de encuentro virtuales, todo ello potencialmente mientras te encuentras vistiendo pantalones de chándal en tu propia casa.
La influencer británica Loftus ve tanto potencial en esto, que el mes pasado dejó su trabajo en una consultoría de moda para dedicarse a tiempo completo a su sitio web, "This Outfit Does Not Exist" (en español, "Este Outfit No Existe").
Su cuenta de Instagram muestra el potencial de la ropa virtual, que no necesita obedecer las leyes de la física: desde un traje pantalón líquido plateado brillante con tentáculos, hasta una creación rosa que se tambalea con láseres que salen de su corpiño.
"Lo digital está llegando a superar a lo físico. Los niños se preguntan unos a otros: "¿Qué piel tenías ayer en este juego?", dice Loftus.
Llamativo
Isabelle Boemeke, modelo e influencer brasileña, es ya una ávida compradora de conjuntos digitales.
En Internet se la conoce como "Isodope" y combina la alta moda con un serio compromiso con la energía limpia y el activismo medioambiental.
Su estilo, como de otro planeta, encaja a la perfección con su mensaje.
"Quería hacer algo muy llamativo y atrevido. Si mis vídeos fueran con una camiseta y unos vaqueros, no tendrían el mismo atractivo", explica Boemeke a la AFP.
"Los modelos de hoy en día tienen la libertad de compartir más sobre su vida personal y su personalidad. Soy una gran empollona y me encanta expresarme de diferentes maneras a través de la moda o el maquillaje".
Esa es la demanda, así que la oferta está llegando rápidamente.
Los conjuntos en la tienda de moda digital DressX van desde sombreros de 25 dólares hasta extraños vestidos con aspecto de medusa por cientos de dólares.
"Todas las marcas del futuro se subirán al carro de la moda digital", afirma la cofundadora de DressX, Daria Shapovalova.
Su propia investigación dice que el 15 por ciento de los clientes lo hacen por las publicaciones de Instagram, y casi una cuarta parte encontró que satisfacía su necesidad de una nueva prenda de vestir.
"No se necesita necesariamente lo físico para experimentar la emoción de llevar una prenda extraordinaria", dijo Michaela Larosse, de The Fabricant, que vendió el primer vestido sólo digital de la historia en mayo de 2019 por 9.500 dólares (8187 euros).
"Todos tendremos un yo digital, tendremos un avatar y podrás comunicar algo sobre ti mismo, quién eres, qué te interesa, a través de la iteración de tu avatar".
Reduciendo los residuos
La preocupación por el medio ambiente también es clave para su atractivo.
La industria tradicional de la moda es una de las más contaminantes y generadoras de residuos del planeta, como señalaron los manifestantes de la "Rebelión de la Extinción", que el martes 5 de octubre irrumpieron en el desfile de Louis Vuitton en París.
"Conozco a muchas mujeres que compran un traje, lo usan una vez para una sola foto y nunca más", dijo Boemeke.
"Podrían reducir el consumo y el despilfarro utilizando la moda digital para algunas de esas publicaciones".
La pandemia fue un acelerador evidente para estos negocios.
"La gente estaba atrapada en casa sin nada que hacer. No tenían dónde ponerse esa ropa tan bonita", dice Loftus.
Tiene claro que la moda digital aún no es para todo el mundo, y puede que nunca lo sea.
"No sé si mucha de la gente que se dedica a esto online quiere conocer a la gente en persona. Creo que muchas de sus necesidades y deseos pueden satisfacerse online", afirma Loftus.
También puede resultar un gran nivelador: una forma de que las personas antisociales se despojen (casi literalmente) de su piel y adopten otra.
"Puedes ser un contable con esposa e hijos, y ser feliz siendo bastante mundano en la vida real, pero la forma en que quieres expresarte en estos mundos virtuales es totalmente diferente", dijo la influencer británica.(AFP)