Dolce&Gabbana y Antonio Marras cierran la semana de la moda de Milán
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Domenico Dolce y Stefano Gabbana expusieron este domingo su visión de la elegancia en un espectáculo "retro", mientras Antonio Marras transportó al público al atelier de Modigliani, en el cierre de la semana de la moda de Milán.
Como ya se tornó un hábito, el desfile de Dolce&Gabbana tuvo lugar durante la tarde en Metropol, el cuartel general de esa firma de alta costura en Milán. En la apertura sorprendieron con un video en blanco y negro que mostró a los dos creadores trabajando en su atelier, diseñando la ropa, cortando las telas y definiendo detalles de la colección, mientras sonaba de fondo música de Nino Rota.
Al fin del video, vuelve la luz y en el escenario se abren unas pesadas cortinas rojas sobre dos monumentales jarrones repletos de flores y una araña de cristal que evoca un teatro de otra época.
Las modelos comenzaron a desfilar bajo la música de la película "Amarcord", de Federico Fellini, mientras un maestro de ceremonias comenta en inglés desde su pupitre como en un desfile de antaño.
"¡Damas!, ¡si ustedes quieren ser tan lindas como una pintura del Renacimiento, estos vestidos son para ustedes!", dijo el maestro de ceremonias.
El resto del desfile estuvo acompañado de nuevos comentarios sobre los materiales utilizados, los elementos decorativos y las fuentes de inspiración.
Al smoking que abre el desfile lo suceden los vestidos de noche más ligeros, como salidos de películas de Hollywood, y en colores típicos de la confiterías sicilianas: cannolo, cassata o marzipan.
Luego vienen los vestidos decorados con motivos inspirados por las obras del arte surrealista.
Los modelos exhiben brocados, lentejuelas y flores "para encarnar la nueva primavera de Botticelli", de acuerdo con el maestro de ceremonias.
Para cerrar, "negro, negro y más negro", otra marca registrada del estilo de la casa italiana.
El atelier de Modigliani
Poco más tarde, el costurero Antonio Marras también transportó al público a otra época, aunque en este caso se trató más específicamente la París llena de artistas al inicio de siglo XX, como Pablo Picasso, Chaim Soutine, Kiki de Montparnasse...
Y, obviamente, Modigliani. Es el atelier de este pintor italiano el que el costurero sardo ha recreado en su sala de Milán.
La declaración es despojada: sillas diferentes, sofás viejos, algunas sillas dañadas para que el público se acomode, mesas cubiertas con pinceles, lienzos por el piso, caballetes, sábanas, espejos viejos...
"Hay mucho de Francia en este desfile", comentó Marras a la AFP en las bambalinas del desfile.
"He querido recrear el atelier de Modigliani en París como una casa, un salón donde los artistas se encuentran, viven, pintan. En esa forma de habitar el espacio pero también de vestirse de la manera más anticonformista posible", añadió.
De esa forma, el costurero ha transformado su desfile en un verdadero espectáculo teatral.
Por ello, actores declaman diálogos sobre escenas de la vida de Modigliani, y se mezclan con las modelos que desfilan, en una clara ruptura del ceremonial habitual de las pasarelas.
La paleta de colores de la colección del rosa antiguo al bordó o el violeta, el verde militar o el marrón. Los mosaicos de materias que el costurero domina juegan con el tul, los velos, la lana y lentejuelas.
La modernidad de formas se entrelaza con las referencias al pasado, como un vestido compuesto de una chaqueta deportiva con capucha y aplicaciones de encaje.
En general, fue un espectáculo vivo para contar la moda tal como Marras la concibe: llena de referencias, culta y comprometida.(AFP)
Photo: Dolce&Gabbana AW19, Marco Bertorello / AFP