Conoce Souf, la marca de accesorios de lujo hechos con madera reciclada
cargando...
Buenos Aires – La salvadoreña Sofía Avila es la creadora de Souf, una marca de carteras y accesorios sostenible hechos artesanalmente a partir de la reutilización de madera desechada de casas antiguas.
Estos productos de lujo están realizados a mano en El Salvador y bajo lineamientos de sostenibilidad y comercio justo. Están disponibles para la venta en algunas plataformas de moda online y recientemente la marca ha desembarcado en Miami, Estados Unidos.
Conversamos con la fundadora de la marca sobre su historia, la comercialización de sus productos y el desarrollo de su proyecto.
Los comienzos de Souf
Después de estudiar Diseño Gráfico, Dirección de Arte y Comunicación, Avila tenía pendiente el tema de la moda. Así que se decidió estudiar
a en Parsons, en Nueva York. Allí, empezó con la idea de su proyecto de carteras realizadas con madera reciclada: para su tesis de Diseño de Accesorios hizo los primeros prototipos, aunque nunca fueron físicos, sino renders. “La inspiración vino de mi familia, heredé fincas de café que formaban parte del negocio de mi abuelo y de mi padre, ahí aprendí que la planta del café tiene una vida útil, llega a un punto en que la producción ya no es tan alta y hay que quitar el palo de café. Yo me preguntaba qué se podía hacer con esa madera, pensándola como un recurso que ya teníamos y, como mi idea desde el principio fue la de utilizar madera reciclada, me parecía que podía funcionar para crear accesorios. Además, mi abuela trabaja mucho con energía, le interesan muchos las piedras y a mí también, así que el resultado de los productos son un poco una mezcla de todo esto”.
Después de graduarse, Avila recuerda que se quedó trabajando en Nueva York para distintos diseñadores hasta que se dio cuenta que había llegado el momento de lanzarse con su propio proyecto. Hace cinco años hizo sus primeros prototipos trabajando a distancia con artesanos basados en El Salvador. “Con el tiempo vi que era difícil trabajar con ellos estando tan lejos, porque al principio les cuesta confiar, ya que muchos les piden trabajo y nos son constantes, no les dan seguimiento y no les quieren pagar lo que corresponde. Así que yo tuve que convencerlos de que mi proyecto era serio y decidí mudarme de vuelta a El Salvador, país donde crecí”.
Moda y madera
Desarrollar los productos fue un proceso largo para Avila, cuenta que la prueba y el error fue una constante: “Nos dimos cuenta de que con las madera de café no lo podíamos hacer porque el tronco era muy pequeño. Es difícil combinar el mundo de la madera con el mundo de la moda, así que fue todo un aprendizaje ver cómo podíamos llegar al producto final y lo logramos hace unos dos años”.
Después de tomar un camino distinto al de las plantas de café, Avila se encontró con otro tipo de materia prima: “Conocí a un señor que compra lotes de casas antiguas, así que hablé con él y me empezó a conseguir madera de esas casas. Ahora estamos trabajando con cedro de casi 100 años que es como una joya y estamos usando un barniz más sostenible que es el ingrediente que faltaba para completar el producto con las características que me interesan”.
Avila no trabaja por temporada, va incorporando nuevos productos de a poco. “A veces quedan restos muy pequeños de madera y no me gusta tirarlos así que estoy pensando todo el tiempo en nuevos modelos en los que podamos utilizar esos desechos porque la idea es no tener desperdicios y ser cada vez más sostenible.
La comercialización
La marca vende online a través de varias plataformas e-commerce con foco en moda sostenible. Además, Avila elabora productos a pedido y tiene presencia en una tienda en Miami, Estados Unidos.
Las carteras están elaboradas artesanalmente con madera y piedras y por eso son consideradas productos de lujo. “Entre las piedras que uso están el ónix negro, la malaquita, el lapislázuli y el jaspe, entre otras. Si me piden algo especial, también lo hago, he usado turquesa y cuarzo rosa, por ejemplo”, explica Avila.
Por ahora el rango de precios va desde los 600 dólares hasta los 2200 dólares y Avila dijo que está trabajando para tener precios más accesibles y hacer que sus productos lleguen a un público más amplio.
Fotos: Souf