Carrera: las desilusiones de la industria de la moda - parte 1

La industria de la moda es un sector codiciado que atrae a muchos profesionales, pero también consigue que algunos de ellos se sientan decepcionados. Tres hombres y mujeres que han trabajado para grandes casas de moda hablan en exclusiva para FashionUnited de su desilusión.

En Europa, el sector de la confección supone 922.041 puestos de trabajo (cifras de Euratex, 2019); en Francia, tiene una facturación de 15.000 millones de euros (fuente: La Mode Française, 2020). Detrás de estas cifras hay trabajos de pasión, medios de vida temporales o permanentes, trabajos satisfactorios o, por el contrario, opresivos. Decepcionados, agotados o cansados de su trabajo, algunos profesionales optan por dejar sus puestos, a veces incluso renegando de toda la industria que les había hecho soñar. FashionUnited ha hablado por correo electrónico con estos profesionales de la moda para los que, en algún momento, este entorno ya no significa satisfacción. Hoy escuchamos a Kamil Owczarek, un diseñador polaco que ha trabajado para Armani.

FashionUnited: ¿En qué negocio se encuentra ahora?

Kamil Owczarek: Actualmente estoy en paro. Dedico mi tiempo libre a descansar; he trabajado sin parar durante más de doce años. Investigo, me interesan las nuevas ideas, me informo de las nuevas empresas, de los productos digitales y de la joven generación que llega al mundo de los adultos.

¿Podría hablarnos de su trayectoria profesional?

Crecí en el campo en una familia de clase media. Mi interés por la moda viene de mi abuela. Le encantaba disfrazarse y pedía vestidos, pieles y zapatos a medida. Aunque siempre me interesaron el arte y las actividades creativas, después del instituto decidí estudiar Derecho. Por aquel entonces, mi abuela me regaló una vieja máquina de coser que intenté usar. Al final dejé mis estudios después del tercer año, me trasladé a Varsovia con mi máquina de coser y decidí estudiar en una escuela de diseño de moda.

También trabajé durante cuatro años en Emporio Armani como comprador para el mercado polaco. En ese trabajo tenía que viajar regularmente a Milán, a la sede de Armani, para las semanas de formación. Aprendí mucho sobre una marca mundial y conocí al Sr. Armani. Entonces empecé a pensar en mi propio negocio y en mi propia marca.

¿Cuándo decidió dejar la industria de la moda y qué puesto ocupaba?

A finales de 2018. Fui cofundador y copropietario de Bohoboco [la marca de prêt-à-porter dejó de existir en 2020, tras 10 años como marca de moda; ahora se ha convertido en una marca de perfume].

"El tiempo que se tarda en preparar un buen modelo supera su fecha de caducidad".

¿Puede detallar las razones por las que dejó de trabajar en la industria de la moda?

Por muchas razones. Una de las razones es que el tiempo de preparación de un buen modelo de negocio supera su fecha de caducidad. La temporada es más corta que el tiempo de venta. El valor de mis muchos meses de trabajo se devaluó rápidamente. La moda pierde su valor, muchos clientes tratan la moda sin sentimiento, sólo se ponen la ropa una vez y siempre están ávidos de nuevos productos. Me encontré con que me emocionaba demasiado con mi trabajo y mis proyectos. Fue demasiado para mí.

¿Cree que volverá a trabajar en la industria de la confección?

Ante los acontecimientos actuales, aún no sé qué me convencería para volver a la moda. Por ahora, estoy tomando un descanso y me siento bien. Tengo en mente algunos proyectos relacionados con la moda, pero el tiempo lo dirá.

¿Cómo ve el futuro de la moda?

Creo que la moda se volverá aún más bipolar. Las marcas súper exclusivas y las de gran consumo mantendrán sus posiciones. No estoy seguro del futuro de las pequeñas empresas.

En estos momentos se habla mucho de la realidad virtual y creo que la moda empezará a desarrollarse también en este ámbito. También he oído hablar recientemente de la ropa virtual para las reuniones de Zoom.