¿Quién es la nueva diseñadora de Chloé? Analizamos el trabajo de Gabriela Hearst

Durante los últimos cinco años el protagonismo de la diseñadora Gabriela Hearst ha ido en aumento. En 2015, fundó su marca de moda homónima, que rápidamente consiguió tomar posiciones. En 2019 el Grupo de lujo LVMH decidió invertir en la marca en 2019 . El otoño pasado, Hearst ganó el premio American Womenswear Designer id the Year y debutó en la Semana de la Moda de París.

Hace escasas semanas, supimos que Hearst será la nueva diseñadora jefe de la mítica marca de lujo Chloé, con efecto inmediato. Sustituyendo así a la ex diseñadora jefe Natacha Ramsay-Levi. ¿Cuáles son los puntos fuertes del trabajo de Hearst y qué estilo reinará a partir de ahora en Chloé?

Del lujo rural a la innovación y la modernidad

Hearst (su apellido de soltera es Perezutti) trabajó como modelo cuando era joven pero pronto se dio cuenta que lo que realmente quería era ser diseñadora. En 2004, puso en marcha la marca Candela con setecientos dólares, para la que diseñó camisetas serigrafiadas con el estampado de una mujer sobre un caballo, a partir de una foto de su madre. Años más tarde creó una colección completa de prêt-à-porter de aspecto campestre y lujoso con venta a través de su plataforma en línea, y en algunos puntos de venta de Sudamérica, de donde proviene Hearst.

Hearst dejó Candela después de diez años, según sus propias palabras por las complicaciones a la hora de producir. Sin embrago, en 2015 volvió probar suerte en el mundo de la moda con su marca homónima. La etiqueta Gabriela Hearst es más lujosa, más moderna y, sobre todo, más centrada en las técnicas tradicionales y el uso innovador de materiales. Por ejemplo, Hearst introdujo una variante de lino que se trata con aloe vera, y es conocida por el uso de lana merino de gasa. En un resumen de su colección Resort de 2017, la editora de Vogue Nicole Phelps describió a Gabriela Hearst como la “competidora estadounidense de Hermès”, la marca de lujo francesa que también está enfocada en la artesanía y la innovación de materiales.

El estilo de Hearst es fundamentalmente minimalista; a veces riguroso, a veces suave y fluido, con cuadros y rayas de colores vibrantes. Inspirada en mujeres poderosas como Angela Davis, Oriana Fallaci, Kamala Harris y Tammy Duckworth, cuenta entre su clientela con mujeres como Jill Biden, Oprah Winfrey o la reina Noor de Jordania. Desde 2019, Gabriela Hearst también tiene una línea de moda masculina, con trajes multiusos y jerséis tejidos a mano.

Lana merino de su propia finca

El primer desfile de Gabriela Hearst fue en febrero de 2017, y transmitía un claro mensaje a favor de la sostenibilidad. La decoración del desfile estaba hecha con elementos reciclados, como sillas de la propia casa de Hears, y el plástico estaba totalmente excluido del programa. Desde entonces, Hearst ha experimentado con nuevos materiales, y esta filosofía sostenible, como así lo ha explicado Hearst en algunas entrevistas, tiene origen en su infancia, en un rancho remoto de Uruguay, donde pudo experimentar su estrecha vinculación con la naturaleza.

Hearst heredó el rancho cuando su padre falleció en 2011, y actualmente Hearst cría ovejas allí y produce su propia lana merino. Este suave material tiene propiedades antibacterianas y regula la temperatura corporal. Aunque habitualmente la lana solo se usa en las colecciones de invierno, Hearst ha demostrado repetidamente que la lana merino también se puede utilizar en verano, con jerséis ligeros. En 2017, el singular uso de este material le valió a Hearst para alzarse con el premio internacional Woolmark.

Con Chloé, Hearst comparte un gran amor por el campo y la estética amazónica, y puede aportar frescura y sobriedad a la estética romántica de la marca, con materiales innovadores. Quizás Hearst también aportará una su propia visión del lujo y la sostenibilidad. Con las demás marcas estableciendo ambiciosos objetivos de sostenibilidad, ese sería un paso relevante para Chloé.

Este artículo ha sido previamente publicado rn FashionUnited.nl, y traducido y editado por Paula V. Pinuaga.