El diseñador Alber Elbaz inhumado en Israël
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Jolón, Israel- Las exequias del diseñador de moda israelo-estadounidense Alber Elbaz, exdirector creativo de Lanvin, quien murió de covid-19 a los 59 años, se desarrollaron este miércoles en Israel.
Adorado por las estrellas y respetado por sus colegas, Elbaz -quien había revitalizado la casa Lanvin-murió el sábado en París, poniendo de luto a la industria de la moda.
Centenares de personas-familiares, amigos y personajes de la moda-asistieron al funeral en el cementerio de la ciudad de Holon, al sur de Tel Aviv y donde se crió Alber Elbaz tras llegar de su Marruecos natal.
Frente a su féretro, cubierto con un chal de oración judío (tallit), su compañero Alex Koo recordó, muy emocionado, los inicios del diseñador que abandonó Israel "con sólo una valija y pletórico de sueños, esperanzas y talento en bruto e intuitivo".
Reconocible por su silueta redondeada, sus gafas y su pajarita, Alber Elbaz marcó al mundo de la moda con sus vestidos, muy populares entre actrices como Natalie Portman, Cate Blanchett y Sienna Miller, entre otras.
Comenzó su carrera junto al diseñador estadounidense Geoffrey Beene en Nueva York, para luego ser contratado por Guy Laroche. En 1998, reemplazó a Yves Saint-Laurent en el prêt-à-porter del modisto francés, y después se incorporó a Lanvin en 2001.
Al frente durante 14 años, el diseñador logró la hazaña de elevar nuevamente al firmamento a la casa de moda francesa más antigua, fundada en 1889.
En Lanvin, afirmó su estilo y su percepción de la moda femenina. Una moda funcional, que debe acompañar sus cuerpos al mismo tiempo que destacarlos.
En 2015, abandonó Lanvin. Una salida brutal y traumática para el diseñador, que tardó tiempo en superarla.
En 2019, se asoció con la empresa suiza Richemont para lanzar su propia marca, "AZ Factory", que quería que fuera "funcional y adaptada para todo el mundo".
"Más que cualquier otro creador contemporáneo, Alber escuchaba y no dictaba a las mujeres cómo vestirse", señaló en la ceremonia fúnebre Lea Peretz, profesora del Shenkar College, escuela de arte y diseño de Israel, y amiga personal del modisto desde hacía mucho tiempo.
"No intentó cambiarnos, convertirnos en fantasías, sino al contrario, fue capaz de ver la complejidad y las necesidades que la modernidad dicta a la vida de la mujer contemporánea", añadió.(AFP)