Trump ataca, China contraataca: el impacto en la moda y el retail
cargando...
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se intensifican a medida que Pekín anuncia medidas de represalia en respuesta a la decisión del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 10 % a las importaciones chinas. Las nuevas contraofensivas chinas, que incluyen tarifas en sectores clave como la energía, la automoción y la tecnología, así como restricciones a la exportación de minerales estratégicos, marcan una escalada en la guerra comercial con posibles repercusiones significativas en el comercio global, especialmente en la industria de la moda y el retail.
La respuesta de China: represalias económicas
El 10 de febrero, el Ministerio de Finanzas de China anunció un nuevo paquete de aranceles sobre productos estadounidenses. Entre las medidas adoptadas, se ha impuesto un gravamen del 15 % sobre ciertas categorías de carbón y gas natural licuado. Además, se ha fijado un impuesto del 10 % sobre el petróleo crudo, la maquinaria agrícola, los automóviles de gran cilindrada y las camionetas tipo pick-up. Estas medidas buscan ejercer presión sobre sectores estratégicos de la economía estadounidense.
Asimismo, China ha implementado controles a la exportación de más de veinte productos metálicos y tecnologías asociadas, incluyendo el tungsteno y el telurio, dos minerales críticos para aplicaciones industriales y de defensa. Como principal productor mundial de tungsteno, China tiene la capacidad de impactar directamente el suministro global, lo que añade una nueva dimensión a la disputa comercial.
La dependencia de Estados Unidos, en evidencia
Estas medidas ponen de manifiesto la fuerte dependencia de Estados Unidos respecto a China. Así lo señalan Josh Lipsky, director senior del Atlantic Council GeoEconomics Center y exasesor del Fondo Monetario Internacional, junto con Mrugank Bhusari, director adjunto del mismo centro. Al imponer tarifas sobre productos estadounidenses como el carbón, el gas natural licuado y el petróleo crudo, además de limitar la exportación de minerales estratégicos como el tungsteno y el telurio, Pekín expone la vulnerabilidad de sectores clave de la economía estadounidense.
La inclusión en listas de restricciones de gigantes como Illumina, empresa líder en biotecnología, y PVH Group, matriz de Calvin Klein y Tommy Hilfiger, subraya aún más esta realidad. Incluso grandes corporaciones del sector de la moda no están exentas de verse atrapadas en la maraña de políticas comerciales chinas. Esta situación genera incertidumbre sobre la autonomía económica a largo plazo de Estados Unidos, que sigue dependiendo de China para el suministro de recursos y tecnologías esenciales.
El retail de moda, en el ojo del huracán
La industria de la moda, altamente dependiente de las cadenas de suministro globales, se enfrenta a un panorama complicado en este conflicto comercial. Los nuevos aranceles estadounidenses se suman a los costes ya elevados de las marcas que dependen de proveedores y fábricas en China. Paralelamente, China, al tomar medidas contra PVH Group, envía un claro mensaje de que el sector de la moda no quedará al margen de las tensiones geopolíticas.
Expertos del sector anticipan que estas políticas comerciales aumentarán los costes de producción para los minoristas estadounidenses, lo que podría traducirse en un alza en los precios para los consumidores. Ante este escenario, muchas marcas de moda están evaluando sus alternativas.
Algunas compañías están considerando trasladar su producción a otros mercados, como Vietnam, India o Bangladesh, para mitigar el impacto de los aranceles. Otras han optado por absorber estos costes reduciendo sus márgenes de beneficio, una estrategia arriesgada en un contexto donde la inflación ya está afectando el consumo. También existe la opción del tariff engineering, una técnica que permite modificar el diseño de los productos y las cadenas de suministro para clasificarlos en categorías arancelarias más favorables.
Un panorama comercial incierto y volátil
Si bien los aranceles impuestos por Trump actualmente se sitúan en el 10 %, están lejos del 60 % que había amenazado con imponer, lo que deja abierta la posibilidad de una escalada aún mayor. Las tarifas ya vigentes bajo la administración Biden suponían un desafío considerable, y las nuevas medidas podrían llevar algunos impuestos de importación por encima del 45 % cuando se combinen con los aranceles anteriores.
Por su parte, China ha anunciado su intención de impugnar estos aranceles ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que las acciones de Estados Unidos afectan la estabilidad del comercio global. En un escenario donde las negociaciones pueden prolongarse o dar paso a nuevas represalias económicas, las marcas y minoristas de moda siguen operando en un entorno de gran incertidumbre.
La industria se enfrenta a un complejo entramado de riesgos regulatorios, económicos y geopolíticos que podrían tardar años en resolverse. Con el aumento de barreras comerciales, las empresas del sector deberán replantear sus estrategias de abastecimiento, fortalecer la resiliencia de sus cadenas de suministro y ajustar sus precios para adaptarse a este escenario inestable. La pregunta sigue en el aire: ¿dará lugar este conflicto a un nuevo acuerdo comercial o a una guerra económica prolongada? Lo único claro es que la moda y el retail están en la primera línea de esta batalla comercial.
- La guerra comercial entre Estados Unidos y China se intensifica, afectando gravemente a la industria de la moda.
- Las nuevas medidas de represalia chinas, que incluyen aranceles sobre productos clave y restricciones a la exportación de minerales, impactan en las cadenas de suministro y elevan los costes de producción.
- Las marcas de moda deben replantear sus estrategias, evaluar la relocalización o recurrir al *tariff engineering* en un contexto incierto y de costos crecientes.
Este artículo fue publicado originalmente en FashionUnited.FR, y posteriormente traducido del francés al español usando una herramienta de inteligencia artificial.
FashionUnited ha implementado herramientas de inteligencia artificial para agilizar la traducción de artículos entre nuestras plataformas, pues contamos con una red global de periodistas activos en más de 30 mercados, ofreciendo inteligencia empresarial y los contenidos más recientes en 9 idiomas.
Esto permite que nuestros periodistas puedan dedicar más tiempo a la investigación y redacción de artículos originales.
Los artículos traducidos con ayuda de IA son siempre revisados y editados por un editor humano antes de su publicación. Si tienes preguntas o comentarios sobre este proceso, escríbenos a info@fashionunited.com