¿Qué tienen en común Adolfo Domínguez y el deporte de combate?

La firma Adolfo Domínguez ha construido su reputación en torno a la elegancia sobria y el diseño atemporal. Su propuesta de valor, si tuviéramos que definirla en términos teóricos, está centrada en ofrecer moda consciente, duradera y refinada, dirigida a un público que valora la calidad.

Mientras revisaba LinkedIn, me encontré con la última publicación de la marca: “Desde 1976, toda nuestra ropa es impermeable a las modas y al cambiar por cambiar”, acompañada de su nuevo eslogan, “Sé más viejo”.

Me he quedado disfrutando del vídeo de la campaña, que sería más habitual para un chubasquero que para la colección de punto para Otoño/Invierno, y me gusta el tono de ese contraste. Lo sigo viendo. Y pienso, ¿pero este no es Ilia Topuria?

Efectivamente, se trata del campeón mundial de UFC, la principal organización de artes marciales mixtas.

Puedes ver el vídeo a continuación:

Fuente: Adolfo Domínguez vía LinkedIn.

La apuesta de Adolfo Domínguez por Ilia Topuria es un movimiento arriesgado, pues juega en un terreno ambivalente. Si bien Topuria no ha afiliado públicamente a ningún partido político, algunas de sus declaraciones y posturas han sido interpretadas como alineadas con tendencias de derecha o ultraderecha, además de expresar críticas al gobierno actual de Pedro Sánchez.

Por un lado, algunos consumidores podrían admirar la audacia y el espíritu combativo de Topuria, alineándose con la campaña; otros podrían sentir que su perfil político, o controversias asociadas no encajan con la herencia de Adolfo Domínguez.

En marketing, especialmente con figuras muy visibles y polémicas, siempre hay un riesgo de “contaminación de marca”. La reputación del talento puede influir en cómo se percibe la marca.