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Las caídas de WhatsApp, Facebook e Instagram ponen en peligro el “monopolio” de Mark Zuckerberg

Por Jaime Martinez

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Photo Credits: Mark Zuckerberg. Facebook, fotografía de archivo.

Pocos de nuestros lectores habrán que, de un modo o de otro, no hubieran terminado viéndose afectados por la caída masiva de los servicios de las plataformas WhatsApp, Facebook e Instagram que tenía lugar en el día de ayer. Plataformas todas ellas integradas en el ecosistema de empresas de Facebook, que experimentaron la peor de sus caídas de toda su historia, registrando un parón de actividades a escala global que se terminaba prolongando durante más de 6 horas, y del que no comenzaron a recuperarse hasta pasada la medianoche del 4 al 5 de octubre, en horario CEST. Unas incendias atribuidas a un “cambio de configuración defectuoso”, que sin embargo llegan en uno de los peores momentos posibles para la compañía fundada por Mark Zuckerberg. Una Facebook que sigue tratando de defenderse, con uñas y dientes, de la demanda por monopolio presentada en su contra por la Comisión Federal de Comercio (FTC) de los Estados Unidos.

Era durante comienzos del pasado mes de diciembre de 2020 cuando la FTC anunciaba la interposición de una demanda contra Facebook sobre la sospecha de que la tecnológica habría realizando prácticas anticompetitivas durante años, con el fin de mantener, de manera ilegal, su monopolio en el canal de las redes sociales. Una demanda que era resuelta con una sentencia a favor de la tecnológica, pero que el pasado 19 de agosto de 2021 la FTC se decidía a retomar presentando nuevas alegaciones y evidencias en contra de la, presunta, conducta anticompetitiva practicada por Facebook. Una demanda presentada ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia, a la que desde la tecnológica respondían con un detallado escrito de rechazo presentado precisamente en el día de ayer. Un escrito de desestimación con el que rechazan ocupar una posición de monopolio dentro de la industria de las redes sociales, que no obstante ha terminado perdiendo buena parte de su peso tras los grandes problemas de conectividad, a escala global, que han supuesto las caídas masivas y simultáneas de WhatsApp, Facebook e Instagram.

Frances Haugen, la “garganta profunda” del Wall Street Journal

Si bien las tres aplicaciones ya han comenzado a recuperarse de esta serie de incidencias, estas no han hecho más que poner la guinda a una semana que se presenta como una de las más complicadas para Mark Zuckerberg y su compañía. Desde donde este pasado domingo no tuvieron más remedio que asistir a contemplar cómo Frances Haugen, empleada de Facebook hasta este pasado mes de mayo y anterior Product Manager del equipo “Civic Misinformation” de la tecnológica, salía públicamente para reconocer, a lo largo de una entrevista en el programa televisivo “60 Minutes”, que era la responsable de haber presentado al menos ocho quejas ante la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos, así como de filtrar la información interna que ha venido publicando a lo largo de estas últimas semanas el Wall Street Journal. Acciones todas ellas sostenidas sobre una amplia serie de documentación, en la que se desvela el, presunto, potencial efecto perjudicial que las plataformas del Grupo habrían estado teniendo sobre determinadas audiencias, especialmente entre miembros de las generaciones más jóvenes. Unos riesgos de los que Facebook habrían sido conocedores, pero frente a los que habrían decidido no realizar acción alguna.

“He visto un montón de redes sociales, y Facebook fue sustancialmente peor que cualquier otra cosa que haya visto antes”, explicaba Haugen durante su intervención en “60 Minutes”. “En algún momento de 2021, me di cuenta de que iba a tener que hacer esto de manera sistémica, que iba a tener que sacar suficientes [documentos] para que nadie pudiera cuestionar que esto es real”, explicaba la exempleada, al tiempo que situaba las pasadas elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020 como el punto de inflexión que la condujo a percibir la falta de compromiso de Facebook por la lucha, entre otras, contra la desinformación. “Básicamente dijeron: ‘Oh, bien, hemos pasado las elecciones y no ha habido disturbios, así que podemos deshacernos del departamento de ‘Civic Misinformation’”. Pero “pasaron un par de meses y tuvimos el asalto” al Capitolio. “Cuando se deshicieron del departamento de ‘Civic Misinformation’, fue el momento en el que pensé: ‘No confío en que estén dispuestos a invertir realmente lo que hay que invertir para evitar que Facebook sea peligroso”.

Unas valoraciones que rechazaban de pleno desde Facebook, a través de un comunicado remitido a medios como la CNN, en el que Lena Pietsch, portavoz de Facebook, explicaba cómo “todos los días, nuestros equipos deben equilibrar la protección de la capacidad de miles de millones de personas para expresarse abiertamente con la necesidad de mantener nuestra plataforma en un lugar seguro y positivo”. Para ello “continuamos realizando mejoras significativas para abordar la propagación de información errónea y contenido dañino”, pero “sugerir que fomentamos el contenido inadecuado y que no hacemos nada simplemente no es cierto”, apostillaba Pietsch.

La FTC vuelve a acusar a Facebook de atentar contra la libre competencia

Sobre este caldo de cultivo, era como Facebook arrancaba una jornada de lunes en la que terminaba sufriendo la mayor caída de servicios de toda su historia, poco después de haber intentado salir al paso de la demanda por monopolio presentada en su contra por la FTC (Federal Trade Commission). Desde donde hablan abiertamente de prácticas ilegales llevadas a cabo por Facebook con el único fin de mantener su monopolio en el sector de las redes sociales, poniendo la atención en estas nuevas alegaciones en el proceso de migración y expansión que experimentó la plataforma tras el auge y el uso generalizado de los nuevos dispositivos móviles.

De este modo, en su ampliación de este mes de agosto de la demanda presentada en contra de la compañía en diciembre de 2020, la FTC “alega que después de repetidos intentos fallidos de desarrollar funciones móviles innovadoras para su red, Facebook, en cambio, recurrió a un esquema ilegal para comprar o enterrar [plataformas competidoras] ara mantener su dominio”. “Adquirió ilegalmente a competidores innovadores con unas características móviles populares que estaban teniendo éxito donde las propias soluciones de Facebook fracasaron o se cayeron. Y para afianzar aún más su monopolio”, sostienen desde la FTC, “Facebook atrajo a los desarrolladores de aplicaciones a la plataforma”, donde “los vigiló en busca de señalares de éxito, para luego enterrarlos cuando se mostraban como una amenaza competitiva”. Garantizándose así de una falta de “competencia seria”, que le ha permitido “perfeccionar un modelo publicitario basado en la vigilancia”, “imponiendo unas normas cada vez mayores a sus usuarios”.

“Facebook carecía de la perspicacia empresarial y del talento técnico para sobrevivir a la transición a los dispositivos móviles”, no dudaba en valorar Holly Vedova, directora de la Oficina de la Competencia de la FTC, a lo largo de unas declaraciones difundidas desde la Comisión Federal hechas en el momento de la presentación de las nuevas alegaciones. “Esta conducta no es menos anticompetitiva que si Facebook hubiera sobornado a competidoras emergentes de aplicaciones móviles para que no compitieran”, y “las leyes antimonopolio se promulgaron para prevenir precisamente este tipo de actividades ilegales por parte de los monopolistas”. Como consecuencia, “las acciones de Facebook han suprimido las mejoras de calidad en términos de innovación y de productos”, y “han degradado la experiencia de las redes sociales, sometiendo a los usuarios a unos niveles más bajos de privacidad y protección de sus datos y a anuncios más intrusivos”. “La acción de la FTC emprendida hoy busca poner fin a esta actividad ilegal, y restaurar la competencia en beneficio de los estadounidenses y de las empresas honestas por igual”.

Facebook rechaza las acusaciones de prácticas monopolísticas

Como bien adelantábamos, era precisamente a comienzos de la jornada de ayer lunes 4 de octubre cuando desde Facebook presentaban una moción de desestimación contra la nueva demanda presentada en su contra por la FTC. A la que acusan de ignorar la realidad del mundo de las redes sociales, así como de ir en contra de unas decisiones y unas aprobaciones de compra que la propia FTC autorizó hace más de 10 años.

“Las nuevas alegaciones presentadas por la Federal Trade Commision no presentan una enmienda de las deficiencias con las que contaba su primera demanda, y debería de correr su misma suerte”, explicaban desde Facebook a través de un comunicado. “El mercado ficticio que presenta la FTC ignora una realidad competitiva: Facebook compite vigorosamente con TikTok, iMessage, Twitter, Snapchat, LinkedIn, YouTube y muchos otros, en el intento por ayudar a que las personas compartan, se conecten y se comuniquen, o que simplemente se entretengan”. “La FTC no puede afirmar de manera creíble que Facebook tiene un poder de monopolio, porque no existe tal poder. Innovamos y mejoramos continuamente nuestros productos y servicios para ganarlos la atención del tiempo de la gente, porque tenemos que hacerlo para competir con rivales como TikTok, que recientemente anunció que alcanzó los mil millones de usuarios activos mensuales”.

“Después de un año y medio de investigación”, añade la tecnológica, “el segundo intento de la FTC muestra una vez más que se trata de un ataque en contra de las adquisiciones favorables a la libre competencia que la propia FTC autorizó hace más de una década”. “Al intentar revertir la ley antimonopolio, la Comisión no hace sino enviar el mensaje de que ningún acuerdo es realmente definitivo, y que las empresas estadounidenses de éxito pueden ser castigadas por innovar y mejorar productos que brindan a las personas una mayor calidad y variedad”.

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