La OCDE retrasa hasta finales de 2022 la recuperación de la economía española
cargando...
Madrid – En su última actualización sobre los efectos del coronavirus sobre la economía de sus países miembros, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), organismo de cooperación internacional del que forman parte 37 de las principales economías de Europa, América y Asia —entre ellas la española—, retrasa hasta finales de 2022 la recuperación de la economía nacional. La cual contempla que continuará viéndose especialmente lastrada por la caída del turismo, en una situación que se mantendrá hasta que no exista un programa de vacunación efectivo a escala global que contribuya a frenar la propagación del coronavirus y a reactivar el turismo y los viajes internacionales.
“A pesar del fuerte repunte en el tercer trimestre de 2020, los niveles de PIB se mantuvieron un -9,1 por ciento por debajo del último trimestre de 2019”, señalan en su último informe relativo a la economía española desde la OCDE. Apuntando al aumento de las infecciones que se han producido desde finales del verano, así como a las cuarentenas y a las restricciones a los viajes, con una caída de turistas en septiembre del -87,1 por ciento frente a los del pasado año, entre las principales causas que han continuado lastrando la recuperación económica en nuestro país. Cuyo PIB, estima según sus análisis la OCDE, se espera que crezca en torno a un +5 por ciento en 2021 y en un +4 por ciento para 2022, frente a los datos del Gobierno del pasado octubre, cuando apuntaba hasta a un aumento del +7,2 por ciento del PIB para el próximo año.
Tras estos datos, “se prevé que el fuerte repunte en el tercer trimestre de 2020 venga seguido de una contracción en el cuarto trimestre”, que irá evolucionando a medida que se moderen los efectos adversos generados como consecuencia de las últimas limitaciones a la actividad comercial y sobre sectores clave como el de la hostelería. “En consecuencia”, adelantan desde la OCDE, “la recuperación se sucederá de manera gradual y el nivel del PIB se mantendrá por debajo de los niveles anteriores a la crisis hasta finales de 2022”. Lastrado, entre otros factores, por la limitación que se producirá del consumo privado, que se verá afectado así mismo por la incompleta recuperación del mercado laboral y por el ahorro que, como medida de precaución, llevará a cabo la población española como respuesta a las incertidumbres mostradas como consecuencia de la pandemia.
Hacia una lenta recuperación de la economía y de los niveles de empleo
En cuanto a la inversión empresarial, desde la OCDE apuntan igualmente a una lenta recuperación que se verá mermada por la débil situación económica en la que quedarán las empresas españolas y por los posibles riesgos en el aumento de la solvencia de hogares y empresas. Produciéndose la mejora en cualquier caso a medida que vayan despareciendo las incertidumbres y siempre sobre el apoyo de unos bajos tipos de interés, lo que revertirá no obstante únicamente de forma leve sobre la tasa de desempleo. La cual, apuntan, se prevé que continuará siendo alta.
En el lado positivo, desde la organización apuntan a que no obstante podría producirse una recuperación mucho más sólida y fuerte de la estimada, llegado el caso de que finalmente se observe un crecimiento más rápido en el sector turismo, en la demanda de los socios comerciales del país y como fruto del certero uso de los fondos de recuperación europeos.
La necesidad de avanzar hacia una economía verde, impulsora del empleo
En ese mismo sentido, y como garantes de una posible aceleración de la recuperación económica, desde la OCDE aconsejan continuar en el corto plazo con las medidas de apoyo a los sectores y trabajadores principalmente afectados como consecuencia de la pandemia. Unas ayudas que deberían completarse con la promoción de planes de formación que permitan el reciclaje de trabajadores hacia sectores en expansión y de mayor demanda en el mercado laboral. Una reconversión que igualmente debería trasladarse, más allá de los trabajadores, a las propias empresas y a la administración mediante reformas estructurales que contribuirían a avanzar hacia un nuevo modelo económico más sostenible así como de creación de empleo.
“Una prolongación de la crisis puede llevar a la insolvencia a empresas actualmente viables”, alertan desde la OCDE. Por esa razón, “deberían de completarse las lagunas administrativas que todavía se observan en las declaraciones de insolvencia para acelerar los procesos de reestructuración extrajudiciales”. “También es necesario reducir las barreras que todavía se observan a la productividad”, así como “aplicar de manera efectiva unas reformas estructurales que sirvan para revertir la fragmentación del mercado interior”. En ese sentido, “debería de incrementarse la coordinación” de las políticas regionales y estatales, lo que terminaría repercutiendo en una mayor calidad y aumento de la innovación. “Esto también contribuiría a mejorar la estructura de la actividad económica, al facilitar la adopción de herramientas digitales que eliminen las barreras al crecimiento de las empresas”. Mientras que “las inversiones en energías renovables, en eficiencia energética y en transporte sostenible durante la recuperación, en línea con el anunciado Plan Nacional de Energía y Clima”, de producirse, destacan desde la OCDE, “ayudarían tanto a la transición hacia una economía verde como a la creación de empleo”.
Photo Credits: Unsplash.