Kering, cooperativa del lujo
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Por primera vez desde su fundación en 1963 por François Pinault como Pinault SA, desde donde terminaría adoptando el sobrenombre primero de Pinault-Printemps-Redoute (PPP), y ya a partir de 2013, bajo la dirección de François-Henri Pinault, el de Kering como último paso dentro de su proceso de transformación de compañía maderera a grupo especializado en el sector del lujo, el Grupo internacional francés y compañía líder a escala global dentro del ámbito de la moda-lujo, ha anunciado una emisión de acciones que irá dirigida exclusivamente a sus empleados. Participaciones de su capital que además podrán adquirir, anuncian desde la propietaria de casas de moda de la talla de Gucci, Balenciaga o Yves Saint Laurent, a un precio menor que al que se comercializan los títulos de la multinacional en la Bolsa de Valores de París. Mercado del que participan a través del índice Euronext París, parqué en el que actualmente los títulos de Kering cotizan en los 470,90 euros por acción.
Con esta medida, según se encargan de entrar a explicar desde la propia multinacional francesa, Kering y su dirección buscan reconocer el compromiso del que sus equipos hacen gala a diario a través de su trabajo. Unas labores que, independientemente de su posición dentro de la compañía, son las que nutren y sustentan el modelo de negocio asentado en el trabajo artesanal sobre el que se apoyan las diferentes casas de moda y áreas de negocio de la multinacional francesa; en una defensa de un “savoir faire”, convertido en el alma y la esencia de todo cuanto hacen, que confían que puedan seguir reforzando reconociendo el papel de sus equipos a través de esta decisión. Una iniciativa que se traducirá en una emisión de acciones en términos preferentes, dirigida a una serie de empleados con unos requisitos concretos, a los que se les dará la oportunidad de invertir en la compañía, involucrándolos de manera directa en el desarrollo y el futuro desempeño de la propia empresa en la que trabajan.
“El destacado éxito de Kering durante los últimos años se asienta en cada uno de sus empleados, en su capacidad para superar sus propios límites y en su voluntad de contribuir a dar forma a un mundo del lujo moderno, auténtico y comprometido”, expone François-Henri Pinault, presidente y director ejecutivo de Kering, a lo largo de unas declaraciones hechas públicas por la propia multinacional francesa. “El lanzamiento de este programa de emisión de acciones para empleados, es una muestra de reconocimiento al esfuerzo de nuestros trabajadores y a su compromiso con nuestra cultura corporativa”, y “refleja mi confianza en su compromiso y en el futuro de Kering”.
Acciones preferentes con una rebaja del -20 por ciento
Como detalles principales de esta singular emisión de acciones, desde Kering apuntan que se tratará de una emisión limitada a un número máximo de 200.000 acciones de tipo ordinario de la compañía, que se emitirán mediante una ampliación de capital llegando a representar un máximo del 0,16 por ciento del capital social de Kering.
Para poder subscribir los títulos, los empleados del Grupo Kering que puedan participar y así lo decidan, podrán participar del programa de emisión de acciones desde el 19 de mayo al 9 de junio de 2022, estando previsto el que las acciones pasen a entregarse para la fecha del 7 de julio de 2022. Momento en el que los trabajadores pasarán a estar en posesión de unos títulos, cuyo precio de venta se ha estipulado que lo marcará el propio presidente y director ejecutivo de la compañía el 17 de mayo, atendiendo para ello a que sea igual al precio de apertura promedio de las acciones de Kering en el Euronext Paris durante los veinte días hábiles anteriores a esa decisión. Valor al que se le aplicará un descuento del -20 por ciento, redondeando al céntimo de euro siguiente.
Como punto adicional, entre los detalles de la emisión de acciones desde Kering también añaden el que las acciones suscritas por los empleados dentro de esta operación, ya sea de forma nominativa como a través de fondos mutuos de empresa FCPE, quedarán bloqueadas por un periodo de hasta 5 años en Francia, y de 3 años en el resto de los países desde los que también se implementará el programa; entre los que se encuentran Italia, Reino Unido, Estados Unidos, la China Continental, Hong Kong, Japón y Corea del Sur.