Gap cierra en pérdidas y anuncia un nuevo programa de ajustes y despidos

La multinacional estadounidense de la moda Gap, uno de los principales jugadores a escala global del sector, ha terminado este 9 de marzo presentando las cuentas de su último ejercicio fiscal de 2022. Periodo anual finalizado el pasado 28 de enero de 2023, durante el que la compañía redujo sus niveles de facturación y terminó hundiendo sus beneficios en el grado de hasta terminar entrando en pérdidas, en una situación socavada por el mal rendimiento experimentado a lo largo del ejercicio por sus dos principales marcas, en lo que se entiende como el resultado del agresivo proceso puesto en marcha por la compañía con el objetivo de reducir sus elevados niveles de inventario. Una ofensiva que ha terminado ahora dando lugar al anuncio por parte de la ejecutiva de Gap de un profundo proceso de reestructuración, con despidos, mediante el que persiguen llegar a generar un ahorro adicional extra de 300 millones de dólares al año.

Empezando por desgranar las cuentas de la compañía durante su último ejercicio, Gap informa de un 2022 durante el que la compañía llegó a generar unas ventas netas totales por valor de 15.616 millones de dólares. Una cantidad un -6,32 por ciento inferior a los 16.670 millones de dólares facturados en 2021; así como un -4,68 por ciento menos que frente a los 16.383 millones de dólares que el Grupo llegó a facturar durante todo 2019, último ejercicio que permaneció al margen de los efectos de la pandemia.

Mientras tanto, y en el terreno de la rentabilidad, Gap ha terminado su último ejercicio recogiendo unas pérdidas netas por valor de -202 millones de dólares. Cantidad muy alejada del beneficio de hasta 256 millones de dólares que llegaba a reportar al cierre de 2021; así como igualmente de los 351 millones de dólares de beneficio que la compañía recogía al cierre de 2019.

“Para entrar en el ejercicio de 2023 en una posición más competitiva, tomamos medidas rápidas y efectivas dirigidas a eliminar el exceso de inventario, mejorar el balance de la oferta, particularmente en Old Navy, y optimizar significativamente nuestras estructuras de gasto, en lo que resultó en la identificación hasta la fecha de un ahorro de 550 millones de dólares”, se encargaba de subrayar Bob Martin, actual presidente y director ejecutivo en funciones del Grupo Gap, desde la abrupta salida de Sonia Syngal de la dirección ejecutiva de la compañía el pasado mes de julio de 2022, a través de un comunicado. Precisamente a este respecto, “la junta está cerca de escoger al nuevo CEO de Gap”, adelanta Martin. “Como resultado del trabajo que tenemos entre manos para construir una base más sólida y restaurar el músculo creativo de la empresa”, añade, “somos optimistas de que esto termine por proporcionar a nuestro próximo nuevo líder, un camino de salida desde el que impulsar un crecimiento constante y rentable a largo plazo” para la compañía.

Hundimiento de las ventas en sus principales mercados

Desgranando las cuentas de la multinacional, por marcas comerciales, Old Navy continuó posicionándose, tal y como viene haciendo desde hace ya largos ejercicios, como la principal marca comercial del Grupo Gap por volumen de negocio, informando de unas ventas netas totales por valor de 8.234 millones de dólares, pese a experimentar una bajada de un -9,34 por ciento frente a los 9.082 millones de hace un año. Una posición en la que le siguen Gap, con unas ventas por 3.774 millones de dólares, que bajan un -7,11 por ciento frente a los 4.063 millones de hace un año. Y ya en tercera y cuarta posición, pero mostrando en contra una tendencia en crecimiento, una Banana Republic cuyas ventas crecen un +7 por ciento desde los 1.976 a los 2.116 millones de dólares, y por último una Athleta en la que hacen lo propio un +2,28 por ciento, pasando de los 1.447 a los 1.480 millones.

Mientras tanto, por regiones, Estados Unidos continuó destacándose como el principal mercado para la multinacional, generando unas ventas totales por valor de 13.201 millones de dólares (-6,49 por ciento respecto a hace un año). Seguidas en esta relación por Canadá y sus ventas por 1.236 millones de dólares (-1,28 por ciento); Asia y sus 672 millones de dólares de facturación (-7,95 por ciento); Europa con sus apenas 209 millones de dólares en ventas (-38,53 por ciento); y finalmente una suma de otros mercados menores, que han terminado por aportar a las cuentas del grupo unos ingresos por valor de 298 millones de dólares (+29 por ciento).

Nuevo programa de ajustes (y despidos)

Poniendo ya el foco de atención sobre la nueva reestructuración anunciada por la compañía, tras el plan de ajuste de 250 millones de dólares anuales anunciado durante el tercer trimestre del ejercicio de 2022, desde el Grupo Gap han comunicado hoy el que la compañía se dispone a implementar un nuevo proceso de ajuste, destinado a lograr reducir gastos y generar un ahorro anual de otros 300 millones de dólares. Una reducción de costes que esperan conseguir, la menos en hasta su 50 por ciento, durante la segunda mitad de este nuevo ejercicio, y programa para el que contemplan una serie de gastos extraordinarios por cuestión de indemnizaciones por despido y otros costes relacionados con la implementación de este nuevo programa de reestructuración.

“La compañía anuncia hoy acciones para simplificar y optimizar aún más su estructura y modelo operativo, incluidas acciones como las de aumentar los tramos de control y disminuir los niveles de gestión para mejorar la calidad y la velocidad de la toma de decisiones, además de crear una estructura organizativa sólida en las cuatro marcas, enfocadas a elevar sus productos y la experiencia del cliente en todos los canales”. Para ello, entran a explicar desde la multinacional estadounidense, “la dirección de Gap ha estado trabajando con asesores externos en estos esfuerzos, con la intención general de optimizar y simplificar su estructura operativa para impulsar la rentabilidad y el flujo de efectivo a largo plazo”. Un objetivo para el que, añaden, “la compañía sigue creyendo que existen todavía más oportunidades para optimizar su inversión en marketing y racionalizar sus inversiones en tecnología durante los próximos años”.

Perspectivas para 2023

De cara igualmente ya a este nuevo ejercicio de 2023 en el que se encuentra ya embarcada la multinacional estadounidense de la moda, desde Gap han ofrecido unas primeras estimaciones desde las que apuntan a un nuevo ejercicio durante el que las ventas podrían llegar a registrar una caída de un solo dígito, de rango bajo a medio. Una bajada especialmente afectada tras la decisión por parte de Gap de vender la totalidad de su negocio en China al grupo Baozun, en lo que terminará contrayendo un volumen directo de ventas que el último ejercicio llegaron a suponer aproximadamente ingresos por valor de 300 millones de dólares. Mientras que, como demás indicadores, estiman llegar a incurrir en unos gastos generales de hasta 5.200 millones de dólares, así como unos gastos de capital de entre 500 a 550 millones de dólares, reflejando una menor inversión en proyectos tecnológicos y en aperturas de nuevos puntos de venta.

“Durante 2022 actuamos rápidamente para ajustar las palancas que teníamos bajo nuestro control, y tomamos medidas para impulsar mejoras inmediatas y a largo plazo sobre nuestro modelo de negocio, durante lo que resultó ser un año especialmente desafiante”, se encargaba de señalar Katrina O’Connel, vicepresidenta ejecutiva y directora financiera del Grupo Gap. “Si bien estamos mejor posicionados a medida que nos adentramos en el ejercicio de 2023, continuamos adoptando un enfoque prudente desde el que poder planificar y manejar nuestro negocio, bajo la luz de un entorno que continúa marcado por la incertidumbre en los consumidores y a nivel macroeconómico”. Pese a ello, “confiamos en que nuestras permanentes acciones para optimizar aún más nuestro modelo operativo y nuestra estructura de costes”, resulten en “pasos clave para posicionar a Gap nuevamente en su camino hacia el crecimiento sostenible y la rentabilidad, entregando un mayo valor a nuestros accionista en el largo plazo”.