El textil español denuncia su exclusión de las licitaciones públicas de mascarillas y material sanitario

Madrid – A pocos se les escapa a estas alturas de la historia la dura situación en la que se encuentran las compañías de la industria textil española, como consecuencia directa de esta pandemia, global, a cuenta del coronavirus. Como tampoco es fácil de obviar la responsabilidad que la mayor parte de estas mismas compañías mostraron, y continúan mostrando, desde que irrumpió el virus en nuestras vidas, lanzándose en una amplia mayoría de casos a reajustar sus líneas de producción y llevando a cabo una labor sobrehumana durante las jornadas más duras de estos últimos meses, y todo con el objetivo de poder fabricar esas mascarillas y batas protectoras tan necesarias, y que tanto se han llegado a echar en falta, entre la población general, y en particular sobre colectivos que necesitaban de una protección especial como sanitarios y fuerzas de seguridad. Un compromiso que bien conoce la sociedad española en su conjunto, pero que parece que no va recibir una misma respuesta ni compensación por parte del Gobierno ni de las demás Administraciones Públicas. A las que desde el Consejo Intertexil Español, integrado por las asociaciones y federaciones empresariales Ateval y Texfor, denuncian de haber excluido a las compañías textiles españolas de las licitaciones públicas de material sanitario, introduciendo una serie de requisitos para poder optar a ellas que únicamente sirven para fomentar la importación desde terceros países y premiar a multinacionales y grandes empresas.

“El Consejo Intertexil Español (CIE) solicita una verdadera revisión de Estado en la fijación de los criterios de las compras públicas sanitarias”, demandan desde el CIE a través de un comunicado difundido por el medio especializado Textil Expres. Escrito en el que “se denuncia la práctica exclusión de la mayoría de las pymes textiles españolas por el sistema actual contemplado en las últimas licitaciones públicas de material sanitario”. Que incluye una serie de requisitos que no hacen sino perjudicar a una industria textil española que “ha demostrado en un tiempo récord su implicación con el sistema sanitario español en su lucha contra la pandemia de la Covid-19, readaptándose y reorientando su producción a la fabricación de productos sanitarios”.

En juego 11 lotes por valor de más 2 mil millones de euros

Era el pasado 4 de agosto cuando el ministerio de Sanidad, a través de Instituto Nacional de Gestión Sanitaria INGESA, publicaba en la Plataforma de Contratación del Sector Público el cuestionado acuerdo marco para el suministro de material necesario para hacer frente al COVID-19, cuyo plazo de presentación de ofertas expirará el próximo lunes 17 de agosto, a las 15:00h. Acuerdo en el que se contempla una compra de material por valor de 2.578.739.505,65 euros (IVA incluido) divididos en un total de 11 lotes: Lote de batas quirúrgicas desechables prestación estándar, batas de protección desechable tipo PB [B] Nivel 2, batas quirúrgicas desechables prestación alta, batas de protección desechable tipo PB [B] Nivel 4, guantes de nitrilo, gafas de protección, mascarillas quirúrgicas tipo II y tipo IIR, mascarillas de protección FFP2, mascarillas de protección FFP3, tests molecular Covid-19 y un último lote de kits de extracción. Compras todas ellas para las que se han dispuesto de unos pliegos de condiciones de compra que, a juicio del Consejo Intertexil Español, perjudican de forma clara a las empresas españolas. Especialmente en los apartados de solvencia económica y técnica, en los que, entre otros requisitos, se demanda el acreditar los contratos de igual naturaleza de los últimos 3 años, o el contar con un volumen anual de negocio por importe anual o superior al umbral de solvencia exigido por el lote de mayor importe al que aspire, siendo el menor el de los 2.298.173 euros, para el lote de kits de extracción, y el mayor el umbral de solvencia por 18.079.353 euros del lote de batas quirúrgicas desechables de prestación alta. No valorándose sin embargo otros aspectos como la proximidad de la producción, aspecto que se ha observado como de gran importancia en unas circunstancias como las actuales a juicio del CIE.

“La rápida reacción del sector textil ha permitido elaborar materiales higiénicos, sanitarios y de protección para abastecer las necesidades más urgentes, mostrando un compromiso sin límites para abastecer al sistema sanitario y al servicio nacional de la salud para el beneficio general de los ciudadanos, mediante la producción de mascarillas, batas, guantes y otro tipo de materiales sanitarios y de protección”, continúan desde el CIE en su comunicado. Por todo ello, “no entendemos”, por ejemplo, “cómo el factor agilidad, totalmente ligado con la proximidad, no se valore”. “Queremos volver a remarcar la rápida respuesta de la Industria española para abastecer a nuestros sanitarios, en una situación con barreras a la importación de terceros países, escasez por la gran demanda mundial y la repetitiva detección de producto defectuosos o sin las debidas garantías”, subrayan desde el CIE.

Partidas “desechables” antisostenibles

Entrando ya en el carácter de “desechables” que contemplan la mayor parte de las partidas presupuestadas, esto supone otro hecho al que desde el CIE se muestran contrarios. Denunciando de igual manera la necesidad de apostar por un material de calidad capaz de garantizar las mismas prestaciones técnicas y de seguridad, pero reutilizable.

“La industria textil española considera prioritaria la necesidad de considerar de forma esencial el criterio de sostenibilidad de los productos, considerando especialmente los productos reutilizables”. “No sólo hay que contemplar las prestaciones de protección que son equiparables a los productos de un solo uso”, añaden, “también a que generan menos residuos y pueden reciclarse con más facilidad a la vez que protegen al medio ambiente”, mientras que si además se utilizan durante toda su vida útil “económicamente son más rentables”.

“Si queremos contribuir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 deberíamos de revisar nuestros propios criterios de sostenibilidad, a la vez que apoyar al tejido industrial español. Por otro lado, esta tipología de productos presenta una alternativa viable a la falta de suministro de tejidos sin tejer, cuyo suministro actual y futuro puede verse amenazado por la gran demanda mundial”. Unos criterios que sí “se valoran en las licitaciones de esta tipología de suministros en otros países europeos”.

Creación de un organismo de coordinación interministerial de gestión de compras

Como solución ante todos los inconvenientes que, a su juicio, está generando el actual sistema de licitaciones, desde el Consejo Intertexil apuestan por la creación de un organismo de coordinación interministerial que permita abordar de manera concreta los requisitos para esta serie de compras de material sanitario.

“Creemos firmemente en la necesidad de implantar un mecanismo de coordinación interministerial que pueda evaluar la situación de suministro de materias, capacidades productivas, problemáticas medioambientales y soluciones sostenibles que permitan trabajar a los Ministerios con los mismos objetivos, anticipando problemas y aportando soluciones”, con el fin de “poder asegurar un suministro de productos con todas las garantías de calidad y servicio”, aspectos de urgente necesidad “para nuestro sistema sanitario en la actual crisis que estamos viviendo”. Por ello, terminan en su misiva, “desde el Consejo Intertextil Español se solicita a la Administración Pública Española, desde el Gobierno del Estado a los Gobiernos Autonómicos, una revisión inmediata de los criterios de las compras públicas con el fin de incluir a empresas de proximidad y productos más sostenibles”.

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