El Supremo resuelve la batalla por la marca Conguitos: autoriza a Illice su uso en moda y calzado y falla contra Chocolates Lacasa

El Tribunal Supremo ha terminado finalmente resolviendo el caso que mantenía enfrentados en los tribunales, desde el año 2016, a la popular compañía zaragozana de dulces, turrones y chocolates Chocolates Lacasa, con la compañía ilicitana Illice Internacional S.A., a cuenta del uso de la marca registrada “Conguitos”. Nombre bajo el que la empresa chocolatera viene comercializando, tras su adquisición en el año 1987, los tan populares como míticos chocolates “con cuerpo de cacahué”, del mismo modo que, desde el año 1990, la zapatera de Elche lo ha venido haciendo como nombre de su marca de calzado especializada en el público infantil.

En una polémica resolución que, como todos los fallos emitidos por el alto tribunal, sentará jurisprudencia dentro del ordenamiento jurídico de nuestro país, el Tribunal Supremo ha decidido inadmitir los recursos extraordinarios por infracción procesal y de casación interpuestos por Chocolates Lacasa contra la sentencia dictada, en juicio ordinario, por el Juzgado de la Marca de la UE número 1, con sede en la Audiencia Provincial de Alicante, con sentencia firme a fecha del 8 de octubre del 2019. Un fallo que el alto tribunal emitía en sentencia en firme con fecha a día del 14 de este pasado mes de septiembre de 2022, cuyo contenido no obstante acaba de trascender, y contra la que, advierten desde la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, no cabe recurso alguno. Recayendo la relevancia del fallo en el hecho de que, a partir de este momento, Chocolates Lacasa pasa a perder la propiedad exclusiva de la marca Conguitos, marca que no solamente desde Illice Internacional podrán seguir utilizando para la comercialización de su popular marca de calzado infantil, sino igualmente para seguir desarrollando nuevas líneas de negocio dentro del ámbito de la moda.

Reconocido el derecho de Illice para hacer uso de Conguitos dentro de los sectores de moda y calzado

Dando la razón y validando el fallo emitido por la Audiencia Provincial de Alicante, sentencia que ya fallaba a favor del derecho de Illice Internacional ha seguir haciendo uso de la marca “Conguitos”, en el auto de resolución emitido por el alto tribunal, y al que hemos tenido acceso desde FashionUnited España, desde el Tribunal Supremo se ha decidido inadmitir los recursos contra la sentencia por falta de fundamento en las alegaciones presentadas como base de los recursos alzados ante el Tribunal.

Según expone en su fallo el alto tribunal, la totalidad de los motivos esgrimidos por Chocolates Lacasa para sostener sus recursos giran sobre la única base de que desde la Audiencia Provincial de Alicante se llevó a cabo un error al considerar en su fallo como un “único todo” la categoría Clase 25 de la Clasificación de Niza, en la que se encuentra registrada la marca Conguitos de Illice. Una alegación desde la que, al menos aparentemente, parecerían desde Lacasa respetar la comercialización de los zapatos Conguitos, pero no así el que pudiera hacerse un uso de la misma marca por parte de Illice para el desarrollo de otros artículos protegidos dentro de la misma Clase 25, apartado destinado al registro de todas aquellas marcas especializadas y que quieran proteger su actividad en los sectores de las prendas de vestir, el calzado y los artículos de sombrerería para personas.

Una apreciación sostenida desde la compañía chocolatera, que han rechazado ahora desde el alto tribunal aludiendo al “examen global de todo lo actuado a este respecto” llevado a cabo por la Audiencia Provincial. Audiencia desde la que se concluyó finalmente, y de una manera clara y taxativa, que la marca Conguitos era una marca registrada por Illice en la categoría Clase 25 para productos derivados del calzado, vestimenta y sombrerería; mientras que la marca Conguitos de Lacasa lo era para chocolates, dulces, turrones, bombones y caramelos. Una diferenciación de raíz que, al entender de la Audiencia y del Tribunal Supremo, no solo hacen que la marca Conguitos de Illice pueda seguir operando en el mercado sin haber cometido infracción de marca alguna y sin haber entrado en conflicto con los intereses de la compañía zaragozana, sino que le da la potestad de hacerlo dentro de todas las áreas reconocidas dentro de su Clase 25, del mismo modo que se la da a la marca Conguitos de Lacasa para hacerlo dentro de su sector especializado en dulces, bombones y chocolates.

Una decisión salomónica

Para sostener esta resolución, e igualmente desde otro polémico fundamento, desde el Tribunal Supremo se apunta al uso tolerado que en todo momento Lacasa habría permitido de la marca Conguitos por parte de Illice, así como el propio reconocimiento que le llegaron a otorgar para que pudiera operar dentro de todo la categoría Clase 25 desde la que desarrolla su actividad. Apunte para el que ponen en valor, primero, que no se elevara causa alguna en contra de la marca desde su registro en el año 1990 y hasta el año 2016; y segundo, en el allanamiento que llevaron a cabo desde Lacasa en la causa que en su contra llegaron a interponer en el año 2013 desde Illice por infracción de derechos de marca.

“Todo lo expuesto ocasionó”, sentencia el Tribunal Supremo, el que, junto al “período de tiempo dilatado” en el que ambas compañías han venido desarrollando sus respectivas actividades de una manera tolerada, se terminara generando “un estado de confianza en los titulares de las marcas Conguitos, clase 25”. Un hecho “que también quedó acreditado con el allanamiento que los ahora recurrentes manifestaron en el litigio” de 2013, en el que “los ahora recurridos, ejercitaron acción por la infracción de la marca” Conguitos al poner, desde Lacasa, “en el mercado prendas de vestir —ropa íntima— identificadas con la denominación Conguitos”. Un intento de diversificación que se encontraría en la raíz de esta batalla legal, que ha terminado dilucidándose con una suerte de decisión salomónica, dividiendo la marca Conguitos en moda y calzado y chocolates y bombones, y dándoles potestad sobe cada una de ellas a Illice y a Lacasa, respectivamente.