El exceso de ruido disminuye la productividad 34 minutos de media
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Se ha comprobado la influencia que ejercen los entornos laborales en la eficiencia y la productividad de los trabajadores. Agentes químicos, como bacterias, hongos o esporas, y físicos, como ruido, temperatura y humedad, que junto a una mala elección de mobiliario y materiales de construcción, provocan que los trabajadores sufran enfermedades y dolencias de todo tipo.
Este fenómeno, conocido como “síndrome del edifico enfermo”, comenzó a detectarse a mediados de la década de los 80. Cuando comenzaron a observarse problemas en los trabajadores de algunos edificios de oficinas de Londres, Manchester o Liverpool. Estando actualmente, según la OMS, un 30 por ciento de los edificios afectados por esta dolencia. Y en consecuencia, también sus trabajadores.
Males para los trabajadores, y para las empresas.
Los principales síntomas para los trabajadores, según la empresa especializada Sto, consisten en mareos, jaquecas, náuseas, irritación de piel y ojos, erupciones, somnolencia, problemas de respiración, alteraciones del gusto y el olfato, etc. Junto a la recién descubierta lipoatrofia semicircular. Cuyo origen se relaciona con el exceso de superficies sintéticas y metálicas. Los expertos sitúan la barrera en un 20 por ciento de la plantilla para considerar que estos problemas existen.
Una de las posibles razones será la existencia de una atmósfera muy reseca, cerrada y contaminada. Hecho que suele producirse en edificaciones demasiado herméticas con sistemas centralizados de ventilación, y ventanas que no se abren.
Y como olvidarnos de los ruidos. Según la misma empresa especializada Sto, los empleados disminuyen su rendimiento y eficacia una media de 34 minutos al día por culpa de los ruidos cotidianos de la oficina. Un problema que tras una exposición continuada puede agravarse, generando situaciones de estrés, irritabilidad, insomnio, taquicardias e hipertensión arterial. Estando entre las posibles soluciones, la instalación de elementos absorbentes que controlen la reverberación de los sonidos y la propagación de sonidos molestos.