El Corte Inglés será una compañía de “residuo cero” para 2022
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Madrid – El Grupo español de grandes almacenes El Corte Inglés sigue adelante en su firme compromiso de avanzar hacia un nuevo modelo de negocio más sostenible y comprometido con el entorno, comunicando un nuevo, y a todas luces ambicioso, calendario de logros a alcanzar en materia medioambiental. Una agenda que la compañía sustenta sobre un total de cuatro líneas de actuación, con las que tiene previsto poder lograr su objetivo de coronarse como una compañía de “cero emisiones” en el medio plazo.
Entrando a desgranar los puntos básicos que conforman esta nueva agenda sostenible, la compañía española orientará sus trabajos en materia medioambiental a reducir la generación de residuos en sus centros y plataformas logísticas, a limitar las emisiones de carbono que produce con su actividad, a incentivar la movilidad eléctrica entre sus clientes y a reducir el uso de plásticos en toda su cadena de suministros. Labores todas ellas para las que se valdrá de la ayuda y de los consejos que le brinden desde la Fundación Ellen MacArthur. Organización sin ánimo de lucro desde la que se articulan, desarrollan y promueven avances en materia de economía circular, y a cuya iniciativa “Nueva economía del plástico” la compañía española acaba de confirmar su adhesión.
Compañía de “residuo cero” para 2022 y de “cero emisiones” para 2050
De los puntos ya adelantados, el primero que buscará signar la compañía será el relativo al de su compromiso por alcanzar la calidad de compañía de “residuo cero”, para lo que se valdrá del sistema de gestión de residuos implantado y certificado por Aenor. Un modelo que la compañía ya ha introducido en un total de 55 de sus centros y plataformas logísticas, 51 en España y 4 en Portugal, con el que estima que al menos un 90 por ciento de los residuos se “valorizan”, evitando así su depósito en vertederos. Pasando en este caso el objetivo del Grupo por que todos los centros y plataformas logísticas propiedad de El Corte Inglés cuenten con esta certificación para el próximo año de 2022.
En cuanto a su objetivo de lograr alzarse como una compañía de “cero emisiones”, este es un logro que la empresa española estima que podrá alcanzar para el ejercicio de 2050. Un horizonte para el que se ha marcado, en línea con las actuaciones que ha llevado ya a cabo a lo largo de este último año en varios de sus centros, continuar mitigando y compensando todas las emisiones de carbono que produce. Una medida que vendrá así, a medida que se alcance, a completar el valor con el que cuenta ya la compañía en materia de energía, de la que el 100 por cien de la que consume está ya certificada como de origen renovable.
Mientras tanto, sobre el siempre problemático asunto de los plásticos, además de las iniciativas que la compañía empiece a implementar, entre otras, desde su nueva condición de adscrita a la iniciativa de plásticos de la Fundación Ellen MacArthur, desde El Corte Inglés trabajan con la mirada puesta en reducir la huella plástica de toda su cadena de valor en un -30 por ciento para el año 2025. Todo ello al tiempo que implementan distintas medidas, como la de comenzar a poner a la venta diferentes opciones de bolsas reutilizables y sostenibles, o el lograr que el 100 por cien de las bolsas de plásticos de sus supermercados sean reautilizables y estén ya fabricadas a partir de materia prima reciclada.
Como último y cuarto punto que termina de armar esta completa agenda en materia de sostenibilidad sobre la que trabajan desde la compañía española, nos encontramos así con el fomento de la movilidad eléctrica con la que desde El Corte Inglés buscan contribuir a reducir la huella de carbono, también entre los clientes que visiten sus centros. Para lo que la compañía ha implantado ya más de 300 puntos de recarga de vehículos eléctricos en sus aparcamientos, haciendo de ellos “el mayor parking privado nacional en esta categoría”, subrayan desde el propio Grupo a través de un comunicado. Una iniciativa que se muestran decididos a seguir desarrollando a medida que siga aumentando la implantación del coche eléctrico en nuestro país, y que gracias al origen 100 por cien de energías renovables de las que hace uso la compañía en sus centros e instalaciones, se ha logrado generar “cero emisiones al medio ambiente por esta actividad”.
Un compromiso con la sostenibilidad, también en su catálogo de productos
Con esta suma de actuaciones, presentes, pasadas y a futuro, desde El Corte Inglés vienen a reforzar una política en materia sostenible y medioambiental que igualmente la empresa, firmante del Pacto de la Moda para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por Naciones Unidas, ha trasladado a su completo catálogo de productos. Compuesto en la actualidad, subrayan desde la compañía, por más de 100.000 referencias con características sostenibles, de categorías de producto tan dispares como las de moda, hogar, tecnología, ocio y alimentación.
A este respecto, y en lo especial a lo que atañe al terreno de la moda y del textil, desde el Grupo de grandes almacenes destacan la colección de baño “Seaqual” de la marca Énfasis, confeccionada con materiales reciclados procedentes de desechos plásticos marinos; las colecciones de baño de las marcas de moda Dustin y la de Emidio Tucci, fabricadas en un 71 y un 35 por ciento, respectivamente, de materiales reciclados; o, ya dentro de la categoría de hogar, la presencia de unos nórdicos y unas almohadas de la línea Ocean confeccionadas en poliéster 100 por cien reciclado procedente de plásticos recolectados de los océanos.
“Todas estas acciones”, remarcan desde la compañía de grandes almacenes, “se enmarcan en el compromiso de El Corte Inglés de vinculación con la sociedad y el medio ambiente, así como en el espíritu de cercanía que mantiene con las inquietudes de los ciudadanos”. Una población cuyo creciente interés y preocupación hacia el entorno y el medioambiente, y tal y como bien ha quedado demostrado especialmente a medida que ha venido transcurriendo esta pandemia, no ha hecho más que afianzarse, marcando una tendencia que se estima no haga más que acelerarse a medida que vayan abriéndose paso las nuevas generaciones más jóvenes. Entre cuyos miembros se perciben una serie de marcadas diferencias tanto a la hora de consumir, como de relacionarse con unas firmas y empresas a las que les exigen unos sólidos compromisos en materia ética y medioambiental.