“Crac” de Asos en la Bolsa de Londres con una caída del -30 por ciento
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No está siendo una nada buen recibimiento el que está encontrando el español José Antonio Ramos Calamonte en su ascenso a la dirección ejecutivo de Asos. Un puesto en el que ha sido confirmado hace escasamente unas horas y que ha pasado a ejercer “con efectos inmediatos”, tal y como nos hemos encargado de recoger desde FashionUnited, al tiempo que se incorpora a su Junta Directiva, en lo que ha venido acompañado de un hundimiento de las acciones de la multinacional británica en la Bolsa de Londres. Mercado de Valores en el que venía cotizando, a través de su submercado alternativo AIM, desde 2001, y a cuyo mercado principal saltaba este pasado 22 de febrero de 2022 para entrar a cotizar bajo el ticker ASC, de la mano de unos títulos que actualmente acumulan en la sesión de hoy un hundimiento de su valor del -30 por ciento.
Más allá del nombramiento de su nuevo director ejecutivo, que ha venido acompañado de la designación igualmente de Jørgen Lindemann como nuevo presidente de la multinacional británica, la caída se habría visto agudizada como consecuencia de los últimos datos financieros que desde Asos se han igualmente lanzado a presentar esta misma mañana. Una última actualización sobre sus cuentas en la que se ha incluido una nueva revisión de sus previsiones para el cierre de ejercicio, en lo que se ha terminado sumando a unas incertidumbres en el plano económico a cuenta de la gravedad de las tendencias inflacionistas que, todo ello reunido, habría terminado por preparar el coctel perfecto para el hundimiento de la cotización de las acciones de la minorista.
Caída de las ventas y altas tasas de devoluciones
Entrando a analizar esta última actualización sobre sus cuentas, Asos informaba de los resultados recogidos por la compañía a lo largo del tercer trimestre de su actual ejercicio fiscal de 2021/2022. Periodo de tres meses finalizado el pasado 31 de mayo, que la compañía ha terminado completando con unas ventas totales por valor de 983,4 millones de libras, unos 1.145,84 millones de euros al cambio actual. Una cifra que supone una caída del -0,46 por ciento de sus ventas, con respecto a los 987,9 millones de libras del mismo periodo de 2021.
A pesar de este ajuste sobre sus cuentas, en términos anuales, en estos nueve primeros meses de ejercicio Asos acumula unas ventas totales por valor de 2.987,4 millones de libras, unos 3.480 millones de euros al cambio actual. Cifra que por su parte y en suma representa un ligero aumento del +0,8 por ciento con respecto de los 2.963,8 millones de libras que Asos generaba en ventas durante los mismos primeros nueve meses de su anterior ejercicio de 2020/2021. Quedando así a la espera de un último trimestre de ejercicio para asegurar el si la compañía consigue o no seguir con una tendencia de crecimiento, mejorando sus niveles de facturación con respecto al año anterior, y de que esto pueda venir acompañado de una mejoría en términos de rentabilidad.
“Durante la primera mitad del ejercicio, establecimos las medidas que debíamos de tomar para hacer frente a un contexto cada vez más desafiante, y en particular frente a los desafíos que se mostraban dentro de la cadena global de suministros, en lo que condujo a un stock con un perfile mejorado, con mayores novedades y disponibilidad”, entraba a analizar Mat Dunn, director de operaciones de Asos. Con ello, “observamos el beneficio de estas medidas en forma de un fuerte repunte de las ventas brutas y una mayor aceleración del crecimiento en los Estados Unidos”. Todo ello, apostilla Dunn, “al mismo tiempo” que “notamos que nuestros clientes aún no habían sentido el impacto de las presiones inflacionistas”, en unas apreciaciones que, con estos datos en la mano, habrían terminado por cambiar radicalmente a lo largo de este último trimestre.
“Los que ahora está claro, en base al aumento significativo de las tasas de devoluciones que hemos visto, es que esta presión inflacionista está afectando cada vez más al comportamiento de compa de nuestros clientes”, sentencia Dunn. “Es demasiado pronto para saber cuánto tiempo continuará el patrón actual de comportamiento de los clientes, pero estamos tomando pedidas rápidas y decisivas para minimizar los impactos, mientras continuamos dando cumplimiento a las iniciativas estratégicas que presentamos en noviembre”, y que “garantizarán el que Asos se prepare para el largo plazo”.
Ajuste, a la baja, de las previsiones para el cierre de ejercicio
Partiendo de esta advertencia sobre la profunda gravedad de unas tensiones inflacionistas que amagan por llegar a hundir el poder adquisitivo de los consumidores, y con ello sus ánimos de compra y finalmente las cuentas de minoristas como Asos, la multinacional británica del e-commerce ha presentado una guía de previsiones para el cierre, el próximo 31 de agosto de 2022, de este último ejercicio fiscal de 2021/2022.
A este respecto, desde Asos contemplan llegar a cerrar ahora el año con un aumento de las ventas de entre un +4 y un +7 por ciento, frente al entre el +10 y el +15 por ciento que preveían al cierre del primer trimestre de este mismo ejercicio. Momento para el que estimaban llegar a registrar un beneficio antes de impuestos de entre 110 y 140 millones de libras, que ahora han pasado a situar en solamente entre 20 y 60 millones de libras, como respuesta del impacto que prevén que la inflación continue ejerciendo sobre el comportamiento de los consumidores, y en lo que en particular valoran que se seguirá reflejando en una inusualmente elevada tasa de las devoluciones.
En suma, y tras los pobres resultados de este último tercer trimestre, la guía se presenta como el reflejo de un empeoramiento de las previsiones de Asos para este ejercicio, para el que contemplan llegar a generar una deuda neta de entre 75 y 125 millones de libras. Unos balances y unas estimaciones que así pues, y junto a la profunda preocupación que persiste por esas tensiones inflacionistas que han provocado el que, después de 15 años, por primera vez el Banco Nacional de Suiza esta misma mañana haya decidido subir los tipos de interés, encontraríamos como las responsables del “crac” que han experimentado a lo largo de esta mañana los títulos de Asos. Acciones que experimentan en estos momentos una hundimiento del -30,52 por ciento, tras pasar de los 1.160 peniques a los que cerraban la última sesión, a los 806 peniques por acción a los que cotizan en estos momentos. Un porcentaje muy superior al de otras competidoras como Boohoo, que tras la publicación, también esta misma mañana, de una última actualización sobre sus cuentas, está siendo castigada en los mercados con una caída de su cotización del -14 por ciento.