Aliexpress anuncia devoluciones gratuitas, desafiando los retos que plantean a la industria de la moda

Dispuesto a mejorar la experiencia de compra de sus clientes, incluso si para ello es necesario nadar a contracorriente, AliExpress España ha anunciado devoluciones gratuitas en un plazo de 15 días, entrega rápida en 3 días para productos seleccionados y promociones con descuentos proporcionales en función de el dinero invertido por los consumidores.

Los dos principales inconvenientes que experimentan quienes compran en el gigante chino de la venta online son la incertidumbre sobre la calidad y autenticidad de los productos y los largos plazos de envío, lo que puede resumirse en que, si al cabo de meses recibes una prenda barata y de mala calidad, decides quedártela o deshacerte de ella tú mismo, para evitar el coste y el engorroso proceso de devolverla.

Pero a partir de ahora, los usuarios podrán solicitar la devolución a través de la aplicación móvil y recibirán una etiqueta de devolución que deberán pegar en el paquete y llevar a Correos dentro de los 15 días posteriores a la recepción del pedido. No implicará ningún gasto para el comprador, y una vez que se procese la devolución, se emitirá un reembolso utilizando el método de pago establecido en la aplicación.

¿Cómo beneficia esta decisión a Aliexpress?

En un momento en que las marcas y los minoristas están respondiendo a las demandas de un número creciente de consumidores concienciados con el medio ambiente y a una legislación más estricta sobre el impacto negativo de la moda en el medio ambiente, Aliexpress les lleva la contraria, tomando una posición competitiva.

El alto número de devoluciones online amenaza la rentabilidad de los e-commerce de moda, lo que lleva a algunas marcas, como Zara, H&M, El Corte Inglés, Asos o Uniqlo a cobrar a sus clientes por las devoluciones cantidades entre los 1,95 a los 7,90 euros o a no facilitar la recogida a domicilio. Mientras que otras como Mango, Springfield o Cortefiel, se resisten a poner trabas en este aspecto.

La pandemia ha transformado los hábitos de consumo, impulsando el crecimiento de los e-commerce en la industria de la moda. En este contexto, el bracketing se ha vuelto común, donde los consumidores eligen varias tallas de una prenda para luego devolver las que no les quedan bien. Sin embargo, esta práctica puede tener consecuencias negativas para el medio ambiente, ya que las devoluciones de ropa generan problemas en la cadena de suministro, requiriendo recursos adicionales y afectando la eficiencia y sostenibilidad en general.

Problemas derivados de las devoluciones

Cuando se devuelve la ropa, especialmente si ha sido usada o probada, puede resultar en un aumento significativo de residuos, pues las prendas a menudo pierden su valor y no puede ser vendida nuevamente, por lo que termina en vertederos.

El proceso de devolución de ropa también implica transporte adicional, lo que supone un mayor consumo de combustibles fósiles y emisiones de gases de efecto invernadero. Además, si la ropa devuelta necesita ser limpiada o reparada antes de volver a ponerse a la venta, esto implica un consumo adicional de agua y energía.

En ocasiones, las marcas incluso optan por tener un almacén exclusivamente destinado a las devoluciones a los que destinan las prendas devueltas, estas no se vuelven a poner a la venta online, sino que se les da salida a través de outlets, o incluso se deshacen de ellas directamente, porque lo encuentran la forma más eficaz y eficiente de gestionarlas.

Para abordar estos problemas, es importante que los minoristas y los consumidores adopten prácticas más sostenibles, como la educación sobre tallas y medidas precisas, la mejora de la calidad de los productos para reducir las devoluciones y el fomento de modelos de negocio circulares que promuevan el reciclaje y la reutilización de la ropa devuelta. También es fundamental que los consumidores compren de manera más consciente y eviten devoluciones innecesarias.