Cumbre Re'aD: Las pruebas virtuales y las simulaciones en tienda prometen una mejor industria de la moda
cargando...
En la Cumbre Re'aD del instituto alemán de la moda DMI, el tema "Digital x less" se abordó el tema de cómo las soluciones digitales pueden evitar la sobreproducción y el despilfarro en la industria de la moda. Desde la creación de muestras digitales de tejidos, pasando por programas en 3D para simular el merchandising visual, hasta las pruebas virtuales diseñadas para reducir las tasas de devolución, las innovaciones presentadas este mes demuestran el potencial inherente de la tecnología para mejorar la industria de la moda.
Tejidos digitales para una cadena de suministro más limpia
Un tema clave de la Cumbre Re'aD fue la flexibilidad y adaptabilidad de la cadena de suministro. La digitalización de muestras y prototipos de tejidos es esencial para ello, y puede reducir los plazos de entrega, los costes de desarrollo de las colecciones y el impacto medioambiental.
La digitalización de los tejidos requiere diferentes programas informáticos y hardware. La empresa DMIx, con sede en Colonia, ha desarrollado un software para muestras de color que puede utilizarse para convertir digitalmente los colores de los tejidos físicos de manera sistemática. Esto ayuda a evitar errores y malentendidos entre los fabricantes de telas, los productores de ropa y los creativos, algunos de los cuales ya trabajan con procesos digitalizados.
El fabricante italiano de tejidos Marzotto Group utiliza el software de DMIx para crear muestras digitales de tejidos. En combinación con otros servicios, el Grupo Marzotto ha podido digitalizar más del 20 por ciento de sus muestras de tejido.
Marzotto utiliza escáneres de tejidos que convierten las características de un tejido en un "gemelo digital", por ejemplo. Un software especial procesa los datos para que puedan aplicarse en programas de patrones como Clo. Este puente crea la oportunidad de trabajar digitalmente en el nivel de desarrollo del producto, un paso en la cadena de producción textil que suele tener un gran impacto medioambiental.
Luca Bicego, especialista en TI del Grupo Marzotto, ilustró las ventajas de los tejidos digitalizados con un ejemplo: si los desarrolladores de productos quieren ofrecer un artículo en colores y tallas adicionales, pueden simular primero las versiones en su software 3D e incluso utilizar la simulación de movimiento de los prototipos digitales para probar la libertad de movimiento y la comodidad de uso. Estas pruebas digitales reducen el número de rechazos, que supondrían costes de transporte y consumo de material innecesarios. Además, está el factor tiempo: El muestreo en 3D ahorra horas de trabajo y, posiblemente, personal.
Gary Plunkett, director comercial de PixelPool, una empresa que ofrece herramientas similares, también lo ha notado. Según él, en lugar de varias semanas, un cliente sólo necesita unas horas para crear y lanzar nuevas ofertas de productos.
"Cada milímetro de tejido ahorrado marca una diferencia"
La empresa tecnológica Lectra citó un estudio de McKinsey de 2022: algo más de un tercio de las empresas de moda encuestadas señalaron la digitalización como una de las mayores oportunidades del sector, mientras que la misma cantidad calificó las cadenas de suministro, la logística y la gestión de inventarios como los mayores retos. Sin embargo, estos últimos podrían simplificarse mediante la digitalización.
Lectra desarrolla programas informáticos para una serie de procesos: desde la planificación y el abastecimiento hasta el diseño, el desarrollo, la producción y las ventas. Los programas informáticos de Lectra permiten a las empresas digitalizar sus procesos y ser así más ágiles. "Al digitalizar sus procesos, las empresas de moda pueden responder más fácilmente a la demanda del mercado, seleccionar los tejidos en función de criterios sostenibles, optimizar los costes de material y la calidad, y adaptar sus diseños a las últimas tendencias", afirma Phillip Muehlenkord, director de marketing para Europa del Norte y del Este de Lectra.
El programa "Modaris" de la empresa digitaliza la creación de patrones y acelera el proceso de producción, mientras que otro llamado "Oferta rápida y flexible" evita el desperdicio durante la fase de corte. Según Muehlenkord, "cada milímetro ahorrado marca la diferencia si se quiere minimizar la huella de carbono".
Las empresas que han utilizado mayoritariamente procesos manuales pueden ahorrar hasta un 10 por ciento de sus gastos gracias a los programas de Lectra, informó Karin Schiller, consultora de preventa de Lectra. Para las empresas en las que la digitalización ya está muy avanzada, Schiller ve un potencial de ahorro de costes de entre el 1 y el 5 por ciento. Puede que no parezca mucho, pero teniendo en cuenta las cantidades millonarias habituales en la producción, es una cantidad considerable, añadió.
La empresa tecnológica PixelPool, con sede en los Países Bajos, presentó soluciones basadas en 3D para los minoristas. El director comercial, Gary Plunkett, utilizó a uno de sus clientes como ejemplo para explicar cómo las tecnologías 3D pueden beneficiar a los minoristas: una marca internacional de productos de exterior utiliza actualmente el programa de software Dtail de PixelPool para probar las normas de comercialización visual y la disposición de las tiendas. La herramienta permite a los compradores ver las nuevas colecciones en la tienda. Esto les permite evaluar mejor el rendimiento visual de las colecciones en la sala de ventas.
La digitalización requiere perseverancia
¿Cuáles son algunos de los obstáculos para los que las empresas deben estar preparadas cuando se convierten a los procesos digitales?
Plunkett abordó un tema que a menudo se deja de lado en el debate sobre la digitalización: Sólo es rentable cuando las empresas alcanzan un determinado nivel. Eso significa que tienen un largo camino que recorrer antes de que la reestructuración dé sus frutos. Cuando se pasa de las formas de trabajo físicas a las digitalizadas, las principales complicaciones surgen en el flujo de trabajo, porque la introducción de los primeros elementos digitales requiere conocimientos técnicos, además de equipos.
"Pasar a un flujo de trabajo totalmente tridimensional no es fácil", afirma Plunkett. Para él, la clave está en un punto de partida realista, un plan de juego desglosado en pasos más pequeños y decisiones basadas en información y conocimientos sólidos.
Según Plunkett, las empresas de moda que pueden implantar rápidamente un modelo de trabajo centrado en el 3D cuya cuota de estilos intertemporales oscila entre el 30 por ciento y el 6o por ciento. Pueden crear una biblioteca 3D que proporcione nuevos colores, tallas y detalles para los estilos recurrentes sin necesidad de un gran esfuerzo o experiencia técnica. De este modo, la etapa de desarrollo de la colección se redefine y se traslada de las salas de producción, las rondas de muestreo y las rutas de transporte a las pantallas. En cambio, para las empresas de moda con estilos complicados que cambian con frecuencia, el cambio lleva más tiempo, porque tienen que introducir los estilos en los programas 3D de nuevo cada vez.
"La belleza de todo esto es que te vuelves significativamente más eficiente, te vuelves significativamente más rápido, y puedes hacer significativamente más al final del día", declaró Plunkett, resumiendo los beneficios de la digitalización.
¿Puede el metaverso satisfacer el deseo de consumir?
Aunque la concienciación sobre la sostenibilidad entre los consumidores ha aumentado considerablemente en los últimos años, esto no se refleja todavía en el comportamiento de los consumidores. Hay una brecha entre actitud y comportamiento que debe ser abordada. Carl Tillessen, analista jefe del instituto alemán de la moda DMI, tiene grandes esperanzas en la moda digital. La ropa virtual podría servir al enorme interés de las generaciones más jóvenes por presentarse a la moda online de una determinada manera. Si la necesidad de consumir se satisface de forma digital, los consumidores podrían recurrir a la moda lenta en el mundo real. El consumo no se detendrá, pero la digitalización puede crear una nueva forma de moda que tenga menos impacto en el medio ambiente.
Simone Morlock, directora del laboratorio de adaptación digital Hohenstein, y Verena Ziegler, directora general de Beawear, presentaron cómo podría ser este nuevo mundo de la adaptación. La adaptación virtual ayuda a optimizar los ajustes, lo que puede reducir los rechazos y las tasas de devolución.
Morlock informó de que, en la actualidad, el 70 por ciento de los consumidores finales no puede encontrar su talla en el mercado. Esto repercute en el comportamiento de los consumidores: Piden varias tallas, pero pueden acabar no quedándose con ninguno de los artículos, lo que provoca altas emisiones de carbono por el envío y la devolución de paquetes. Las pruebas virtuales pueden reducir estos efectos. Con Beawear, Ziegler ha creado una herramienta que permite a los consumidores realizar un escaneo en 3D de su cuerpo a través del smartphone. De este modo, los usuarios experimentan una experiencia de compra mejorada gracias a los consejos sobre el tallaje y, al mismo tiempo, se crean conjuntos de datos bien fundados sobre las formas del cuerpo que ayudan a la industria con una confección más precisa.
Conclusión: Las personas son la clave de la digitalización
Los participantes en la Cumbre Re'aD parecían estar de acuerdo en una cosa: por muy buenas que sean las tecnologías, sólo son útiles si las personas se implican.
En este contexto, Morlock se preguntó: "¿Las nuevas herramientas son soluciones serias o engaños?". Para ella, el quid está en la voluntad del sector de comprometerse con las herramientas, porque "la tecnología necesita procesos técnicos" y las personas inician estos procesos.
Rouette era de una opinión similar: "Las empresas están muy ocupadas contratando a responsables de responsabilidad corporativa, los propietarios y los directivos dicen que quieren la digitalización y la sostenibilidad", pero las acciones tienen que seguir a las palabras. Christian y Andreas Büdel, directores generales de PB Accessoires, también consideran esencial este cambio de perspectiva: "Lo tenemos todo en nuestras manos, tenemos la tecnología: ¿por qué no íbamos a utilizarla?".
Gerd Müller-Thomkins, director general de DMI, resumió las conclusiones de la cumbre: "En el futuro, menos debe ser más". Eso significa: "Menos" residuos de la industria de la moda debe conseguirse mediante "más" esfuerzos y acciones concretas de las personas que trabajan en ella.
Este artículo fuel originalmente publicado en FashionUnited.DE, y ha sido traducido y editado del inglés al español por Veerle Versteeg.