Chanel se arma para su relanzamiento con una colocación de bonos por 700 millones de euros
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Madrid – Sin, al menos por el momento, un nuevo director creativo al frente de los talleres de la casa, parece que la icónica firma de modas francesa Chanel se encuentra ya dando los primeros pasos para su próximo relanzamiento, con la colección de unos 700 millones de euros en bonos. Una operación que vendría a ajustarse a los ambiciosos planes de inversión que, a pesar del contexto actual, desde su directiva ya anunciaron que continuarían poniendo en práctica, también a lo largo de 2024.
Para ponernos primeramente en situación, y dado que la noticia puede, desde sus líneas generales, llegar tanto para sorprender como para contradecir las informaciones que a lo largo de estos últimos meses han venido publicándose sobre la salud financiera de la célebre casa de modas, en primer lugar no podemos cuanto menos que retrotraemos hasta finales del pasado mes de mayo. Momento en el que desde la dirección de la casa de modas francesa, con sede operativa en Reino Unido, anunciaban la publicación de los resultados anuales del Grupo Chanel, concernientes a su último año fiscal completo de 2023. Un ejercicio que la casa francesa llegó a completar sorteando con un notable éxito las cada vez más férreas presiones hacia la normalización del gesto dentro del consumo de artículos de lujo, con una facturación que terminaba por dispararse hasta los 19 744 millones de dólares (+14,63 por ciento frente a las cuentas del año anterior). Un magnífico resultado, dado además el contexto actual, que terminaba por reforzarse con un beneficio neto que igualmente terminaba disparándose al alza, hasta los 4 732 millones de dólares (+2,95 por ciento). Indicadores ambos que terminaban así por perfilar un brillante desempeño, que parecía despejar las dudas sobre los cada vez más crecientes rumores que apuntaban a la inminente salida de la casa de Virginie Viard; nada más lejos de la realidad, después de que terminase por confirmarse, a comienzos ya del mes de junio, la salida de Viard, en unas formas que, tras el desfile de la colección de Alta Costura de Chanel para la temporada Otoño/Invierno 2024/2025, terminaron de confirmarse que no llegaron a darse de la manera más amigable y correcta, más aún teniendo en cuenta los cinco años en los que la diseñadora francesa llegó a mantenerse al frente de la dirección creativa de Chanel, casa a la que se había mantenido ligada por más de 30 años.
Sin que para entonces se hubiera todavía terminado de oficializar la salida de Viard, es más, con muestras que parecían por el contrario apuntar a su posible continuación al frente del departamento creativo de Chanel, desde la dirección de la casa de modas francesa, y a pesar de los buenos resultados, ya alertaban de “un entorno más desafiante” para la industria del lujo, “después de tres años de crecimiento excepcional”. Unas consideraciones que se encargaba de subrayar Philippe Blondiaux, director financiero global de Chanel, al tiempo que destacaba cómo “en ese contexto, y tras un nivel récord de inversión durante el año pasado, Chanel seguirá aumentando las inversiones en el próximo ejercicio”. Un grupo de inversiones que, apuntaba, podrían ir dirigidas a cualquier área y parte que afecte y se relaciones con su modelo operativo, “ya sea en nuestra marca, como en nuestra artesanía y ‘savoir faire’”, o con inversiones dirigidas a “continuar elevando la experiencia de nuestros clientes, al sector inmobiliario, o a nuestras ‘boutiques’ y redes de distribución”.
Colocación de 700 millones de euros en bonos, a 10 y 12 años
A esa complicada atmósfera dibujada por su propia dirección, se terminaba de sumar el anuncio ya oficial de la salida de Viard, alcanzado con ello a perfilar un panorama en el que sí que iban a terminar de descubrirse como especialmente necesarias las inversiones a las que deberá terminar de hacer frente Chanel, para mantenerse en su objetivo de seguir reinando en la siempre competitiva —pero ahora más que nunca— industria del lujo. Unas inversiones que deberán de servir para terminar, primero, de materializar los cambios que guarde por intención imprimirle a la casa, y a su modelo de negocio, su nuevo, y todavía bajo incógnita, director creativo; y segundo, para transmitirlas narrarlas como se pretende, a los miembros de su exigente comunidad de clientes. Acciones todas estas, y otras, para las que la firma, reforzando los sólidos estados financieros de su último ejercicio completo de 2023, habría terminado ahora por completar una colocación de bonos por unos 700 millones de euros.
Con un vencimiento a 10 y 12 años, según adelantan desde el medio económico Bloomberg, para la colocación de las notas Chanel habría recurrido a los servicios de las bancas de inversión Goldman Sachs y Société Générale. Entidades financieras desde las que se habrían terminado de encargar de colocar esos bonos, por un importe total de esos 700 millones de euros, en el marco de una colocación privada de deuda entre inversores institucionalizados, de alto valor adquisitivo y empresas privadas de inversión. Un método de financiación que permite a las compañías captar capital entre inversores específicos y seleccionados, brindándose además de una confidencialidad, que en este caso no ha terminado de serlo del todo, pero que permite igualmente a las empresas no contar con la obligatoriedad de facilitar de mayores detalles a la opinión pública, como sí contarían para el caso de proceder a una colocación de deuda a través de una oferta pública de emisión de bonos.
Tras el reparto del mayor dividiendo en la historia de Chanel
Sin que, escudándose justamente tras esa confidencialidad que permite este método de financiación, ni tanto Chanel como Goldman Sachs y Société Générale hayan entrado a confirmar ni a desmentir la noticia, si de un lado esta parece llegar para confirmar la ambición de esas nuevas inversiones que desde Chanel mantendrían por objetivo realizar de cara a su próximo relanzamiento, del otro no puede cuanto menos sorprender, si atendemos a las situación interna por la que atraviesa en estos momentos la compañía francesa. Y es que según se encargaba de adelantar el mismo medio a comienzos de junio, tras la publicación de las cuentas de 2023 de Chanel, a cuenta de esos resultados, la compañía habría procedido a abonar a sus principales propietarios, la familia Wertheimer, el mayor dividendo otorgado en la historia de la casa.
De manera más detallada, y según las mismas fuentes, a cargo de los resultados de 2023, la compañía habría aprobado otorgar un dividendo de 5 700 millones de dólares, a beneficio del holding de Chanel radicado en las Islas Caimán, propiedad de los dueños de Chanel, los hermanos Alain y Gérard Wertheimer. Una cifra que excede en un +235 por ciento al dividendo de 1 700 millones de dólares otorgado a cuenta de los resultados de 2022, y en un +14 por ciento al de por 5 000 millones de dólares aprobado a cargo de los de 2021. Cantidades todas ellas que superan en sobremanera al importe recaudado con la emisión de estos bonos, en el marco de una operación que se sustentaría sobre las buenas condiciones que habrían encontrado desde la dirección de Chanel para la hora de reforzar sus balances con su colocación, y a medida que se disponen a afrontar la apertura de un nuevo capítulo sobre su histórico. Una nueva etapa, que habrá que esperar para descubrir de cuán hondo calado termina siendo, una vez que se termine de anunciar el nombramiento de su nuevo director creativo, y a medida que se vayan anunciando las ambiciones que este tiene depositadas para continuar afianzando a Chanel en lo más alto de la industria de la moda-lujo.